Claudia Rodríguez
El nuevo modelo educativo que se implementaría a partir del año lectivo 2018-2019 y que fue presentado por el presidente Enrique Peña Nieto y el titular de Educación Aurelio Nuño, no es más que una promesa electorera con su dosis de extorsión clara por el voto en favor del candidato priista a la Presidencia, sea cual sea.
El evento que ya tiene una gran promoción mediática y que se realizó ayer lunes, en Palacio Nacional, promete un modelo educativo casi como el finlandés pero en México.
Pese a que hasta ahora la Reforma Educativa aprobada en 2012 no ha dado los frutos señalados, como el aumentar la calidad de la educación básica, la cual debe reflejarse en los resultados de las evaluaciones internacionales como la prueba PISA, en la que hemos obtenido las peores calificaciones entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), incluso, claro, porque no, el último lugar; ahora resulta que con los mismos recursos humanos, la misma precariedad de las escuelas y aún sin que todos los alumnos de primaria y secundaria cuenten con sus libros de texto porque la Comisión Nacional de Libro Gratuitos (Conaliteg), tiene cada vez menos presupuesto para producirlos, se promete un nuevo modelo educativo exitoso, del que nos dice Aurelio Nuño, los educandos dejarán de memorizar y ahora aprenderán a aprender y en donde se privilegien, dice Nuño, las habilidades socioemocionales y el idioma inglés.
Hace ya tres semanas el titular de Educación Pública, señaló que el nuevo modelo educativo daría frutos en 40 años, pero ahora afirma que en apenas una década se verán resultados favorables.
Y no es que se critique per se, un proyecto en pro de la educación en México, pero cuando todo está en papel y los recursos económicos, humanos, materiales y hasta la condición de pobreza extrema en la que se encuentran un gran número de planteles educativos, muestran que la realidad no da para cumplir lo que se promete, entonces se ciernen las dudas y las sospechas.
Todo se trata de la promoción del voto hacia el PRI, más que la verdadera decisión de dar un vuelco positivo al sistema educativo, y se comprueba cuando Aurelio Nuño señala que de llegar un gobierno distinto al actual, la transformación educativa corre riesgos.
Por eso se insiste, este nuevo modelo educativo en papel, no es más que una promesa electorera con su dosis de extorsión clara por el voto en favor del candidato priista a la Presidencia, sea cual sea.
Acta Divina… “Y si por alguna razón llegara un gobierno que no comparte o que no está de acuerdo con esta transformación educativa, y no pudiera hacer cambios legales, pero decidiera dejar de trabajar en favor de la reforma, la puede meter en muchos problemas”: Aurelio Nuño, secretario de Educación Pública.
Para advertir… Se promocionan con el poder de su trono, violando todas las leyes electorales frente a un Instituto Federal Electoral (IFE) complaciente.
actapublica@gmail.com