La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Son buenos, pero medio bueyes, nada que una abjuración no resuelva
El pasado domingo, en su cuenta de Twitter, Marcelo Ebrard posteó lo siguiente: “Felicitaciones, muy oportuna iniciativa para proteger nuestra planta productiva y empleo”.
Esto, con relación a la noticia de que el Banco Interamericano de Desarrollo y el Consejo Mexicano de Negocios, lograron un acuerdo para financiar a las PYMES.
Pero eso no es todo, la difusión se hizo en la cuenta de la Secretaría de Economía e involucra a la de Hacienda: “El @BIDInvest, el Consejo Mexicano de Negocios @soyccmx y la Secretaría de @Hacienda_Mexico anuncian créditos para brindar apoyo a #PYMES”.
No obstante lo anterior, cuando le preguntaron al presidente López Obrador sobre el tema, el tabasqueño respondió (en tono que recuerda aquello del ‘Estado soy yo’): “Ese aval no podemos nosotros otorgarlo, porque no queremos endeudar al país y queremos rescatar primero a los más necesitados (…) Y además no me gusta mucho el ‘modito’ de que se pongan de acuerdo y quieran imponernos sus planes”.
Lo primero que se evidencia, es la falta de comunicación interna en la 4T, se confirma la especie de que en los acuerdos sólo habla el Tlatoani y los otros se limitan a escuchar.
El otro aspecto, radica en comprobar que don Andrés está desinformado, porque el acuerdo no implica un peso de deuda al Estado Mexicano y mucho menos, será financiado con la reserva técnica del Banco de México. ¡Qué oso!, eso sí, con cargo a todo el país.