Claudia Rodríguez
“Efecto cucaracha” es una denominación coloquial y dicen algunos que hasta del argot que se maneja en los cuerpos policiales, pero intenta resumir en dos palabras la consecuencia migratoria de la delincuencia cuando se implementa un operativo especial en algún punto específico, lo cual generaría el desplazamiento del criminal a otra zona, para evadir la acción de la justicia y seguir con sus actividades fuera de los pocos intensos de los cuerpos de vigilancia.
En México nos han dicho una y otra vez, que el que se eleve la inseguridad y los niveles de violencia en una u otra ciudad y hasta en diversos puntos de un solo estado de la República, es precisamente por el llamado “efecto cucaracha”, pero la realidad va a más.
Lo que realmente sucede en este nuestro país, es que en todo el territorio nacional la delincuencia más o menos violenta, está inserta y opera. Incluso, el lógico desplazamiento de su lugar de origen de un grupo criminal a otro punto de la geografía nacional ante la presencia de un operativo de seguridad provoca la lucha de la plaza, o bien, simplemente porque esta sea del todo jugosa en ganancias ilícitas.
Ahora que el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong se ha reunido con el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo y el llamado Grupo de Coordinación Guerrero para revisar la situación de seguridad de la entidad como si fuera algo nuevo, es fácil recordar como el depuesto ex mandatario guerrerense Ángel Aguirre Rivero, solicitó en el 2013, evitar el “efecto cucaracha” a la Administración federal de Enrique Peña Nieto, ante la aplicación del Operativo Conjunto Michoacán que con sus asegunes, era una estrategia continuada a la implementada por el ex presidente Felipe Calderón a partir del 2009, para combatir a la delincuencia organizada.
La petición de Aguirre Rivero empero, fue ridícula, pues desde el 2011 se publicitaba de manera abierta que a Guerrero se la disputaban cinco grandes organizaciones criminales y que por la detención de algunos de sus líderes, surgieron al menos 17 células de sicarios.
México es así, terreno fértil para el crimen y la violencia, sobre todo con gobiernos que no reconocen la inseguridad inserta en su entidad, y por autoridades que juegan durante años a la retórica y a la politiquería.
Ningún “efecto cucaracha”, la plaga está en todos lados.
Acta Divina…”Gobierno combatirá violencia en Guerrero”: Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación.
Para advertir… Y así han pasado los años y transcurrirán.
actapublica@gmail.com