Por Claudio De la Llata
Los hechos que han ensangrentado la vida política y publica del Ecuador, en la que se han señalado con índice de fuego al cártel de Sinaloa y al cártel de jalisco nueva generación, no sólo deja muy mal parado al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, sino que además tendrá implicaciones y consecuencias terribles para el estado mexicano y para la sociedad en general.
Tras lo sucedido con el candidato presidencial asesinado (Fernando Villavicencio), luego de que el mismo hablara sin tapujos del cártel de Sinaloa, de Andrés Manuel López Obrador, del cártel de Jalisco nueva generación y de la mafia albanesa, fue asesinado a la salida de su casa de campaña con toda frialdad y determinación, así como de toda vileza y cobardía, cabe aclarar que no es el primero ni fue el último de los políticos ecuatorianos asesinados por el crimen organizado, su asesinato se lo atribuyó el grupo criminal denominado: “los lobos” relacionado con el cártel de jalisco nueva generación.
Desafortunadamente, luego de unos días de lo ocurrido hace tan sólo una semana, donde Fernando Villavicencio fue asesinado cruelmente, y con tan sólo 24 horas de diferencia, fue asesinada la candidata Estefany Puente, en la ciudad de Quevedo, en la provincia central de Tres Ríos, con la misma crueldad y sevicia que la empleada con Fernando Villavicencio; y por si fuera poco, tres días después del homicidio de Estefany, asesinan al líder del partido revolución ciudadana Pedro Briones, con la misma saña de los dos anteriormente mencionados, perpetrado todo esto, por el grupo delincuencial denominado “los lobos” grupo táctico de fuerza delincuencial, adherente en apariencia al cártel de jalisco nueva generación.
Para sorpresa de nuestros lectores, no son los únicos políticos asesinados por presuntos miembros adherentes al cártel de jalisco nueva generación, sino que hay más, de tal suerte, que las víctimas, enumeraremos alfanuméricamente:
1.- Agustín Intriago, alcalde de la ciudad de Manta en la provincia de Manabí, asesinado el 23 de julio pasado, por sicarios relacionados con los cárteles mexicanos.
2.- Ríder Sánchez, candidato a diputado, fue asesinado en los primeros días del mes de julio que acaba de pasar, en la provincia de Esmeraldas, en el municipio de Quinindé, presuntamente a manos del crimen organizado, en especial, de los grupos vinculados al cártel de Sinaloa.
3.- Julio Cesar Farachio, candidato a presidente municipal de la localidad de Salinas, asesinado por sicarios, presuntamente relacionados con el cártel de Sinaloa, quince días antes de las elecciones intermedias adelantadas, realizadas el mes de febrero pasado.
4.- Omar Menéndez, candidato a presidente municipal de Puerto López, provincia de Manabí, fue asesinado un día antes de las elecciones referidas, igualmente por sicarios relacionados con cárteles mexicanos.
Desgraciadamente; además de los homicidios, hay una veintena de atentados que por poco y terminan en desgracia, efectuados por los mismos grupos delincuenciales en apariencia, y sólo un atentado a un funcionario del sistema de salud del Ecuador, perpetrado en apariencia por la mafia albanesa, conocida en aquel país, como “la mafia de los Balcanes”.
Luego de la obligada y larga referencia de los hechos, cabe destacar que las consecuencias serán muy rudas por lo siguiente:
a). – al gobierno de los Estados Unidos, le hacía falta un pretexto sólo uno para poder pontificar con los pelos en la mano, que el estado mexicano encabezado por Andrés Manuel López Obrador, es un narco-estado.
b). -a esto se le va a sumar, la petición ya hecha al consejo de seguridad de naciones unidas, promovida por el gobierno ecuatoriano, para declarar y calificar los recientes homicidios políticos en el Ecuador, como actos narcoterroristas.
c). – Con esta petición formulada por el gobierno ecuatoriano, y su calificación y diagnóstico posteriores, el gobierno de los Estados Unidos tendrá el pretexto perfecto para poder llevar a cabo, cualquier tipo de acciones, que incluyen una intervención militar armada en México.
Finalmente basta decir, que lo trágico del asunto, es que mientras éstos hechos se suscitaban, el presidente de México, lamentó las muertes y su mensaje político al respecto (si a eso se le puede llamar mensaje, a eso que dijo), es que lo lamentaba mucho, pero que no por ello, quería que el gobierno ecuatoriano, anduviera “echando culpas”, por lo que deduce quien esto escribe, que tal parece que aún, no le han dicho al presidente de México, que es lo que está pasando y más, que es lo que puede pasar…