Por Deborah Buiza
No todo merece tu atención ni tu reacción. ¿Te has dado cuenta? A mí me pasa que se me olvida y necesito reenfocarme cuando me disperso en cosas que no me aportan nada. No siempre me doy cuenta a tiempo, sino hasta que estoy navegando en aguas que no me llevan a ninguna parte. ¡Pocos los recursos y los pierdo en banalidades y nimiedades!
¿En qué enfocas tus esfuerzos y recursos? ¿Tienes claro tus prioridades?
Vivimos en un mundo que es como un anuncio luminoso cada vez más llamativo, que nos distrae y nos atrae en todas direcciones, un mundo en el que abundan los cantos de sirenas que podrían hacer naufragar nuestro barco con tanta facilidad.
¿Qué es lo importante para ti? ¿Haces algo por lo que te importa cada día?
A menudo decimos que nuestra familia es lo importante, pero les dedicamos poca atención. Decimos que nuestra carrera profesional es clave, pero no nos preparamos ni trabajamos para mejorar. Decimos que somos nuestra prioridad, pero nos dejamos al último. Decimos que la paz es fundamental, pero nos dejamos arrastrar por situaciones que nos la roban…
¿A qué le dedicamos realmente el tiempo que tenemos? ¿Nuestras acciones y decisiones en que se enfocan?
Lo que construimos cada día es lo que importa, no lo que decimos que haremos o lo que fantaseamos que nos gustaría que sucediera. Es fácil distraerse, ya que el mundo es interesante y lleno de novedades, pero con más frecuencia de la que podemos y queremos aceptar nos pasa como a Pinocho, que quería ir a la escuela y acabó en La isla de los juegos.
Nos distraemos con facilidad, perdemos el rumbo y cuando menos nos damos cuenta, ya estamos lejos de lo que queríamos, en ocasiones tan lejos que resulta difícil redirigir el camino de nuevo.
¿Qué te ha distraído de lo que es importante para ti?
No podemos esperar a que alguien nos llame la atención o nos guíe de vuelta al buen camino. La vida que queremos requiere nuestra intención, atención, enfoque y disciplina. Es fundamental trabajar en nosotros mismos para darnos cuenta cuando nos estamos desviando, perdiendo el tiempo, poniendo atención o reaccionando a cosas que no nos aportan nada.
Y tú, ¿podrías eliminar lo que te distrae de la vida que quieres experimentar?