No Pasa Nada
Por: Jesús Solano Lira
Bajado del ladrillo de la presidencia de la Cámara de Senadores, arrinconado por su residencia de 12 millones de pesos en Tepoztlán, Morelos, y humillado por el priista Alejandro Moreno, el senador de Morena, Gerardo Fernández Noroña, se metió en camisa de once varas, pero qué necesidad diría el clásico.
Y conforme pasa el tiempo, se le abren más frentes al legislador morenistas, ándale ese que como diputado en un mitin en el Zócalo en 2014, criticó la Casa Blanca de la esposa del presidente Enrique Peña Nieto, cuyo costo era de más de 130 millones de pesos en Lomas de Chapultepec. Ahí pobremente.
Ahora con el escándalo encima, a lo mejor Noroña se acuerda de esa fecha cuando iracundo grito: “¡Peña Nieto nos dice que no hay dinero para el pueblo, pero sí para la Casa Blanca de su familia! Esto es el colmo de la corrupción, un presidente que vive como rey mientras México se hunde en la pobreza”.
Y el que alegaba y criticaba privilegios ahora goza de ellos, el burro hablando de orejas, diría mi abuelita.
Es más, bravucón ante los cuestionamientos de cómo la adquirió, sostuvo: “no tengo obligación de ser austero”, quiúboles el plebeyo convertido en uno más de los mirreyes de la 4T, dejo en claro que no predica con la austeridad republicana ni con la miseria franciscana, y defiende a capa y espada la adquisición de su humilde vivienda.
A la ilegalidad de la construcción en una zona protegida, el nombre de la dueña, la falta de pago de impuestos, los derechos de los comuneros, ahora el nuevo frente es la presencia de la Guardia Nacional en su residencia de Tepoztlán, que, a decir del diputado local del PAN en Morelos, Oscar Daniel Martínez Terrazas, protege el inmueble del legislador de Morena.
Martínez Terraza, acusó a la Guardia Nacional de proteger el inmueble frente a las exigencias de los comuneros que cuestionan la legalidad de la compra.
Y como el chisme y el dinero son para contarse, ahí le va. El legislador local mencionó que comuneros de Tepoztlán intentaron ingresar a la zona donde se encuentra la casa de Fernández Noroña, para reclamar que es una zona de tierras comunales, y que elementos de la Guardia Nacional impidieron el paso a los inconformes.
La presencia de Noroña en Morelos, se convirtió en un dolor de cabeza para la gobernadora, Margarita González Saravia, a quien seguramente pidió ayuda el día del informe presidencial, luego de llegar con ella, tras brincarse las sillas de las filas que los separaban, lo que fue una clara y urgente señal de ayuda.
Sin embargo, pendenciero y fanfarrón como es, en un video reto a los comuneros a que intenten quitarle su casa:”‘Pasarán por encima… ¿de mí? Quiero verlo”, ayyyy nanita, es muy malo.
Ante la polémica que levantó la denuncia del diputado panista,
el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de Morelos, Miguel Ángel Urrutia Lozano, aclaró que la Guardia Nacional no vigila la casa Fernández Noroña en Tepoztlán, ni tampoco ha solicitado protección de las autoridades estatales de seguridad, con lo que desmintió lo dicho por el legislador del blanquiazul.
Fernández Noroña se metió en una camisa de once varas, de la cual se ve muy, pero muy difícil que salga, sin embargo, tiene el manto protector del gobierno federal, no por gusto de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, sino por la línea que le tiran desde La Chingada, y aplican el del No Pasa Nada.