Jorge A. Barrientos
En un momento en que las ganancias de la industria petrolera se caen, que el estado llora todos los días que no tiene capital suficiente para cumplir con los programas de desarrollo, se pone a otorgarles los derechos del aeropuerto más grande de México a particulares.
Porque ahora sabemos que todo lo pondremos nosotros, el dinero para la construcción y el dinero para pagar la deuda de la construcción.
En la conferencia de Slim por lo del nuevo aeropuerto, sobre el riesgo que corren los ahorradores de las AFORES de recuperar su dinero, uno de los apoyos de Slim respondió que la recuperación estaba asegurada, pues aunque no abriera el aeropuerto nuevo la deuda se pagará con el TUA del aeropuerto viejo que seguiría funcionando y si abre el nuevo, pues con el TUA del nuevo, para los que no saben, el TUA es la Tarifa de Uso de Aeropuerto que pagan los pasajeros al viajar, lo que significa que de una u otra manera la deuda del aeropuerto que los hará más ricos, la pagaran otros.
Para los que defienden o justifican el uso de las AFORES, que como bien dicen, son y han sido usadas para negocios que en ocasiones son de mucho mayor riesgo que el del nuevo aeropuerto, el problema no es ese, aquí el detalle es el concepto, pues, si las AFORES, o sea el ahorro de los mexicanos, el dinero que es parte de su trabajo lo aporten ellos o lo aporte el patrón, son usadas para fondear el negocio de fulano o perengano que requiere hacer un hotel, un armadora de autos, o una taquería, que bueno (por cierto, que bueno sería que se usaran para ayudar a personas a levantar su negocio con la tasa de recuperación que se le da a los que ahora se benefician de ellos) no tiene nada de malo, o al menos así parece, pues nos guste o no, está permitido, la situación o el problema ahora es que se están tomando las AFORES para crear un “aeropuerto” o sea un negocio de éxito asegurado, porque a diferencia de un hotel, una armadora o una taquería, un aeropuerto lo tiene que usar todo aquel que quiera viajar en avión, no hay opciones, vaya, no hay riesgo de que le pierdas, de manera que algo que debería ser público, que debería generar riqueza para el estado, que debería ser para beneficio de todos, será financiado con el dinero de todos, se pagará con el dinero de todos, pero le generará riqueza a unos cuantos.
Dejando a un lado lo técnico, las discusiones de ingeniería o el beneficio de los terrenos, hay que observar el oportunismo del negocio, por no decir lo sospechoso.
El señor Slim, fue beneficiado con el negocio estatal que lo hizo el hombre más rico del mundo, TELMEX, que en su momento tenía una naturaleza similar a la que tendrá el nuevo aeropuerto, era monopolio, no había otras compañías telefónicas, todos tenían que usar TELMEX si querían usar el teléfono, tenemos 25 años hablando de eso, creo que no se tiene que decir más.
Ahora regalaremos un aeropuerto al señor Slim y sus amigos.
Hace 25 años no había AFORES, porque de ser así, seguro Slim hubiera pagado con lo mismo, pero aún sin ellas, su deuda la pagamos todos.