SENTIDO COMÚN
Gabriel García-Márquez
La falta de seguridad en las carreteras y autopistas es una preocupación que se ha ido intensificando, toda vez que han sido víctimas de la delincuencia tanto automovilistas como conductores de tráilers y autobuses.
En efecto este no es un problema nuevo, pero cuando todavía existía la Policía Federal de Caminos, había una mayor seguridad tanto para los conductores como para los pasajeros de los autobuses. La Federal de Caminos era una corporación respetada por el profesionalismo con que operaban en las carreteras más importantes del país. Ahora no hay en quien escudarse o a quién acudir en caso de accidentes o incidentes, toda vez que las patrullas de la Guardia Nacional comisionadas para vigilar las carreteras brillan por su ausencia y desconocimiento de lo qué se debe hacer para proteger a los automovilistas y choferes.
Muchas veces se ha anunciado que se incrementará el personal de seguridad en las carreteras, que se apoyarán en el uso de drones y que habrá un mayor número de patrullas recorriendo las autopistas, pero todo ha quedado en palabras y los usuarios de las autopistas siguen siendo asaltados, atacados y hasta asesinados en caso de no querer colaborar con los delincuentes.
Baste como ejemplo que en septiembre del 2023 sea anunció que se reforzaría la seguridad en la carretera de Ciudad de México, Puebla y Veracruz, incrementando el número de efectivos que se apoyarían en el uso de drones para disminuir los hechos delictivos como dicen que se logró en la Cuernavaca-Acapulco, algo totalmente falso, porque la delincuencia sigue haciendo de las suyas.
Este lunes de nueva cuenta las autoridades han reconocido que algunas carreteras importantes son inseguras y que la ola de inseguridad ha crecido, por lo cual se tomarán medidas emergentes para controlar esta ola de violencia que afecta a transportistas, especialmente en las carreteras que llegan a la Ciudad de México desde Querétaro o Puebla.
No es un secreto que los delitos en carreteras han ido en aumento y que se han registrado no nada más robos, sino también asesinatos y secuestros. La violencia ha rebasado ya los límites “aceptables”, si se les puede llamar así.
El gobierno dice que ahí está la Guardia Nacional cuidando las carreteras, pero la realidad es que la violencia no para y que por el contrario va en aumento, toda vez que los elementos de la Guardia Nacional no tienen la preparación para prevenir o evitar los asaltos carreteros y mucho menos para detener a los delincuentes que cada vez son más y más, sin que nada los detenga.
¿Qué harán ahora? Incrementarán el patrullaje en coordinación con la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), toda vez que la mala planeación en la realización de trabajos de mantenimiento en las carreteras permite que los delincuentes actúen al disminuir la velocidad los conductores y si a esto se le suma que ponen retenes donde lo único que provocan son larguísimos cuellos de botella poniendo en riesgo a los automovilistas.
Ahora de nueva cuenta, con bombo y platillo, se anuncia una nueva estrategia para proteger a los conductores en las carreteras, a lo que el presidente agrega que hay que usar los trenes de pasajeros, muy buena idea, si hubiera buenos trenes de pasajeros, porque ahora hasta el nuevo y moderno Tren Maya tuvo su primer tropiezo en que dejó varada a la gente por horas sin comida y sin agua.
En fin, ojalá que la nueva estrategia que se va a implementar funcione, porque la delincuencia actúa con toda impunidad en todas las carreteras y autopistas del país donde nadie está seguro. Ojalá volvieran a habilitar a la Policía Federal de Caminos, verdaderos guardianes de las carreteras.
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#PolilcíaFederalDeCaminos