Francisco Rodríguez
Los hermanos Luis y Miguel Ángel Osorio Chong echaron en medio a su muy próxima Nuvia Mayorga. La hidalguense aparece en los expedientes del escándalo Odebrecht –ahora mismo bajo una seria investigación por parte de la Fiscalía General de la República– como receptora de grandes cantidades de sobornos que, aparentemente, iban a ser inyectados a la campaña presidencial del mexiquita Enrique Peña Nieto.
Lo más probable, empero, es que parte de esos millones de dólares hayan ido a parar a las cuentas personales y bolsillos de los tres pachuquitas antes mencionados –Luis, Miguel Ángel y la propia Nuvia– y, claro, del bribón EPN.
La señora Mayorga, ligada sentimentalmente a los Osorio, ha negado haber recibido los recursos de la constructora brasileña y ha deslindado, incluso, al fallido ex secretario de Gobernación, no obstante que el involucramiento del ahora senador de la República –plurinominal; nadie votó por él– sí existe con Odebrecht, a partir de la entrega de terrenos para la frustrada refinería que se construtiría en Tula, Hidalgo.
En la campaña peñista de 2012, el atracomulca se comprometió a construir esa refinería y, en los siguientes 10 días de que Peña Nieto hizo público su compromiso, el departamento de sobornos transfirió casi un millón de dólares a una cuenta en el banco suizo Gonet et Cie, la cual ha sido ligada por los delatores de Odebrecht con Emilio Lozoya, quien en aquellos días se desempeñaba como coordinador de Vinculación Internacional de la campaña de EPN.
Nada extraña la coincidencia de fechas entre el anuncio de la refinería y las millonarias transferencias a Suiza. Un primer depósito a la cuenta de Latin America Asia Capital Holding se realizó el 23 de mayo de 2012 —a los tres días del anuncio en Pachuca— y una semana después se efectuó otro por 490 mil dólares. Al tipo de cambio de entonces, el pago equivalía a 13.5 millones de pesos. Cuando Peña asumió el poder, dejó de lado su promesa de construir la refinería y, pese a que ya se habían invertido 9 mil millones de pesos en obras preliminares y estudios de factibilidad para la nueva planta productora de combustibles, decidió sustituirla por la reconfiguración o modernización de la refinería ya existente en Tula, en la cual asignó por dedazo contratos a Odebrecht por 4 mil 323 millones de pesos.
Refinería para Odebrecht. Y EPN no les cumplió
Para adquirir los terrenos agrícolas donde se instalaría la refinería que Peña prometió a Odebrecht y que nunca llegó a construirse, el gobierno de Osorio Chong recibió, en julio de 2009, la autorización del Congreso de Hidalgo para contratar un crédito por 1 mil 500 millones de pesos, con un plazo para pagar de 12 años. La funcionaria encargada de gestionar los pagos a ejidatarios y administrar el financiamiento fue Nuvia Mayorga Delgado, secretaria de Finanzas.
Como es sabido, pasaron los años y la obra nunca inició. Apenas se levantó una barda alrededor de los terrenos. Osorio Chong dejó la gubernatura el 31 de marzo de 2011 y a los pocos meses se sumó a la preparación de la campaña presidencial del PRI, en compañía de su fiel escudera, Nuvia Mayorga.
En agosto de 2011, el entonces presidente nacional del PRI, Humberto Moreira, lo nombró secretario de Operación Política, una posición que fue clave para reconquistar el gobierno federal. A los dos meses, Nuvia fue designada en otra posición de primer nivel: la presidencia de la Comisión de Presupuesto y Fiscalización del Consejo Nacional del PRI, con injerencia en la gestión de ingresos y gasto de la elección de 2012.
Cuando en agosto de 2017 se reveló que Odebrecht había transferido 3 millones140 mil dólares en días de la campaña presidencial de 2012, la PGR inició una investigación para determinar si ese dinero había sido utilizado para financiamiento electoral. Y uno de los personajes bajo la lupa era Nuvia Mayorga, por su responsabilidad en el manejo del presupuesto del PRI.
La Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE) solicitó a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) un informe de las cuentas de Nuvia y los movimientos ocurridos en 2012, para integrarlos a la carpeta de investigación FED/FEPADE/UNAI-CDMX/1139/2017. La petición de los reportes bancarios se hizo en septiembre y al mes siguiente, cuando apenas estaba en proceso de entregarse la información, el fiscal Santiago Nieto fue removido de su cargo.
La pesquisa se frenó. Nuvia negó haber administrado cuentas relacionadas con el partido o con la campaña electoral de 2012 y alegó que sus atribuciones como presidenta de la Comisión de Presupuesto se limitaron a dictaminar y supervisar los recursos financieros del partido.
El prestanombres y el fiscal de Osorio Chong
Osorio Chong también se deslindó, aunque su posible involucramiento en el caso Odebrecht venía por otra vía.
Las constructoras de su casero, Carlos Aniano Sosa, habían sido beneficiadas con los contratos asignados mediante presuntos sobornos en la refinería de Hidalgo y uno de sus allegados, José Alberto Rodríguez Calderón, había sido el subprocurador que había frenado en 2015 el inicio de la indagatoria conjunta México-Brasil del caso Lava Jato.
Los millones de dólares que el departamento de sobornos de Odebrecht transfirió en los días de la campaña electoral de 2012 fueron a dar a una cuenta en el banco Gonet et Cie, en Ginebra, Suiza, y al menos uno de los depósitos se hizo con la intermediación del Credit Suisse de Zúrich. Una vez que Peña Nieto fue elegido presidente, los sobornos ligados con México se hicieron al Neue Bank ag, en Vaduz, la capital del principado de Liechtenstein.
La buena nueva: todos los aquí mencionados son ahora mismo investigados por la FGR. No se pueden –ni deben– ir limpios.
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