Demos- Kratos
Por Vicente Moreno Aparicio
• ¡No nos hagamos tontos y pongamos las cartas sobre la mesa!
• Criticamos el accionar de Trump y sus ordenanzas racistas llenas de odio
• Mientras en el sureste se da la corrupción, el crimen y violación a mujeres y los derechos
• La mina de oro del INM, de la Policía Federal, estatal, local y Mara Salvatrucha
• Acciones demoledoras de gobernantes: Camacho Solís y Felipe Calderón
¡No nos hagamos tontos y pongamos las cartas sobre la mesa! Criticamos la forma de como actúan los agentes de inmigración (ICE) en Estados Unidos en contra de nuestros connacionales, cuando en el sureste y el norte del país se tiene toda una gama de autoridades y delincuentes que no sólo despojan, secuestran, violan y asesinan a mexicanos y migrantes de otras naciones.
Ciertamente, ahora con las disposiciones y ordenanzas racistas llenas de odio del presidente estadounidense Donald Trump, el trato para los indocumentados es lamentable y doloroso y criticado mundialmente por la detención, encarcelamiento de solicitantes de asilo y lo peor la separación de familias enviado a los hijos de éstos a centros de detención viviendo en jaulas y en lugar de cobijas, trozos de papel aluminio.
La política de Trump hacia los indocumentados es denigrante, pero al menos ahí están inmigrantes en espera de un juicio y ante un juez que dicte la sentencia de deportación, o en su caso, permitir el ingreso al país legalmente y con derecho a trabajar…
Es cierto, en Estados Unidos millones de indocumentados viven con el temor de ser deportados por los agentes del Departamento de Seguridad Nacional -Immigration and Customs Enforcement (ICE)- quienes ahora acuden a restaurantes, tiendas de autoservicio, fábricas, casas-habitación y otros lugares a detener a trabajadores carentes de documentos legales conocida como la “Green Card”.
Hasta ahora, según ICE ha deportado cerca de 110 mil indocumentados de los cuales 14 mil han sido salvadoreños y muchos de éstos exigen que les entreguen a sus hijos…
Por lo pronto jueces estadounidenses le han declarado la guerra a Trump, al echar abajo sus ordenamientos como esos de deportar sin juicio legal a los indocumentados y de separar a los hijos de las familias.
Ahora esos magistrados han ordenado que vuelvan a unir a esas familias y de no llevarse a cabo, que se aplique la ley enviando a la cárcel a los que no la cumplan… Esto ha enfurecido a Trump, quien ahora apela a esos mandatos.
Por otra parte, la realidad que se vive en el sureste de México es de terror. Ahí en los límites de la frontera con Guatemala y en el interior de Chiapas, las policías federales, locales, estatales, el ejército, agentes del Instituto Nacional de Migración (INE) e incluso el crimen organizado, los Mara Salvatrucha y sus imitadores tatuados mexicanos son los verdugos de los migrantes.
Todos los mencionados organismos pertenecientes a los cuerpos policiacos, militares, funcionarios gubernamentales y violentos criminales han encontrado una valiosa mina de oro, gracias al dolor de esos migrantes que buscan otras oportunidades o huyen hacia un país ajeno al suyo y pretenden cruzar suelo mexicano para llegar a su cometido, Estados Unidos.
Pero no todos corren con buena suerte. Cuando un inmigrante cruza la frontera, ya sea en forma ilegal y son capturados por agentes del INM, estos les exigen fuertes cantidades de dinero… Algunos si entregan lo que les exigen, otros logran negociar y le “entran con su cuerno”, pero, aquellos que no tienen con “caerse muertos” son enviados a centros de detención donde después son deportados.
En otros casos, aquellos inmigrantes que lograron internarse en Chiapas, han corrido peores riesgos, pues el crimen organizado hace de las suyas.
Sí… el crimen organizado esta presente y son los salvajes llamados Mara Salvatrucha, algunos salvadoreños y otros mexicanos de nacimiento que se han unido a esa pandilla de asesinos -todos ellos tatuados- que no sólo despojan de sus pertenencias a los inmigrantes ya sean de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua e incluso de Costa Rica o de Panamá, sino también los han matado.
Muchos hombres y mujeres han sido asesinadas, al no entregar sus pertenencias y en el caso de las féminas, éstas han sido violadas. De hecho, las autoridades saben quiénes son los responsables de esos actos criminales y en donde se ubican, pero todo indica que son intocables.
Una joven salvadoreña con pasaporte, de nombre Leticia Arriaga de 18 años de edad, logró escapar de dos miembros de la pandilla Mara Salvatrucha, y al acudir a solicitar ayuda a agentes de la Policía Federal para que acudieran para rescatar al padre de ésta, simplemente tuvo la respuesta de uno de ellos de Nombre Javier Padilla, que ellos no les correspondía hacer ese tipo de labores, que ellos estaban sólo para patrullar las carreteras.
Días después, encontraron el cuerpo del papá de la joven Leticia muerto al lado de la carretera que conduce a Tuxtla Gutiérrez, sin ropa y zapatos y en la espalda, con plumón, escribieron: “huyo la paloma y este pagó las consecuencias”.
La joven Leticia, pagó la incineración del cuerpo de su padre y las cenizas las cargó durante el trayecto que hizo de Chiapas -vía autobús- ciudad de México y de ahí a Tijuana. Ella se encuentra en Los Ángeles -US- con su tía, la hermana de su papá.
Pero ahí no queda la cosa, en los retenes militares, también los soldados hacen de las suyas, pues despojan a los inmigrantes de su poco dinero.
