La fiesta es grande. El Empire Estate se pinta de azul. Times Square jolgorio.
El elector, a pesar del frío, salió a votar, sin descontar los inconvenientes. Sistemas fallos, escasez de gasolina, de electricidad, alimentos, agua, consecuencia del huracán Sandy. Desde temprano largas las filas a taclear a los republicanos. Dos o tres horas de espera no impidieron votar. Es un mejor amanecer para Estados Unidos, para el mundo…
12:49 AM. Los números hablan por si mismos. 303 votos electorales, para el presidente Obama, de 270 necesarios para ganar. La cueva de Romney, con 203, no concede la victoria aun. Rara situación. Cuentan a Ohio, estado clave, como si no contara la diferencia abrumadora de 100 votos
12:59 AM, Mitt Romney con un discurso “enternecedor”, acepta, felicita a Barack Obama, a Michelle, la primera dama, a sus hijas. Sin decir con todas las letras, desea una mejor economía, a su modo, la de Wall Street, la cual contrata países emergentes, sin mirar a casa. ¡Uf!
El Congreso, en la batalla, la casa de representantes republicana da la pelea, el senado más cercano a la mayoría demócrata, 55 vs. 44, falta uno
Qué aporreo al Tea Party, a la derecha a ultranza, al 2%.
El ser común desaloja al republicano. Los electores que hicieron la diferencia; los Jóvenes; los Baby Boomers; los Afroamericanos y los Latinos. Hartos de mantener a una pandilla de aguzados, ocultos en los pocos huecos que cede la ley financiera.
El presidente Obama, hizo lo posible por cerrar esos huecos. Lo mas representativo es el voto de los jóvenes filiados a la izquierda moderada, y los latinos a la espera de la reforma inmigratoria, se la jugaron, tal vez, éste segundo término cumpla la promesa cuando fue candidato en contra de McCain.
La fiesta en Times Square solo es comparable al año nuevo, todos dormiremos mejor a ayer.
Resta escuchar el mensaje de Obama.
1:30AM. El país es mas caritativo, solidario con las voces que desean democracia, acepta el desafío. La seguridad del voto permite hacerlo mayor hombre de estado.