El 24 de septiembre de este año, una cápsula de la NASA se lanzó en paracaídas hacia la Tierra con un valioso tesoro de material extraído de un asteroide. La agencia espacial ha revelado ahora imágenes y un análisis preliminar de las rocas espaciales que encontró tras levantar la tapa de la cápsula.
La misión al asteroide se llamó Osiris-Rex y en 2020 recogió una muestra de material del asteroide Bennu, luego viajó de regreso a la Tierra y hace tres semanas liberó a nuestra atmósfera la cápsula que contenía las rocas.
El fino polvo negro y las pequeñas rocas parecidas al carbón que brillan en la cápsula son hermosos y algo modestos, pero este puñado de rocas espaciales tiene el potencial de responder preguntas no sólo sobre cómo se creó la Tierra, sino también sobre cómo llegó el agua hasta aquí y cómo la vida empezó.
En la conferencia de prensa de la NASA celebrada el 11 de octubre para revelar detalles sobre la muestra, el Dr. Francis McCubbin insinuó que, con un almacenamiento y preparación cuidadosos, el material podría analizarse y utilizarse en experimentos en los años venideros.
«Los científicos que aún no han nacido (podrán) responder preguntas sobre el universo utilizando tecnología que ni siquiera ha sido inventada», dijo el curador de astromateriales del Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston, donde se almacena la muestra de Bennu. .
¿Por qué recolectar muestras de asteroides?
A veces, material procedente del espacio llega a la Tierra sin nuestra ayuda, en forma de meteoritos. La NASA tiene en su colección cientos de muestras de meteoritos que se cree que proceden de asteroides y de las que se pueden realizar análisis útiles.
Sin embargo, a menudo no es posible rastrear de qué asteroides provienen estos meteoritos, lo que limita el potencial de la ciencia resultante. Los meteoritos también están contaminados durante su viaje a través de la atmósfera y hacia la Tierra. La muestra de Osiris-Rex, por el contrario, es «prístino.» Podemos estar seguros de que cualquier descubrimiento hecho a partir de esta muestra nos habla de Bennu.
Parte del polvo más fino de la muestra de Bennu nunca habría podido formar un meteorito y caer a la Tierra. Ir y recuperarlo es la única forma en que podríamos haber visto este tipo de material.
Esta no es la primera muestra de asteroide enviada a la Tierra: dos misiones de la agencia espacial japonesa (Jaxa), Hayabusa 1 y 2, entregaron material de asteroide en 2010 y 2020. Sin embargo, esta es la primera misión estadounidense que lo hace. con significativamente más material que las misiones Hayabusa.
Osiris-Rex entregó aproximadamente 250 g de material, en comparación con los 5 g de Hayabusa 2. Esto significa que la muestra puede distribuirse a científicos de todo el mundo y exhibirse en museos para el disfrute del público. También significa que se incluyeron algunos fragmentos de roca más grandes. , lo que brinda una oportunidad única de examinar cómo se organizan los diferentes minerales en trozos más grandes del asteroide, lo que abre aún más potencial científico.
¿Qué han encontrado?
Bennu es lo que se conoce como un asteroide «carbonáceo» o tipo C. Estos asteroides contienen una gran proporción de carbono y «volátiles», compuestos que pueden vaporizarse fácilmente, como el agua. Se cree que estos asteroides son reliquias de la formación del sistema solar, por lo que puede ayudar a explicar cómo surgieron los planetas, incluida la Tierra.
El análisis de la porción principal de la muestra tomó más tiempo de lo esperado para comenzar, pero es un buen problema. La técnica de recolección de muestras fue tan exitosa que la muestra se «derramaba» del contenedor dentro de la cápsula de retorno. Porque cada El grano es precioso, todo este material adicional debe recolectarse meticulosamente antes de que se pueda abrir el recipiente de muestra y comenzar la preparación del cuerpo principal de la muestra.
Aún así, ya se han obtenido algunos resultados interesantes del análisis inicial. Se ha encontrado agua encerrada dentro de minerales arcillosos de Bennu, lo cual es un descubrimiento increíblemente importante. Un mecanismo propuesto de cómo llegó a existir el agua en la Tierra y los otros planetas interiores es que El agua quedó atrapada dentro de minerales arcillosos como estos, que luego formaron rocas que eventualmente formaron planetas durante el nacimiento del sistema solar.
Hay abundante carbono en la muestra (casi el 5% en peso) y azufre. Ambos elementos son esenciales para la vida. El carbono es el ingrediente clave en los compuestos orgánicos que la biología hace posibles. El azufre es un componente importante de los aminoácidos, que forman proteínas.
Se cree que asteroides como Bennu «sembraron» la Tierra con compuestos prebióticos: los componentes básicos de la vida. La magnetita (un óxido de hierro) encontrada en la muestra se ha relacionado con reacciones químicas cruciales para la evolución de la vida. Como señala el Dr. Daniel Glavin, El analista de muestras Osiris-Rex resumió: «Elegimos el asteroide correcto. Y no sólo eso, trajimos la muestra correcta».
¿Qué sigue?
Además de ayudar a responder las grandes preguntas de cómo llegamos aquí nosotros y nuestro planeta, encontrar agua en los asteroides también está destinado a ser parte de nuestro futuro. El agua se puede descomponer en hidrógeno y oxígeno, que luego se pueden utilizar como combustible para cohetes: Aunque todavía estamos lejos, las estaciones de reabastecimiento de combustible para naves espaciales están saliendo del ámbito de la ciencia ficción y entrando en la realidad.
Hay una cantidad limitada de combustible que puedes llevar contigo en un cohete. Es mucho mejor llevar solo lo que necesitas para salir del planeta y luego repostar en el espacio para el resto de tu viaje.
El agua también se puede utilizar para sustentar la vida en futuras bases en la Luna y Marte, por lo que es crucial comprender dónde podemos acceder al agua en el espacio y cómo extraerla. El agua de los asteroides es una fuente potencial.
Los asteroides, alguna vez conocidos por su probable papel en la desaparición de los dinosaurios, están disfrutando de un momento positivo en el centro de atención, mostrando su papel en el pasado, presente y futuro de la humanidad.
Proporcionado por La Conversación
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