Como usted sabe, la semana pasada, la presidenta electa anunció parte del que será su gabinete. Este no sería un tema internacional para esta columna, pero dos de los 6 designados podrían ser parte de la carta de presentación en caso de que en EUA la elección resulte adversa al partido de Joe Biden. Por lo general no opinamos sobre temas nacionales salvo que estén íntimamente relacionados con temas regionales o globales. Creemos que esta es una de esas ocasiones en las que, por acierto, error o por estrategia México tendrá un gabinete negociador para temas internacionales que esté a tono con las dos corrientes globales de integración supranacional con políticas globales verticales llamada “Nuevo Orden Mundial” y la de coordinación internacional con respeto a la identidad llamada “Nuevo Nacionalismo”.
En estas semanas la DEA, el embajador de EUA en México y varios políticos de EUA han hecho fuertes señalamientos con relación a la seguridad pública, al narcotráfico en México y sus efectos en el país del tío Sam. Todo esto no es gratis. Los tiempos son clave. Naturalmente es innegable que los problemas de seguridad pública en México han afectado a turistas o visitantes que vienen a nuestro país de paseo, de trabajo o a invertir al punto que hace unos días se suspendió la exportación de aguacates por los ataques que sufrieron inspectores de agricultura de EUA que visitaron Michoacán. Esto al mismo tiempo en que en nuestro país se da el debate por la reforma Judicial y plantas de autos como Nissan presionan y amenazan con cerrar algunas plantas. Naturalmente hay un componente nacional innegable que sabemos y podemos leer en todos los medios locales, pero los tiempos de EUA también juegan en este momento.
Como usted sabe hace 15 días la elección del parlamento europeo mandó una fuerte señal a los partidos llamados progresistas de izquierda o de centro del G7 y de la UE. Los electores votaron por partidos que ofrecían soluciones a problemas económicos, energéticos y migratorios. En su mayoría estos partidos eran de una supuesta derecha, pero también los partidos de izquierda que ofrecieron soluciones a estos tres temas ganaron. Es decir, aunque se percibe como un tema de derecha vs izquierda no es así. Es un tema de soluciones a problemas evidentes. En ese orden de ideas los EUA están a menos de 5 meses de la elección general y 4 días del primer debate presidencial del que hablaremos la semana próxima.
Dicho sea de paso y como nota en México no hubo elección de partidos de izquierda vs derecha sino de modelos sociales con diferencias en regulaciones a la iniciativa privada pero ambas propuestas eran progresistas ambas en general pro Biden tal vez la del PRIAN más pro Biden quien es de izquierda que la de Morena, pero muy similares.
Así las cosas, tres, pero en particular dos de los 6 secretarios designados por la presidenta Electa tendrán una relación directa con sus contrapartes globales y en especial y de forma muy regular con sus contrapartes en EUA y Canadá. Nos referimos obviamente a Marcelo Ebrard como secretario de Economía, Juan Ramón de la Fuente como Canciller y en menor medida la actual Canciller y futura sria. de Medio Ambiente Alicia Bárcena. Los currículums de los tres son impresionantes al menos en papel y por la razón que sea parecen estar alineados con las políticas globales progresistas y ambientalistas que enarbola Joe Biden, pero al mismo tiempo y tal vez por si las dudas, la experiencia personal de Ebrard y de Juan Ramón de la Fuente pueden ser útiles en caso de que Trump gane.
Para poder analizar el posible efecto de la elección en EUA debemos recordar algunos aspectos relevantes del pasado reciente y nuestra relación con ese país. Tomemos como base el 2016 es decir el año de la campaña entre Hilary y Trump. México es el principal proveedor de los EUA vía el TMEC que Trump impulsó para sustituir al TLC. Así las cosas, los temas cotidianos, aunque no los únicos son la migración, el comercio, la inversión extranjera y el flujo de dinero que afecta el tipo cambiario, la inseguridad y ahora se suma el tema de energías alternativas llamadas limpias. Hablemos primero del tema de comercio a mediano plazo que además de las mercancías también afecta el tipo de cambio y la inversión. El TMEC tiene una cláusula que indica que se debe revisar en el 2006 y podría extenderse por 16 años más o dejar de existir así de simple. Todos recordamos que cuando Trump ganó el gabinete de Peña decía que cambiar el TLC era imposible y que Trump no se atrevería. La historia mostró que estaban mal. El TMEC fue negociado por parte del equipo saliente de Peña y cerrado por el gabinete y Senado entrante con AMLO. Veamos, si gana Joe habrá menos drama público en la revisión y podríamos obtener una ampliación de 16 años que también permite el texto del actual tratado. Pero que sea Biden presidente o Kamala en caso de que por su edad y razones de salud Joe deje la silla al día siguiente de entrar en funciones para su segundo periodo, no garantiza una renovación sin problemas o exigencias por parte de EUA. Es verdad que las exigencias serán menos públicas con Biden-Kamala, pero la historia muestra que existirán y podrían ser igual o más fuertes que las de Trump solo que nos las dirán de bonito modo y claro mezclado declaraciones públicas y privadas.
