Eduardo Sadot
La historia comienza en el panfleto oficial, un periódico pregonero de ser de izquierda cobrando por la derecha. El sustituto del “UNO MÁS UNO” de la época de estudiantes universitarios de los años setentas, ahí se leían las noticias serias con Raymundo Riva Palacio corresponsal entonces en Washington, todo lo aprendido entonces, esa generación se lo debemos a él, eso le da derecho a tener mal carácter, faltaba más.
Luego de la salida de grandes plumas como René Delgado y Luis de Alba por mencionar a bote pronto a algunos, pasaron al periódico que sustituyó al “UNO MÁS UNO” mismo que los universitarios conservan como fuente de información y que dan por hecho que es lo mejor del mundo. Muchos de aquellos periodistas permanecieron en ése nuevo proyecto, hasta que les convencieron un nuevo proyecto llamado “El Independiente” del que sostengo que fue una manera de sacar de la circulación a plumas críticas al sistema, durante las elecciones de entonces y luego el nacimiento del Reforma.
Pues resulta que la directora, de ese famoso periódico, preferido por la comunidad universitaria, se mantuvo solidaria y proclive al eterno candidato de izquierda obrador, ha sido tanta la cercanía y respaldo económico no solo del periódico que ése apoyo se extendió a la familia, surgió un compadrazgo que en la cultura nacional representan “los compadres de grado” de manera que al llegar a la presidencia el ofrecimiento de “ahora que soy presidente, lo que quieras comadre” y así fue. Primero le ofreció el INEGI pero no le interesó además, que ello le significaría al gobierno forzar nombramientos que antes de gobernar desconocía, ya saben, creyó que era monarquía no presidencialismo, igual que confundió la sala de juntas del avión con un comedor, prueba de ello fue la declaración de “que nadie gane más que yo” ignorando o pretendiendo desconocer que no era más allá, que el jefe de uno de los tres poderes pero no el jefe de todos los poderes, poderoso sí, pero limitado por la ley, aquella que tanto a molestado hasta provocar la famosa frase “y que no me venga con que la ley”.
Bueno al no consolidarse el INEGI se ofreció NOTIMEX, la agencia informativa gubernamental y la directora del periódico envía a “su representante ejecutora” San Juana, una mujer famosa por su insensibilidad, insolencia y prepotencia, solapada y alentada desde Palacio Nacional, por consideración, encargo y consejo de su comadre la poderosa y acaudalada directora del famoso medio. Tres voluntades tiránicas hoy; Palacio, el periódico y la directora de Notimex, han pateado los derechos de los trabajadores, de los periodistas sin que pueda resolverse el tema, además la presidencia no necesita a NOTIMEX, ya que como Luis XIV “la noticia soy yo” desde la mañanera, aunque pisotee la constitución, en su artículo 134 penúltima fracción, total, para qué sirven los treinta millones de votos, sino para eso.
Además de el derroche económico hacia la comadre, a todas luces ilegal, el trato hacia los periodistas de NOTIMEX, que antes de periodistas son mexicanos, pero cómo resolver, si con ello significaría deslealtad a la comadre, cuando creíamos que se privilegiaría el interés de la patria a los compromisos y preferencias personales no es así. Valdría la pena sugerir a quien lee los libros en palacio para platicárselos a “ya saben quién” que leyera a Laurence J. Peter y de Raymond Hull, su obra “El principio de Peter” para que se diera cuenta de lo que pasa en Notimex, ser buen periodista no necesariamente garantiza ser un buen director, de pasada también habría servido para que se entendiera que ser cercana al presidente no es garantía para que la Patria tenga una buena educación pública y secretaria de educación. La consigna es, estando en el poder, poco importan los mexicanos.
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