HÉCTOR MOCTEZUMA DE LEÓN
No presidente un Acuerdo Comercial firmado por representantes de alto nivel de los tres países convocantes, no es una broma, no es como un pleito de la secundaria “nos vemos a la salida”, tampoco una vulgar burla: “Uy qué miedo, mira como estoy temblando” título de la canción que hizo popular su paisano “Chico Che”.
No presidente, no se equivoque. Sólo le faltó decir no me vengan con qué el TMec es el TMec como una vez se expresó al referirse despectivamente a las leyes mexicanas.
Es un Tratado de Libre Comercio con el país más poderoso de la tierra, los Estados Unidos y con otro que no canta mal las rancheras, en materia de comercio, como es Canadá y que muchos países del mundo quisieran tener con las ventajas que para México ofrece el TMec, cuyas cláusulas fueron aceptadas por los representantes mexicanos designados por el gobierno de la 4T para la negociación.
“Uy qué miedo, mira como estoy temblando” no es una respuesta seria a un problema serio como es la discusión de las controversias que han presentado por la violación a lo relacionado con el sector energético en donde el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, no quiere soltar nada de Pemex ni de la Comisión Federal de Electricidad.
Recurrir a la canción de su paisano Chico Che no es una respuesta a un problema que de llegar a un panel para resolver las controversias, nos costará más de 30 mil millones de dólares, que tendremos que pagar nosotros de nuestros impuestos porque los inversionistas norteamericanos y canadienses no se quedarán con las manos cruzadas y tienen bajo la manga medidas que de aplicarlas impactarán en la economía mexicana, que serán de consecuencias terribles para el empleo en el sector exportador.
En las manos de Marcelo Ebrard, Tatiana Clouthier y Jesús Seade está la posibilidad de corregir el rumbo; siempre y cuando en una de esas próximas mañaneras, el presidente no salga con qué “/me importa poco que tu ya no me quieras…/”.
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En Ciudad Obregón, Sonora considerada una de las ciudades más peligrosas no sólo de México sino que también del mundo, los policías sirven de halcones a la delincuencia organizada, que además usan patrullas y uniformes de la corporación policiaca para evitar a las fuerzas federales. Un caso reciente fue el del asesinato de un jefe de sicarios de una de las bandas que operan en la región, quien sin más fue sustituido por el jefe de Operaciones de la Policía Municipal, con melón y con sandía el bato. ¿Lo sabrá el gobernador, Alfonso Durazo? y ¿así quieren acabar con la violencia?.. Por cierto en Sonora el problema del desabasto de agua está peor que en Nuevo León…Este domingo habrá nuevamente una jornada de oración en todas las iglesias del país en memoria de todas las víctimas de la violencia. La Conferencia del Episcopado Mexicano llama a todos sus fieles a que lleven las fotografías de sus víctimas para que sean colocadas en el atrio de los templos…Qué no les extrañe si en los debates de las campañas para las elecciones del 2023 y el 2024 algunos de los candidatos morenistas recurren a la canción del hombre del overol y las camisas floreadas, (Chico Che) como lo hizo el presidente esta semana, cuando reciban un ataque de sus adversarios.
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