Por Mouris Salloum George*
Desde Filomeno Mata 8
Existen anchos y luminosos senderos por los que México transitó digna y soberanamente, logrando la condición de líder reconocido en América Latina y el Premio Nobel de la Paz.
Cuando el Estado neoliberal sentó sus reales y colocó a México en el atajo, el gobierno se quedó viendo sólo hacia el norte, y a sus designios se plegó.
Al arrancar El mes de la raza, México ha sido situado en otro escenario, sorprendentemente no a iniciativa de la Secretaría de Relaciones Exteriores, sino de la Secretaría de Bienestar, responsable de la política social del Estado mexicano.
Atacar las estructuras de la desigualdad y la pobreza
No es poco trascendente el objetivo: Fortalecer los mecanismos regionales de cooperación en materia de desarrollo, inclusión y protección social. Su fin: Erradicar la pobreza y mejorar los niveles de igualdad socioeconómica conforme la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
A ese propósito convocó la Conferencia Regional sobre Desarrollo Social de América Latina y el Caribe, auspiciada por México, la Cepal y el Programa de la ONU para el Desarrollo, celebrada en la Ciudad de México la semana pasada con la asistencia de 29 representaciones de gobiernos latinoamericanos e instituciones relacionadas.
Sistemas de protección social universales e integrales y políticas de inclusión social y laboral son mecanismos diseñados para retomar un rumbo que estuvo fuera de brújula en las últimas décadas: La integración regional con opciones pacíficas sustanciales.
Otra forma de enfrentar la crisis humanitaria regional
La profunda significación de esa agenda, cuya conducción fue confiada a México, radica en que se pacta en los días más aciagos de la crisis humanitaria centroamericana, exacerbada por las feroces políticas migratorias implantadas por Washington y en las que el gobierno mexicano ha sido puesto a remolque.
Lo obvio es que la crisis migratoria ha sido generada por la violencia y el hambre. De lo que se colige que existen otras formas de enfrentar el drama regional diferente al desplazamiento de fuerzas de disuasión marcadas por la militarización de las fronteras.
No festejamos vísperas: Decimos que otras estrategias son posibles a condición de que se concierten y se intente su ejecución con voluntad soberana. Vale.
*Director General del Club de Periodistas de México, A.C.