Esto lo realizan no sólo en las revisiones de los camiones de pasajeros, sino también los vehículos tanto de camionetas y automóviles. Pero cuidado si alguien se opone ellos, pues de inmediato encañonan a cualquiera con sus rifles.
Muchos conductores de camiones de pasajeros se han quejado del proceder de los militares, quienes no respetan a nadie. “Imponen su presencia con palabras altisonantes y advierten que con ellos no se juega”.
Ellos, se suben a los autobuses, exigen documentos y revisan y esculcan tanto a los hombres como a las mujeres y en cierta forma mañosa, bueno, hasta la comida que llevan los pasajeros la confiscan.
Muchos de los inmigrantes han podido salir avante gracias a la Bestia, ese tren que lo mismo van de “mosca” hombres, mujeres y niños y llegado a varios estados del país, como lo es Chiapas, Oaxaca, Veracruz y Lechería, en el Estado de México.
Y ahí no acaba el trayecto, tienen que buscar subir de “mosca” a otros trenes para dirigirse a las diferentes fronteras de México al norte del país, pues su meta es Estados Unidos, ya sea el que va de Lechería a Querétaro, San Luis Potosí, Saltillo, Monterrey, Nuevo Laredo o Matamoros.
Otra ruta es Lechería; Irapuato, Aguas Calientes, Zacatecas, Torreón, Chihuahua, Ciudad Juárez y la tercera es Lechería, Guadalajara, Mazatlán, Culiacán, Ciudad Obregón, Hermosillo, Nogales o Mexicali.
Todas estas rutas conducen a lo peor, pues por todos lados hay retenes de militares, y no se diga de delincuentes, quienes están en espera de que caigan sus presas para cometer los atracos.
Por ejemplo, en la ruta que va a Nuevo León y Tamaulipas, están las organizaciones de los Zetas y el Cartel del Golfo, pero también los pandilleros -que fueron carne de cañón de estos capos antagónicos durante la guerra de Felipe Calderón y ahora pertenecientes al crimen organizado- quienes asesinan sin tocarse el corazón.
Cientos de padres de familia de diferentes países, no sólo centroamericanos, sino estadounidenses, europeos, asiáticos y de medio oriente, han llegado a México con la finalidad de saber el paradero de sus hijos, pero los resultados han sido negativos.
En pocas palabras la justicia en México no existe, Las autoridades policiacas están únicamente de adorno, son corruptas y han sacado dinero a esos padres de familia, dizque para investigar, hasta ahora con nulos resultados. Somos una vergüenza para el mundo.
Y de la misma forma están en las otras rutas. Sí van con dirección a Nogales o Mexicali, tendrán que pasar por Guadalajara, donde el Cártel Jalisco Nueva Generación controla varios estados y han hecho sentir su presencia asesinando a militares, policías, gente antagónica y en la jerga mexicana -llevándose entre las patas- a fuego cruzado a personas inocentes.
Y lo mismo en la ruta de Ciudad Juárez, pues en Zacatecas los capos de la droga y la delincuencia no paran y a diario aparecen muertos por doquier.
Por ello, mucha razón tiene el que fungirá como secretario Seguridad Pública, Alfonso Durazo, en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, al precisar la necesidad de tener una policía fronteriza tanto en el sur como en el norte, pues la inseguridad que se vive en esas dos puntas es terrible.
No cabe duda que tanto mal han hecho los gobernantes en México con sus acciones demoledoras.
Si recordamos bien, el incesante smog en el Distrito Federal, tuvo una respuesta criminal no por el entonces finado regente Manuel Camacho Solís, quien creo el “Hoy no circula”, sino por los propios habitantes, qué a falta de auto, decidieron adquirir no uno sino dos ó tres, lo cual el número de vehículos se triplicó.
Sí en ese tiempo con un vehículo había embotellamientos y todo por falta de una educación vial, ahora son más el parque vehicular y por ende el incremento de ozono. Es desesperante conducir a vuelta de rueda y consumir gasolina tan cara que está.
Otro negativo para el país se lo debemos al indolente Felipe Calderón, quién por legitimar su presidencia, declaró una guerra que ahora nos tiene en la lona como lo es la inseguridad que se vive en el país.
El haber ordenado el envío de las fuerzas militares a Tamaulipas a combatir a dos grupos antagónicos: Zetas y Cartel del Golfo, los cuales se enfrentaban a muerte, permitió que éstos reclutaran a grupos de pandilleros utilizados como carne de cañón y que fueron los que enfrentaron a los soldados no sólo en las ciudades de Matamoros, Reinosa y Nuevo Laredo, sino también en Nuevo León, en mero Monterrey, donde se suscitaron sangrientos hechos.
Calderón, con su uniforme el cual le quedaba grande no porque fuera el jefe supremo de las fuerzas militares, sino porque la talla era muy amplia y esto sirvió para que los caricaturistas lo ridiculizaran.
Hoy, el narco y el crimen organizado ha crecido tanto con mucho poder, que impone candidatos y manda asesinar a los incomodos y esa línea nos tiene con el “Jesús en la boca”, porque la delincuencia apoyada por la corrupta policía agarra parejo sin importar la pobreza de la gente, pues atraca a los más necesitados robándoles el dinero para la compra de alimentos y el que no quiere entregar las pertenencias, lo hieren o asesinan.
Muchas lágrimas se derraman a diario en diversas viviendas y reniegan de su suerte por haber sido asaltados. Ojalá que el cambio que se viene llegue a combatir con inteligencia y estrategia a la delincuencia sin tanto derramamiento de sangre que no lleva a nada e incrementa el dolor de las familias por la pérdida de sus seres queridos…