ÍNDICE POLÍTICO
FRANCISCO RODRÍGUEZ
Según los cuatroteros ¡ya ganaron en estas elecciones de 2024!
Todos hemos sido testigos –y muchos, víctimas– del coctel explosivo que fabrica la mentalidad reaccionaria cuando se mezcla con los intereses impunes del crimen organizado, el saqueo cómplice y los artilugios electoreros, para imponer a los peores en la Presidencia de la República, las gubernaturas, en el Senado y en la Cámara de Diputados.
Los mensajes ofensivos y repetitivos, emitidos a través de radio y televisión, lo mismo que en amañadas encuestas con las que, a través del uso del miedo, tratan de consumar la abstención y la molicie cívica, acaban revirtiéndose contra el emisor, sin importar los orígenes delictivos y la cuantía de lo gastado en el empeño esquizoide.
“¡Muera la inteligencia y viva la muerte!”, frase famosa de Millán Astray durante la guerra civil española, se mantiene como la principal divisa de “las gentecitas” metidas a “la política” –en realidad a “la grilla” y al saqueo– con el objetivo de la depredación, “formados” en las aberrantes cavernas de grupos delictivos regionales que constituyen un peligro para el pueblo.
Son idénticos al grupo de gazmoños mexicanos, los llamados “polkos”, que hace 190 años aplaudieron en las calles la infamante invasión estadounidense de James K. Polk. Igualitos a los que ensalzaron todas las intervenciones armadas, la entronización del Imperio Habsburgo y encabezaron la lucha contra todas las defensas soberanas postrevolucionarias.
Son los ignorantes mentecatos empeñados en traicionar nuestros orígenes con engañifas tales como “primero los pobres”, desconocer nuestra identidad y apoyar todas las medidas provenientes del Foro de Sao Paulo, dirigidas a agudizar la pobreza y acrecentar sin medida la indefensión y el hambre de la población.
Ya olvidaron cuando Televisa impuso el infecto “triunfo electoral” del borrachín Felipe Calderón, en 2006, y mentes lúcidas de la talla de Immanuel Wallerstein, Atilio Borón, Eduardo Galeano, James Petras, Ernesto Cardenal, entre otros, firmaron un texto histórico que señaló: ”Nos duele que la patria de Benito Juárez, de Emiliano Zapata, de Lázaro Cárdenas, esté mancillada por la vergüenza de otro fraude electoral, orquestado para favorecer los intereses de las poderosas minorías locales y transnacionales…
… “Saludamos con respeto y admiración la resistencia civil de los que luchan por la democracia, justicia, igualdad y soberanía, pues con ello enaltecen la dignidad del pueblo que supo escribir las mejores páginas de la historia de México y de nuestra América “, dijeron también Aníbal Quijano y Víctor Licandro, dos de las mejores plumas sudamericanas.
No sólo ellos. Los 25 ministros de asuntos exteriores de la Comunidad Europea se unieron a la condena de las autoridades electorales mexicanas que se prestaron a las aberraciones fraudulentas y delincuenciales que hicieron palidecer los sucesos escandalosos en Ucrania.
La lucha contra el fraude electoral del 2006 se convirtió en una batalla callejera contra los poderes que supuestamente gobiernan –y se mantienen en ello– sin pasar por una sola criba de las aprobaciones necesarias de la sociedad. Los jerarcas católicos exigieron mansedumbre a los creyentes, ¡para “seguir gozando de las bondades de El Sistema”!
La Suprema Corte de Justicia de aquel momento adaptó la Constitución al caprichato presidencial, rechazando que el artículo 97 le confería al “máximo tribunal” la revisión de un proceso doloso, argumentando, por voz del infame Mariano Azuela (¡lástima de nombre en tal hombre!) que “estaba redactado con los pies”.
El pomposo Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, hoy en manos de Morena, acatando ciegamente los designios de los poderes facticos, se negó a limpiar el cochinero y declaró Presidente Electo a un beodo que inició un baño de sangre en el país.
¿Ya se prepara el “cuartelazo”?
Hoy, los cuatroteros se confabulan –¡ooooootra vez!– con Televisa y sus empresarios consentidos para repetir la dosis. Pero lo de ahora, más que semejar un complot político, se parece a un “cuartelazo”.
Las fuerzas de las armas, el dinero y el miedo mediático, empujan a la sociedad a “justificar” con su voto, un atraco teratológico y aberrante.
Como buenos cavernarios, desde la sombra preparan el despojo. Maquinadamente, se agazapan, se esconden custodiados por los fusiles de soldados, marinos y guardias nacionales en Palacio Nacional para no dar la cara, pues según ellos, lo tienen todo controlado y “no quieren arriesgar a la investidura presidencial”.
