La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Estos opositores, ni por casualidad tocan la flauta
El inicio formal, de la sucesión presidencial en la 4T, tiene saturada la agenda mediática del país, no se habla de otra cosa. Los homicidios dolosos, la crisis del agua, la falta de medicamentos y la posible solución a todo esto, pasa a segundo término.
Además, no se ve que la tendencia vaya a cambiar en el futuro inmediato, sobre todo, por el hecho de que los partidos de oposición, se encuentran pasmados, pateando el bote para el día siguiente, la ausencia de liderazgos cada día se agrava más.
Al observar el quehacer político nacional, resulta sorprendente la indolencia de los actores contrapuestos al presidente López Obrador, pareciera que no tienen idea de cómo enfrentar el aparato morenista y que, simplemente, quieren que llegue el día después de la jornada electoral de 2024, para que termine la pesadilla.
De todos los presuntos aspirantes, a la candidatura presidencial, ninguno hace sombra a la más débil de las ‘corcholatas’, así pues, está cuesta arriba que, si no pudieron construir un proyecto viable después de 2021, lo puedan lograr en lo que resta de 2023, la única posibilidad es el milagro, pero, en materia comicial, no acontecen.
Desde las primeras alternancias, allá por 1989, nunca se había visto a los opositores con tantas carencias ideológicas, programáticas e, incluso, propagandísticas, la única cantaleta es señalar con timidez, asuntos como la inseguridad o el fallido INSABI, sin que ofrezcan una narrativa de solución, todo indica que, lo que subyace en su decir, es retornar al antiguo estado de cosas, sin que alcancen a entender, que eso provocó el hartazgo ciudadano.
Esperemos que, nadie salga, con el despropósito de afirmar que cada nación tiene la oposición que se merece, sólo eso nos faltaba…aunque eso sí, alguien está feliz, feliz, feliz.