• Aviso de Privacidad
lunes, noviembre 3, 2025
Indice Político | Noticias México, Opinión, Internacional
  • Cultura y Espectáculos
  • Deportes
  • Economía
  • Internacional
  • Justicia
  • Nacional
  • Política
  • Salud
Sin resultados
Ver todos los resultados
  • Cultura y Espectáculos
  • Deportes
  • Economía
  • Internacional
  • Justicia
  • Nacional
  • Política
  • Salud
Sin resultados
Ver todos los resultados
Indice Político | Noticias México, Opinión, Internacional
Sin resultados
Ver todos los resultados

No sabía que las palabras escritas pudieran decir tanto

Redacción Por Redacción
3 febrero, 2025
en Miguel Valera
A A
0
0
COMPARTIDO
0
VISTAS
Share on FacebookShare on Twitter

Relatos dominicales

Miguel Valera

 

La conocí en La Isleta, una comunidad del municipio de Otatitlán. Sergio, un amigo sacerdote católico me invitó a una misión de evangelización. “Mira, me dijo serio, tomándome del brazo. Quizá te parezca raro lo que te voy a decir, pero esta gente es difícil de convertir. Muchos siguen creyendo en dioses antiguos. Si podemos ayudarles a vivir mejor, ya cumplimos nuestra misión; sólo hay que decirles eso, que nuestro Dios quiere una vida mejor para ellos”.

Yo, que en esa época ya era creyente del ecumenismo, respetuoso de las variadas expresiones religiosas que había en el mundo —salvo de las que atentaran contra la dignidad de las personas— me sentí contento con su instrucción. Él era un viejo sacerdote, curtido en mil batallas y yo apenas un estudiante que deseaba conocer el mundo.

Así, con esa recomendación caminé por ese pueblo que amaba a un Cristo negro que había llegado por el río Papaloapan y que estaba resguardado en el templo de San Andrés. Luego de conocer la calidez de la gente de Otatitlán caminé en sus pequeñas comunidades como “El Peladiente” —su nombre me daba mucha risa—, Jesús Ureta, La Conchita y La Isleta.

Fue en esta última que conocí a María José, una joven hermosa, de rostro brillante, espigada, de piel canela —como dice la canción de Bobby Capó que tan famosa hicieran Los Panchos— y con unos ojos negros, de mirada profunda. Vivía prácticamente sola, ya que sus padres habían desaparecido, aunque tenía de vecinos a un par de ancianos que estaban muy atentos de ella. No puedo negar que su naturalidad y simpatía me conquistaron.

En mi primera visita le pregunté de sus estudios, pensando que había cursado al menos la primaria o la secundaria. Me dijo que no había ido a la escuela, que no sabía leer y que lo único que contaba eran las gallinas, los huevos y las verduras que vendía en la cabecera municipal. ¿No te gustaría aprender?, le dije y con esa sonrisa luminosa, brillante, me dijo que sí.

Empecé con el abecedario que le fui mostrando en un catecismo que llevaba en mano y con hojas sueltas de una libreta en donde solía anotar detalles de los pueblos que visitaba. Un viejo maestro me había dicho que el “método fonético” era el mejor y así procedí. Las letras y sus sonidos engarzados los fui relacionando con el mundo en el que ella vivía: pa-to, co-co-drilo, pan-ga, Cris-to ne-gro. Aprendió muy rápido.

La primera frase entera que leyó fue de un libro que cargaba en mi mochila, Las aventuras de Tom Sawyer, de Mark Twain. El día que terminó el primer parrafito, se emocionó sobremanera: “La mayor parte de las aventuras relatadas en este libro son cosas que han sucedido: una o dos me ocurrieron a mí; el resto, a muchachos que fueron mis compañeros de escuela”.

