Yo Campesino / Paz “narca”
• No fue el Ejército ni la Guardia Nacional, sino el CJNG el que puso “orden” en Michoacán
Miguel A. Rocha Valencia
Mientras el 64.5 por ciento de los mexicanos mayores de 18 años consideran que es peligroso vivir en México y los párrocos de Aguililla, Tepalcatepec y Buenavista, ubicados en la zona de tierra caliente de Michoacán afirman que por fin hay paz en la zona al imponerse el Cártel Jalisco Nueva Generación, la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del INEGI reveló que la inseguridad se incrementó siete estados del país.
El reporte de asesinatos (homicidios dolosos) indica que ya se superó la cifra de 93 mil 300 en lo que va de este sexenio, mientras la violencia intrafamiliar llega a niveles históricos ya que, de cada 10 hogares, 7.5 vivieron algún episodio de esa naturaleza.
Es decir que en general, lejos de la promesa presidencial, la inseguridad ataca por todos los frentes, lo mismo en balaceras y masacres que en los hogares, transporte, cajeros “automáticos”, bancos o en casa.
Lo más grave es que lugares donde se reportaba violencia cotidiana, como en comunidades de Michoacán, ya disminuyó, pero no gracias al cambio de gobierno, presencia de la Guardia Nacional o el Ejército, sino a que el Cártel Jalisco Nueva Generación, ya se impuso, terminaron los enfrentamientos y dieron permiso a quienes salieron de la zona huyendo de la violencia para regresar a sus hogares.
Sobre ese fenómeno, sacerdotes como José Luis Segura de la Diócesis de Apatzingán dijo que “tristemente, la Guardia Nacional está a las orillas del pueblo de Buenavista y en lugar de ayudar a la población, están cuidando a los que están martirizando a la población, como los “Viagras”.
Es decir, ahora quien manda en la zona es el CJNG, hasta en tanto llegue otro grupo a disputarle la plaza, “así es siempre” dice el religioso. Antes fueron los templarios, las autodefensas, los viagras. Por esa razón cerca de 22 mil michoacanos salieron de sus comunidades hacia la frontera norte para pedir asilo o pasar ilegalmente al otro lado. Se impone en la zona la “ley narca”.
A nivel nacional, la inseguridad crece, la encuesta mencionada apunta que, de las 75 ciudades monitoreadas en la primera quincena de septiembre, los focos rojos se prendieron en Fresnillo, Ciudad Obregón, Irapuato (ya estaban prendidos), Coatzacoalcos, Naucalpan, Juárez (otra vez) y Zacatecas capital. Con porcentajes que van del 94.3 al 86.1 del total de sus habitantes.
Además, la mayor percepción de inseguridad la percibieron las mujeres con un 69.1 por ciento y en varones fue el 58.8 por ciento. Es decir que más allá del discurso del Ganso y sus presunciones de seguridad, cada vez son más mexicanos quienes sentimos temor.
Por segmentos, el Inegi advierte que el 75 por ciento de la población de las ciudades monitoreadas siente inseguridad en los cajeros automáticos localizados en la vía pública, 68.7 por ciento en el transporte público, 61.4 por ciento en el banco y 56.2 por ciento en las calles que habitualmente transita.
Esto es que no obstante el anuncio del mesías tropical de la “nueva” estrategia que incluye dar mayor presupuesto a las Guardia Nacional e incrementar el número de cuarteles, así como incorporarla legalmente al Ejército, lo cierto es que de los 37 mil 600 millones asignados a ese cuerpo de “seguridad”, la verdad es que ahí se gastarán este año, donde se incluyen los poco más de 18 policías militares y navales que realizan doble función y cobran por ello.
Además, como ya dijo el machuchón, se les darán otros 50 mil millones para el año próximo de un presupuesto que exprimirá hasta a los a los estudiantes y “secará” a las organizaciones del sector privado que reciben donaciones, esas que son odiadas en Palacio Nacional por “corruptas” y no sólo a las contestatarias y críticas incluyendo las de mujeres que marchan por sus derechos, las que ayudan a pobres, a los enfermos y demás, sino otras como el Teletón.
Y todo para qué, si no en los hechos la Guardia Nacional, como el resto de las Fuerzas Armadas no combaten la siembra de cultivos prohibidos, ya no decomisas nada, no cercan a narcos y cuando los detienen los liberas por órdenes presidenciales y hasta son desarmados, escupidos, golpeados y corridos por los criminales, mientras la inseguridad crece y sólo regresa la calma cuando algún grupo delincuencial se apodera completamente de la zona.
Esa es la seguridad “narca”.