Lilia Arellano
“Toda la ley se cumple en una sola frase: amarás a tu prójimo como a ti mismo”: Biblia
• Norberto Rivera en la mira
• Líneas de investigación citan ilegalidades y abusos
• Shulenburg, descubrió la venta de la Guadalupana
• Asuntos Religiosos en Gobernación guarda silencio
• “Una golondrina no hace verano”, menos en la SSP
Octubre 23, 2018.- La supuesta intención de robo a la casa del Cardenal Norberto Rivera Carrera, tiende a destapar otro asunto tan oscuro como el del padre Marcial Massiel y los Legionarios de Cristo. Hasta donde se ha investigado, el prelado recibió desde antes de recibir la orden del Vaticano para su retiro, una serie de amenazas las cuales decidió no hacer públicas ante su permanente ataque a los grupos de izquierda, particularmente al PRD por su determinación de permitir el aborto y aceptar todas las prestaciones de ley así como los matrimonios entre parejas del mismo sexo. Como se recordará no es el ataque a su mansión de residencia el primero, hubo ya otros a los vehículos en los cuales se trasladaba, inclusive viajaron en ellos miembros de su familia quienes pasaron grandes sustos.
Los sujetos que pretendieron dar muerte al Cardenal se trasladaron en sendas camionetas cuyas placas fueron sobrepuestas. En el enfrentamiento con los guardias de seguridad de la mansión uno de ellos resultó herido, sus compañeros lo levantaron y lo trasladaron a un hospital ubicado en la zona llamada Lomas Verdes en el Estado de México. Uno de los guardias murió. El atacante hospitalizado responde al nombre de Pavel Sánchez González y tiene 33 años de edad, según declararon sus familiares. Otros dos cuyas edades fluctúan entre los 30 y 35 años están siendo buscados y no será difícil identificarlos después de haber proporcionado Sánchez González las características suficientes para la elaboración de retratos hablados.
Sin poder considerar como oficiales sus declaraciones, nos revelan encargados del caso quienes nos solicitaron el anonimato, se sigue una línea de investigación cuyos inicios datan del enfrentamiento de este prelado con el ex abad de la Basílica de Guadalupe Guillermo Shulenburg Prado, al conocer éste último sobre los arreglos de Rivera con grupos orientales interesados en hacerse de la marca y los derechos de “María de Guadalupe”, “Guadalupana”, “Virgen de Guadalupe” sin levantar escándalo, a las calladas, en lo oscurito y una vez habiendo cabildeado con gran parte de la estructura eclesiástica nacional y en el Vaticano mismo.
Tanto en la Basílica como fuera de ella se sabía no existía un registro de marca, ni siquiera de derechos de autor, nada de nada y cuando el tema se abordaba causaba risa porque nadie imaginaba existían quienes se atreverían a arrebatarle semejante símbolo religioso, considerado también ícono de identidad, al pueblo de México. Apuntan a la venganza de grupos religiosos radicales quienes al saber la fortuna recibida por Rivera a cambio de apaciguar los ánimos e inclusive entregar justificaciones y porcentajes al Vaticano por ceder la explotación de nombre e imagen a los chinos.
Sumaron a su animadversión el “perdón” otorgado a cerca de 50 sacerdotes denunciados por pederastas. Aunque no han dejado de seguir puntualmente todo lo relacionado con la estafa llevada a cabo en la venta de urnas a sobre precio dentro de la vieja y la nueva Basílica de Guadalupe. Las cuentas por muchos motivos no le cuadran al Cardenal quien ha guardado un sospechoso silencio en torno al ataque recibido y a las amenazas permanentes lanzadas a su persona e inclusive a miembros de su familia.
No pertenecen los atacantes a las grandes mafias, sin embargo, quienes los contrataron sí y se habla también del lavado de dinero producto de la venta de estupefacientes y otras actividades delictivas llevado a cabo por organizaciones y hasta empresas amparadas en el clero. Las expresiones de otros Cardenales llevan también a esta línea de investigación: “una vez entra el dinero a las urnas, se purifica”. Siguen sin ser controlados los ingresos y los egresos eclesiásticos y si bien se mantiene la línea de seguimiento a supuestos depósitos rumbo al Vaticano, nada se sabe de todos los edificios supuestamente entregados al Estado y menos aún cuando éstos terminan siendo también escriturados a grupos formados dentro de la misma Iglesia; se desconoce cuántos de los terrenos que primero son invadidos y en ellos construyen, levantan, capillas, iglesias, parroquias para exigir después su legalización y, obviamente, escrituración.
