Yo Campesino / Necedades 4T
- No regresará carga al AICM: president(a), habrá consecuencias
Miguel A. Rocha Valencia
Sin importar consecuencias como en su momento lo hizo el profeta de la 4T, la president(a) ya advirtió que la carga aérea no volverá al AICM, lo cual traerá consecuencias nefastas a México.
Aferrada al discurso de su hacedor, la mandataria mexicana contestó al titular del transporte estadunidense, Sean Duffy que no atenderá sus reclamos por obligar a las empresas aérea de carga de su país a operar en el AIFA, terminal que dice está muy bien y “algún día”, afirma, será rentable.
El reclamo no es de hoy y ni siquiera de la administración de Donald Trump sino que data de 2023 cuando se advirtió al gobierno mexicano que el traslado forzado de las operaciones de carga a Santa Lucía provocaba pérdidas a las aerolíneas norteamericanas por varios motivos, incluyendo lo logístico. No se hizo caso a pesar de que una delegación foránea visitó México y que el titular de Comunicaciones y Transportes de nuestro país viajó a Estados Unidos.
De hecho, desde la decisión de cancelar el Naím con pérdidas de más de 600 mil millones de pesos, de los cuales aún se deben casi 90 mil millones que se pagan con el TUA del AICM (por lo de la fibra verde) tanto la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) como la Organización de Aviación Civil Internacional, (OACI) advirtieron al ganso de lo inviable de construir un aeropuertito en Tizayuca para sustituir la megaobra del NAIM en Texcoco.
Los temas fundamentales para oponerse al cambio fueron la operatividad de las frecuencias aéreas con seis pistas a sólo dos, la inexistencia de obstáculos en el espacio aéreo y la conectividad y cercanía a la ciudad de México. Pero el principal argumento fue que el AIFA no garantizaba los estándares globales de seguridad y protección aérea.
Como se esperaba, las empresas de carga se negaron a trasladarse voluntariamente, pero vino el decretazo del ganso y lo hicieron de manera forzada, sin importar las protestas encabezadas por la Asociación de Aerolíneas de Carga de Estados Unidos que hoy encabeza Lauren Beyer quien luego de la posición oficial del gobierno trumpista advirtió que el gremio no está dispuesto a continuar con las actuales condiciones y reclama que se le devuelvan los slots o espacios en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Ante esta posición como bien sabemos, volvió a surgir el trasnochado grito nacionalista de autonomía y la advertencia de que no se regresará la carga al AICM a pesar de que en algún momento se prometió que luego de algunas adecuaciones se devolverían los slots a las cargueras extranjeras.
Y la ecuación es simple, si se devuelven los espacios a la carga y se restituyen las frecuencias a los vuelos de pasajeros, el AIFA quedaría más abandonado que hoy, el subsidio y pérdidas serían mayores, evidenciando aún más, el fracaso de esta obrita que fue un parte agua en el desarrollo de la aviación y la industria turística nacional.
Veremos en los próximos días los efectos de esta negativa del gobierno mexicano justo en la víspera de que nos caigan nuevos impuestos a las exportaciones, más cancelaciones de inversión sobre todo en la industria automotriz y tooooodo lo que se viene encima por andar cantando en palacio Nacional que los políticos de la 4T son casi unos santos y que pese a las evidencias de que son un cártel criminal, se andan exigiendo pruebas contra sus malandrines.
Por lo pronto las represalias ya están encima y acá como siempre, saldrán las balandronadas mañaneras pero la instrucción es que se reporten todas las operaciones nacionales con destino a Estados Unidos y allá van a determinar si dan el si p el no, en reciprocidad a la negativa de nuestro gobierno de hacer bien las cosas con los estándares internacionales y no aldeanos como quiso siempre el hijo predilecto de Tepetitán, Macuspana, Tabasco.
Hasta podrán decir que el AIFA es la octava maravilla del mundo (en miniatura) pero el hecho es que tiene deficiencias tan graves como su reducido espacio aéreo compartido con el AICM que impide operaciones simultáneas y en nada o poco ayuda a descongestionar nuestra principal terminal aérea, y todo por un capricho de YSQ.