Emocionada, corrió a abrazarme, a pesar del rubor de mis mejillas. “Yo sé que a ustedes no los podemos abrazar”, me dijo, sabiendo mi condición de religioso, “pero no pude evitarlo”, señaló sonriente. A partir de ese día María José no pudo parar. Se convirtió en una lectora voraz. Quería leer de todo. Se leyó el catecismo completo y pasó a algunos otros libros religiosos y sobre todo a cuentos y novelas que le fui acercando.

El día que me despedí de ella me volvió a abrazar. Esa vez fue un abrazo largo, profundo, que me cimbró. No pasó nada, desafortunadamente, pero me tocó el rostro con mucha calidez y me dijo algo que hasta la fecha recuerdo: “no sabía que las palabras escritas pudieran decir tanto; gracias por enseñarme este camino, gracias por abrirme esta ventana al mundo”.

Etiquetas: columna
Noticia anterior

Caso Herviz: ¿Ataque o accidente?

Siguiente noticia

Visita el Museo Espacio y disfruta de las exposiciones que ofrece

RelacionadoNoticias

Miguel Valera

“Más que un político soy un ser humano”: Humberto de Jesús Sulvarán López, Magistrado del Tribunal de Disciplina Judicial

29 octubre, 2025
Miguel Valera

¿Van de verdad por el presunto fraude de las cámaras de videovigilancia de COMTELSAT y el ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares?

27 octubre, 2025
Miguel Valera

El impacto de las lluvias en el PIB será limitado, considera estudio de Banamex

24 octubre, 2025
Miguel Valera

Agradece Rafael Vela Martínez el apoyo del secretario de Gobierno Ricardo Ahued Bardahuil a la “Red Universitaria en Defensa de la Legalidad”.

23 octubre, 2025
Miguel Valera

“He sido profesora, activista y servidora en el Poder Judicial; no soy política”, nos dice la Magistrada Rosalba Hernández Hernández

21 octubre, 2025
Miguel Valera

Veracruz no cuenta con un marco legal que impida la corrupción, reconoce la Auditoria Delia González Cobos

17 octubre, 2025
Siguiente noticia

Visita el Museo Espacio y disfruta de las exposiciones que ofrece


[video width="300" height="170" mp4="https://indicepolitico.com/wp-content/uploads/2024/02/poder_por_poder.mp4"][/video]


  • Antonio Ortigoza Vázquez

    Confidencias de mi amigo, don Jorge Márquez, ante las falaces versiones de Carolina Viggiano

    0 compartidos
    Compartir 0 Tweet 0
  • Fraude del Seguro de Siniestros, se suma a la venta de helicópteros y otros delitos más, de Martiniano

    0 compartidos
    Compartir 0 Tweet 0
  • El vuelo truncado del AIFA

    0 compartidos
    Compartir 0 Tweet 0
  • México necesita una nueva ruta: transformar los programas sociales en motores productivos

    0 compartidos
    Compartir 0 Tweet 0
  • El gobernador, Julio Menchaca, revela fraudes en la contratación de seguros para desastres naturales

    0 compartidos
    Compartir 0 Tweet 0
Indice Político | Noticias México, Opinión, Internacional

Francisco Rodríguez

Información y análisis. ¿Quién a la baja? ¿Quien al alza? La Bolsa de ¿Valores? de la política "a la mexicana"

Síguenos

Lo más reciente

El paquete económico de Sheinbaum, para el fracaso

Indignación nacional por Carlos Manzo

El negocio de la democracia

Herencia maldita

¿Cantará Hernán Bermúdez Requena?

Es tiempo de mujeres firmes, no de espectadoras

  • Aviso de Privacidad
  • Índice Político | Noticias México, Opinión, Internacional, Política

© 2020 Todos los derechos reservados. Indice Político.

Sin resultados
Ver todos los resultados
  • Nacional
  • Política
  • Economía
  • Cultura y Espectáculos
  • Internacional
  • Deportes
  • Justicia
  • Salud

© 2020 Todos los derechos reservados. Indice Político.