Si gana Biden debemos recordar que el actual embajador y el propio presidente de EUA no olvidan que AMLO y por consecuencia Ebrard tardaron mucho en felicitarle cuando ganó en el 2020 porque como sabemos la verdad sea dicha Trump y AMLO se llevaban bien a pesar de las profundas diferencias ideológicas, por lo que Marcelo deberá ser cuidadoso y tal vez dejar que el canciller y otros integrantes del gabinete tengan roles más activos sin dejar de ser el responsable final. De todos modos, recordemos que Marcelo tiene amigos en el partido demócrata incluida la muy poderosa Hillary Clinton a quien ayudó en su campaña fallida del 2016. Ahora que si gana Trump es innegable que Marcelo es una carta a favor y los más pro ONU como la actual canciller Alicia Bárcena y el futuro canciller deberán ser menos protagonistas ya que sus políticas se alinean más con las de Biden.
En otra ocasión hablaremos más a detalle de los puntos de comercio, seguridad, migración y energía que arriba señalamos, pero es evidente que si gana Biden la relación será más en el sentido de continuar con una migración masiva a través de nuestro territorio rumbo a USA y en el sentido de organismos supranacionales con facultades ampliadas a la ONU como las de la OMS mismas que se copiarán como facultades ampliadas a los presidentes y a los gobernadores. Si gana Trump las presiones serán para cerrar el flujo migratorio y evitar que China utilice al TMEC para sentar casa en México y desde aquí enviar productos sin impuestos a ese mercado. Pero el tema de inseguridad será utilizado por ambos para presionar a México y claro sacar concesiones en todos los campos. Nuestro tipo de cambio se verá afectado en consecuencia, no olvidemos que el dólar bajó de casi los $25 pesos por dólar a menos de $17 pesos en este sexenio lo que es inédito en nuestra historia cambiaría.
El tema energético y del agua será realmente interesante, en especial porque es el mero mole de la nueva presidenta de nuestro país. Biden quiere una transformación acelerada en pro de autos eléctricos y de la salida de cualquier combustible fósil Trump quiere utilizar todas las energías incluida la nuclear. México con AMLO utilizó petróleo como Trump y ha habido un desarrollo de parques solares, pero veremos si la Dra. Claudia le invierte a todo o solo a una parte en especial porque las políticas de izquierda progresista de que el gobierno sea dueño de todo o de altos impuestos y regulaciones, dificultan la inversión privada en áreas de oportunidad.
El tema de la inseguridad y el narcotráfico también es un tema de política que se ve con los americanos, si gana Biden podemos esperar la clásica política de presión, pero permisiva ya que en EUA es evidente que las drogas no solo se permiten, sino que hasta se fomentan en las ciudades gobernadas por los demócratas. Si gana Trump veremos una presión fuerte para bajar el flujo de drogas e incluso presiones bancarias y comerciales para perseguir a los traficantes incluso con agentes de EUA en Mex. Finalmente, ambos Joe y Trump deberán hacer algo con los más de 22 millones de personas sin documentos migratorios que habitan en su país y eso también será parte de la relación bilateral en especial porque ni Demócratas ni Republicanos han dado un trato preferente a los mexicanos a pesar de ser vecinos.
Hoy a meses de la elección de EUA y a meses de que la presidenta Claudia Sheinbaum entre en funciones podemos asegurar que si gana Biden el ala izquierda del gabinete se fortalecerá mientras que si gana Trump Marcelo y el ala más de centro será vital para la relación. No descartemos cambios de gabinete como fue con Peña y con AMLO a consecuencia de las elecciones del 2016 y del 2020. Tal vez no se haya leído la letra pequeña en el anuncio Presidencial, pero las designaciones de la semana pasada están sujetas a lo que suceda en Washington el mes de noviembre.
Por lo pronto reiteró que, por acierto, error, por visión o por compromisos de partido las designaciones de Marcelo, de Juan Ramón y de Bárcena le permiten a la presidenta Sheinbaum la posibilidad de un diálogo con los dos modelos político-económicos que se están disputando el mundo. Pero nada es gratis en este mundo y Joe B es el presidente de EUA y como tal pedirá o presionará a AMLO y al equipo de Sheinbaum para que le ayuden con el voto chicano en la elección. Esto es como siempre un volado porque si gana Joe pues le habríamos atinado, pero si pierde seguro nos la cobrarán y ahí es donde Marcelo cobraría más valor.