De acuerdo al frankreport.com –que ha dado seguimiento puntual a las actividades ilícitas de la secta NXIVM y a la aprehensión de sus principales líderes–, no hay duda de que el FBI tiene muchas evidencia de los crímenes de Emiliano Salinas Occelli. “Hasta ahora no han apretado el gatillo. Tal vez nunca lo acusen. Hay más en esta historia, mucho más por seguir. Si estoy en lo cierto, implica armas, tráfico de personas, contrabando de efectivo a granel y drogas.
“En el centro está Carlos Salinas, y la mafia de Arizona –encabezada por Janet Napolitano–, con enlaces a Keith Raniere, Clare Bronfman, Lauren Salzman, Emiliano Salinas, Alejandro Betancourt, Edgar Boone, Omar Boone, Christine Collins, Karen Unterreiner, Nancy Salzman, Kathy Russell, Karen Abney, Farouk Rojas, James Del Negro, Esther Chiappone Carlson y Sara Bronfman.”
En la misma página a cargo de Frank Parlato se dice que Raniere y su grupo habrían sido utilizados como fachada para negocios de droga y lavado de dinero. Hoy enfrenta cadena perpetua, “mientras que el hijo de uno de los mayores criminales en el mundo de hoy camina libre por el mundo”. Incluso se distanció públicamente de Raniere, fingiendo que no sabía nada sobre los crímenes sexuales o el marcado de mujeres con un hierro candente.
“Los federales tienen indudablemente más pruebas de crímenes contra Bronfman, y mucho sobre Emiliano. Están sucediendo muchas cosas detrás de escena en este momento…”
Martin Urieta besa la mano de Víctor Flores
Con pena ajena, cuentan por los rumbos de Buenavista que, por lo menos en tres ocasiones, en público, el cantautor Martín Urieta ha besado la mano de su protector Víctor Flores, cacique de lo que queda del Sindicato de Ferrocarrileros. “♪ Hoy tienes que saber que yo estaré siempre contigo / te propongo que vengas y te apoyes de mi mano /
yo sabré darte dicha como amante como hermano♫”, parece que le compuso.
— Claro que tiene razones para besarle la mano –dice a Balconeando un líder sindical que lucha contra el charrismo–, le da mucho dinero, lo mantiene, le ha regalado cuando menos tres camionetas de lujo.
Al frente del gremio ferrocarrilero desde 1995, Flores es acusado de haber entregado el sistema a Ernesto Zedillo para que fuera privatizado –de lo que el mismo ex presidente se benefició–, lo mismo que del saqueo del fideicomiso para la jubilación en el proceso de privatización de FNM entre 1995 y 1996, la ficticia venta de casas del Infonavit en Azcapotzalco y Tlalnepantla en 2001, y el fraude a pensionados de Empalme, Sonora en 2006, entre otras ¡14 mil denuncias!
Pero Flores es la fachada. El verdadero poder lo ejerce Javier Ismael Santos Loyo quien mueve al “líder” como su títere o marioneta. Este individuo se ha hecho multimillonario. Ni siquiera es ferrocarrilero, pero ocupa una cartera en el CEN del STFRM como secretario Nacional por Oficinas, Él se encarga de negociar los contratos colectivos de trabajo con la empresas beneficiarias de la privatización.
Santos Loyo, cuentan, se divierte con los excesos de Flores. Mujeres, nutridas escoltas, relojes de oro con diamantes, cadenas de oro de 2 a 3 kilos de peso colgadas al cuello…
Mientras, don Javier Ismael es quien se lleva la tajada del león.
A ver si esa relación no termina a balazos, como ya sucedió en 1973, cuando arteramente asesinaron a Praxedis Fraustro Esquivel, el secretario general del sindicato que estaba en funciones.
“♪Soy hijo del dolor, de los placeres y el pecado / que puede reprochar un trovador de tu pasado / si sabes que el destino de bohemios y poetas /
es rodar por el mundo sin prestigios ni parejas♫”, canta Urieta a Víctor Flores.
Luego le besa la mano.