Luis Farías Mackey
Creo que el problema de los Libros de Texto Gratuito es uno de los más graves y perniciosos que componen este apocalipsis llamado 4T. Precisamente por ello debemos abordarlo con objetividad y serenidad; científica y prudentemente.
Se trata de la educación de nuestros infantes, de las capacidades que les dotemos para que hagan frente con éxito a la vida, del desarrollo de su personalidad y pensamiento, de las técnicas pedagógicas más eficaces, oportunas y eficientes, y de someter al Estado al derecho y a la razón.
Me parece una simplificación al absurdo reducir la complejidad del asunto al cuento espanta abuelitas y niños del peligro del comunismo. Es más, creo que los autores de este despropósito, empezando por su sumo sacerdote, difícilmente entiende el concepto y, por más que se vistan de izquierda y avanzada, son el gobierno más conservador, retrogrado, mojigato e ignorante de los últimos cien años. Lo anterior no quiere decir que en su mente y confusión pretendan impulsar un régimen marxista, maoísta y populista a la vez, pero nuestro problema es mucho más grande que eso, nos estamos jugando la supervivencia de generaciones enteras condenadas de antemano a la ignorancia, al clientelismo y a la postración.
Alertar sobre el peligro del comunismo podrá ser el argumento muy efectivo para alarmar conciencias y simplificar al miedo el problema, cuando debiéramos todos hacer un esfuerzo para dimensionar en sus justas dimensiones su gravedad y enfrentarlo con inteligencia y no solo con escándalos trasnochados.
Reducir el caso al comunismo es ponerse a la altura de Marx Arriaga y su febril y delirante militancia de guerrillero de café. No cabe duda que los extremos se llaman.
La defensa de los Libros de Texto Gratuito desechados debe estar a cargo de las mejores mentes del país. Sé bien que no es un tema sencillo y accesible al público en general, pero flaco favor nos hacemos al reducirlo a que sea un peligro comunista, cuando es mucho más grave y complejo que eso.
Desgraciadamente privan en este mundo personajes que tienen una gran capacidad de exposición, más no de comprensión. No nos basta con tener a un delirante en la presidencia y varios sicofantes y sicofantas en las gubernaturas gracias a su capacidad de influencers, no necesariamente de gobernantes; para todavía permitir que la pelea en contra de los contenidos y propósitos extracurriculares de los Libros de Textos Gratuitos se alimente de fantasmas, protagonismos e ignorancias.