La Espinita
Andy S. K. Brown
- Otra mentira: “La economía está bien”
- ¡Es un honor estar con Donald Trump!
- 220 mil 326 pesos, tope de campaña
Mentir es el fuerte de los seguidores de López Obrador, de los cuales Claudia Sheinbaum es la primera.
Ayer lanzó una de esas mentiras que no cree ni ella misma.
En su mañanera dijo que “la economía está bien”.
Será la de ella, cuya familia tiene hasta depósitos e inversiones en paraísos fiscales caribeños, porque por lo que hace a la economía del país ella y su antecesor la tienen en bancarrota.
Las deudas gubernamentales con la banca y los organismos multinacionales extranjeros ya son prácticamente impagables.
Deben a proveedores de Pemex, de CFE, del IMSS y de prácticamente todas las dependencias oficiales, por lo cual muchas empresas ya quebraron, luego de despedir a decenas de miles de trabajadores.
Los endeudamientos y falta de pagos no son exclusivos del aparato federal. En los estatales y municipales se repite la trágica historia.
La economía no está bien, señora presidente. No mienta para intentar fallidamente tranquilizar al respetables por la imposición de aranceles que Mr. Trump le aplicó porque los gobiernos de la 4T están aliados a los narcotraficantes. Se los ha dicho verbalmente y por escrito ya muchas veces.
Ya hasta el Banco de México recortó a la mitad su optimista pronóstico de crecimiento de 1.2 a 06 cuando todavía no había aranceles. Ayer, Banamex lo dejó en cero.
Una mentira es una declaración que se opone a lo que se sabe, se piensa o se siente. Y se considera un antivalor moral que puede tener consecuencias negativas.
Como, por ejemplo, cuando usted señora Sheinbaum vuelva a convocar al Zócalo para organizar una coperacha entre la ciudadanía. Nadie iría.
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A los legisladores republicanos y a sus invitados sólo les faltó corear el estribillo “¡es un honor estar con Donald Trump!” que, sin embargo, fue sustituido por un repetido “¡iú-es-ey!, ¡iú, es-ey!, ¡iú-es-ey!
En varios momentos el Capitolio estadounidense se asemejó al Palacio de San Lázaro mexicano, con interrupciones a quien estaba en uso de la tribuna, gritos y, eso sí, discretos carteles en donde se leía que lo que Trump decía eran falsedades.
Porque también fue la mentira lo que en ese discurso polarizante, junto con los insultos, y el homenaje al propio ego caracterizaron la noche en Washington.
Lo único distinto fue que allá si expulsaron del recinto al legislador que, bastón en mano, interrumpió a gritos y exigió apoyos al Medicaid. El sargento del Congreso expulsó al texano Green, lo que el personal de seguridad de la Cámara de Diputados nunca ha hecho aquí.
De haber un reglamento de ética similar en nuestro Congreso de la Unión, Gerardo Fernández Noroña hubiera sido puesto de patitas en la calle un montón de veces.
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¿Ya están listos los candidatos a puestos en el Judicial Federal para desembolsar hasta 220 mil 326 pesos en su campaña proselitista?
Ese es el tope de campaña que el INE aprobará hoy en su sesión de Consejo General.
Deberán emplearlo en recorridos y en volantes impresos para darse a conocer.
¿Todos podrán reunir esa cantidad límite?
¿La pedirán prestada? ¿Se las dará como donativo algún partido político?
¿Algún empresario?
¿Un narcotraficante?
Los organizadores y participantes de esta kermés electoral ¿ya pusieron candados al origen de los “donativos”?
@AndySKBrown1