El caso del Cardenal Rivera amenaza seriamente a la Iglesia Católica no solamente por revivir anteriores escándalos, sino por los nexos que supuestamente se guardan en la actualidad con grupos delictivos y con otros causantes de graves ilícitos. También la oficina de Gobernación dedicada a los asuntos relacionados con las religiones ha guardado un más que sospechoso silencio. Se dice éste es producto de las buenas relaciones guardadas con todos aquellos ex presidentes necesitados de anulaciones matrimoniales y a quienes se les solicitó en su momento protección para los sacerdotes abusadores.
Esto apenas comienza y no creen, quienes investigan, se hará pública la verdad a no ser que, exista la voluntad política necesaria para que les permitan llegar al fondo; por ahora siguen estas líneas de investigación y no dudan en expresar: “a la espera de recibir órdenes de parar y no moverle más a tan espinoso asunto”.
PRIMEROS ENFRENTAMIENTOS
Justo cuando se supo de la negación sobre la existencia de las apariciones de la Virgen de Guadalupe y del mismo Juan Diego comenzaron los enfrentamientos entre ambos prelados surgidos de las clases económicas más humildes. 33 años permaneció Shulenburg al frente de la Basílica e inclusive fue el primer encargado de la construcción del nuevo recinto Mariano. Tres meses tardó el Papa Juan Pablo II en enterarse de las declaraciones del Abad hechas a la revista italiana 30 Giorno en la cual señalaba: la existencia de Juan Diego era “un símbolo y no una realidad”, y encendió los ánimos de la cúpula religiosa al asegurar que la imagen de la Virgen de Guadalupe era “producto de una mano indígena y no de un milagro”.
El entonces Arzobispo Primado de México, Norberto Rivera, se lanzó a criticar severamente el manejo económico y administrativo de la Basílica, defendió a capa y espada la existencia de Juan Diego, las apariciones de la Guadalupana y propicio la caída de Shulenburg. Incluso en el CEM se llegó al extremo de cuestionar el manejo de los recursos de la Basílica y de nada sirvieron los argumentos esgrimidos por el responsable de éstas a quien sujetaron a otro escándalo al dar a conocer la lujosa vida que llevaba y la cual, aseguraron, era producto de lo depositado por miles de feligreses en las urnas y como aportaciones para el nuevo recinto.
En el presente, un prelado yace plácidamente y quienes mantuvieron amistad y cercanía puntualizan en lo vacío que se encuentra el recinto consagrado a Juan Diego; comentan: “por algo será”. En tanto el gran enemigo de Shulenburg permanece con custodia permanente y sin saber, de todo lo registrado a través de su larga existencia, porque se le persigue y ataca.
DE LOS PASILLOS
Jesús Alberto Capella, titular de la Secretaría de Seguridad Pública en Quintana Roo, hizo todo un espectáculo a través de las redes dando las gracias, reconociendo labor de equipo de la Fiscalía, de los federales, de las Fuerzas Armadas, de la Marina, de todos los involucrados en la protección ciudadana, por el rescate de la joven universitaria. En efecto, es de festinar el regreso de la estudiante al seno del hogar, sus padres deben estar contentos y suponemos agradecidos con los elementos participantes en la investigación y la devolución de la paz a sus hogares. Sin embargo no es a don Chucho a quien le corresponde lanzar tantos agradecimientos, una golondrina no hace verano y la situación de inseguridad es tan grave en Cancún, en todo el municipio Benito Juárez, en Solidaridad y particularmente en la capital estatal, que es imposible intentar cambiar la opinión ciudadana por un solo logro en el cual, por si fuera poco, apenas si se justifica una pequeña parte del salario de los participantes y queda pendiente toda la suma entregada para que puedan cumplir con un deber, con una responsabilidad que todavía deja mucho que desear y lamentar.
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