Aurelio Nuño Mayer, ya no es más el poderosísimo jefe de Oficina de la Presidencia, es ahora el secretario de Educación y aunque la cercanía con el presidente Enrique Peña Nieto no se verá mermada, es un hecho que ahora estará más que expuesto ante la opinión pública y no sólo frente a quienes siguen más a los políticos que a los eventos torales de la vida social de los mexicanos.
Nuño quien recién instrumentó el desmantelamiento del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) y con esto se le dio un golpe brutal a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), por oponerse a la evaluación magisterial, tiene ganada una batalla en lo que se refiere a la instrumentación de la reforma educativa, pero para nada tiene amarrado el éxito de la misma en este mismo sexenio.
El recién estrenado titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), antes instrumentador y sensor entre otras cosas de la política de comunicación del Gobierno federal, sin duda aspira a que los grandes estrategas de Peña Nieto fallen al final en su gestión y aceptación –Videgaray, Osorio y ahora también Beltrones— y tenga así una oportunidad franca para aspirar a la candidatura priista rumbo al 2018, aun cuando rebase a su mentor que despacha en Hacienda.
No debe preocuparle a Nuño en sus aspiraciones, el que los estatutos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) –en el que milita, como nos dejó claro el ex dirigente priista César Camacho Quiroz–, señalen algún impedimento para para ser candidato presidencial, eso se arregla con acuerdos políticos o imposiciones, lo que debe preocuparle a Nuño es su tarea y desempeño político al frente de la SEP, pues será su plataforma o su ruina.
Debe saber Nuño ya, que nadie quiere sangre; pero es terrible escucharlo en los medios de Radio, Televisión y Digitales en su papel de titular de la cartera de Educación, desplegando un discurso o varias respuestas en las que las muletillas verbales afloran más que las estrategias.
Nuño no tiene más el calor de Los Pinos, ni la vista del piso más alto de la política mexicana. Ha descendido a la pelea difícil de la tarea gubernamental como funcionario de una de las secretarías en las que igual el jefe de su jefe, se juega gran parte de su popularidad y aceptación.
Acta Divina… El nuevo titular de la SEP, Aurelio Nuño señaló que no tiene otro futuro que cumplir más que su tarea al frente de esa dependencia.
Para advertir… Hoy el día de Peña Nieto. Ni siquiera se atreverá a defender lo indefendible. Popularidad a la baja.