Documental Político
Emilio Trinidad Zaldívar
Donald Trump sabe que ella es nada más la encargada del despacho, el rostro del autoritarismo, de la sonrisa burlona, de la soberbia, de la arrogancia, la mensajera de a quien le ha resultado más cómodo gobernar el país desde esa finca llamada La Chingada. Desde ahí se expone menos pero procede con la misma eficacia de destrucción, de control, de sumisión de indignos representantes de los Poderes Legislativo y ya ahora Judicial.
Claudia Sheinbaum es solo una mala figura decorativa en Palacio Nacional. Condenada a hacer la voluntad y capricho de otro. Es la patiño, la marioneta, el frágil títere del payaso del circo y dueño de la mal llamada 4a Transformación.
A ella le va a explotar la acumulación de tanta estupidez, de tanta simulación, de tanto engaño y corrupción. De las pugnas internas. De una impunidad descarada, galopante, cínica y desatada.
El asalto a territorio mexicano por fuerzas especiales y muy bien armadas de Estados Unidos para acabar de una vez con los mimados y protegidos narcotraficantes, parece inminente porque no ven otra solución para evitar que las drogas crucen su frontera, y porque tienen claro que López Obrador es cómplice y beneficiario de ellos. Aquí no los van a perseguir. Los van a tolerar e ignorar.
De aquel lado del río Bravo ven a las bandas delincuenciales mexicanas como verdaderas fuerzas de terror, crimen y destrucción, pero para las indolentes autoridades de Morena, despreocupadas, no es terrorismo que México tenga más de 200 mil muertos por la violencia que desatan los cárteles de la droga que tanto procuran y protege el gobierno actual y el reciente pasado. Pueden poner bombas al paso de vehículos militares o soltarlas desde drones, masacrar familias, decapitar políticos y exhibir sus cabezas pero esos no son actos de terror.
Para muchos de aquí y otras latitudes del planeta, los narcos llevaron al poder a López Obrador, a Américo Villarreal, a Rocha Moya y a la misma Sheinbaum Pardo, y tienen alianzas con Cuauhtémoc Blanco, Evelyn Salgado, Alfonso Durazo, Adán Augusto López Hernández, Mario Delgado, Cuitláhuac García, Ramírez Bedolla, Víctor Castro y Marina del Pilar Olmeda, entro otros.
A varios de ellos les tienen la mira puesta en la Corte Suprema de la Unión Americana para detenerlos en suelo mexicano y procesarlos allá.
Donald Trump no pierde el sueño ni le preocupa que hasta el mismo López Obrador pueda ser enjuiciado por su complicidad y descarada protección a delincuentes, ofreciéndoles abrazos mientras ellos tiraban balazos y fabricaban opioides.
¿Caerán López Obrador, Rocha Moya, Américo Villarreal, Cuauhtémoc Blanco, Amilcar Olán, Zoé Robledo y los hijos del enfermo mental de Tabasco, el de Alfonso Durazo y el hijo de Guadalupe Taddei Zavala?
Sheinbaum Pardo está lejos de ser la cabeza del gobierno y del partido del gobierno y por ello, de controlar los pleitos y ambiciones desatadas entre Javier May y Adán Augusto López, de éste con Ricardo Monreal y de Monreal con Alfonso Ramírez Cuéllar, que llevarán al caos a su organización y a su gobierno. La debilidad de ella la aprovechará el racista presidente de Estados Unidos.
La ex jefa de Gobierno carece de liderazgo y por eso le tienen la medida. Imagina que avanza hacia esa Transformación que no mejora al país pero sí los bolsillos de diputados, senadores, gobernadores y funcionarios del gobierno federal emanados de Morena.
¿Qué han aportado al país además de ignorancia, ineptitud, clara improvisación, autoritarismo, deshonestidad, caprichos, ocurrencias, nepotismo, corrupción, simulación y brutal torpeza política?
Disfrazados de austeros han llevado a la corrupción a límites jamás vistos; han perdido el sector salud y la educación y nos han robado a instituciones públicas que solían ser freno o contrapeso ante los excesos de la autoridad.
Ha ganado la delincuencia y el crimen organizado y han perdido las madres buscadoras, los estudiantes, los empresarios y los emprendedores. Ganó una mujer sujeta a los caprichos de un hombre desquiciado y van perdiendo las mujeres que se creían por ella representadas.
¿Habrá ascenso y caída de un grupo de malhechores, asaltantes, ambiciosos sin escrúpulos que vieron en las arcas nacionales al mayor y mejor botín para hacer de las suyas sin el menor castigo?
¿Seguirán siendo premiados y aplaudidos por dividir, confrontar, robar y llevarnos al retroceso?
Ellos son la verdadera mafia del poder que está acabando con México.
Habremos de despertar.
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