La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Más sabe el diablo por institucional que por disruptivo
En los años noventa, la Comisión Estatal Electoral Veracruzana, obtuvo su autonomía, (no olvidemos que, en un primer momento, estuvo bajo la jurisdicción de la secretaría de Gobierno), posteriormente, vendría el Instituto Electoral Veracruzano y, actualmente, el OPLE-Veracruz.
Justamente, el valor de esta institución, es su historia, ya que, la experiencia acumulada, radica en su capital humano, alrededor de 30 años de práctica lo sustentan, por lo tanto, la intención de desacreditar al INE y sus pares estatales, es una charada.
El Órgano Publico Estatal Electoral de Veracruz, conjuga, en TIEMPO, el conocimiento de funcionarios que cargan un expertise de más de 20, 30 o 40 procesos electorales, además, la FORMA, la da una camada de jóvenes funcionarios, con harto entusiasmo y, lo importante, puestos al día.
Un claro ejemplo del aggiornamento, es la Unidad Técnica de Servicios Informáticos, misma que, merced al profesionalismo de sus integrantes, permitirá ahorros sustantivos, al desarrollar sistemas que, antes, eran encomendados a despachos externos.
Escribimos todo lo anterior, motivados por una sola razón: el hecho de haber prestado servicios, durante seis años, en el IEV y, por la tanto, entender lo siguiente: organizar un proceso electoral significa, algo más, que preparar una enchilada. A la Consejera Presidenta y al Secretario Ejecutivo: buen viento y buena mar.