No permiten que el anacoreta de turno, Andrés Manuel López Obrador, se enfrente a las voces populares. Atrapados por su propio miedo, no se atreven a afrontar a cielo abierto a la población afectada por Otis en Acapulco, ni a ningún otro grupo social contestatario, inconforme con el mal gobierno.
Total, piensan, el “cuartelazo” ya está “armado”. Según sus números, construidos a base de maletas de dinero y arreglos políticos con sus incondicionales en las Cámaras, el voto duro de Morena, el Verde y el PT, les conceden más del 50% de “las tendencias”. Piensan que, si siguen las cosas como van, todos estos presagios se cumplirán en las elecciones del próximo mes de junio.
Hacen las cuentas del gran capitán. Se reúnen con Dante Delgado para sacar de su chistera a un esquirol, para fragmentar el voto de los ilusos, y conservar “la parte del león”. Si Jorge Álvarez Máynez y MC consiguieran un 15% de la votación nacional –no se ría–, Morena otro 40% y los chiquitos Verde y PT se quedan con las migajas sobrantes, todo está planchado, aseguran.
No habrá poder humano que los detenga, según estas sumatorias. Otra vez a robar, hasta dentro de 100 años, por lo menos, como vaticinó el desaparecido Porfirio Muñoz Ledo.
Obviamente, los paniaguados del INE, el TEPJF y sus “ministras del pueblo” en la Corte, no dirán ni pío. Observarán puntualmente la aplicación de la ley, y decidirán en consecuencia limpia la inmaculada elección. Claudia Sheinbaum será declarada Presidente Electa, y todo será coser y cantar. Los opositores e inconformes, a la calle, que de ahí vinieron.
¿Qué es lo que ya no queremos?
Pero… ¿y si no? ¿Si es otra de sus fantasías? ¿Y si el “voto duro” de Morena, hoy de alrededor del 25%, para entonces se desinflara, a base de decepciones y frustraciones? ¿Y si la ambición sin freno de los mercaderes Verdes se desbordara y al ver el negocio perdido se retira a convenir con un mejor postor? ¿Y si el PT hiciera lo mismo, en un coletazo de supervivencia? ¿Y si los programas políticos de los partidos que conforman la Coalición opositora confluyeran y atrajeran a su causa a los hoy incondicionales, ofreciéndoles mejores escenarios de negociación que las de los abusivos cuatroteros ñoños?
Creo que, en su soberbia, los morenistas ni lo han pensado. Porque en esas condiciones, la sumatoria que han construido los teóricos, operadores y voceros oficiales, puede llegar a sumar cero, igual que los presupuestos fantasiosos y mendaces de la SHCP aprobados en la Cámara Baja “sin cambiarles ni una coma”.
Igual que la inexistente obra de gobierno. Igual que sus proyectos faraónicos imposibles. Igual que su fracasada política económica, financiera, fiscal, diplomática, social, cultural, y que sus trágicas y ridículas políticas de seguridad nacional.
México no está ya para jueguitos de Nintendos y computadoras de loquitos contrariados. Que se conformen con embolsarse las millonarias sumas que cobran por hacerle a los gerifaltes su menú al gusto. De esos huevos ya no hay. No queremos seguir manteniendo al hombre más rico del planeta. Ya no queremos aparecer en los indicadores internacionales a la cola de los países desgarrados. Ya no queremos que nos sigan diciendo desde El Vaticano que “en México son preocupantes los fenómenos de corrupción, impunidad, infiltración del narcotráfico y del crimen organizado”.
No queremos que el pésimo ingreso por habitante siga cayendo en picada, hasta llegar a que nuestra capacidad real de compra se iguale al rango de Botsuana, el pequeño país africano al sur del Sahara, con dos millones de habitantes. Francamente vergonzoso.
Ya no queremos seguir siendo miembros de la OCDE, ni que ya no nos quieran invitar al Foro Mundial de Davos y, en cambio, el llamado “Club de los Países Ricos” señale que, en cuanto a la distribución del ingreso, el mejor país latinoamericano es Trinidad y Tobago que se califica en el sitial 61, mientras que México está ocho casilleros atrás.
Que tanto el FMI como el Banco Mundial les entreguen el dinero a las castas depredadoras y en sus informes oficiales se conduelan de que en México siguen ensanchándose las disparidades sociales y sigue aumentando la pobreza, la desesperación y el hambre.
¿Para eso quieren seguir teniendo el poder AMLO, su “corcholata” y los amlovers?
¿Queremos seguir siendo un pueblo que no reclama a los que elige? ¿Les alcanzarán las sumatorias?
¿O, de plano, ya tienen listo el “cuartelazo”?
Indicios
El “acarreo” de Morena para hacer aparecer como multitudinarios, tumultuarios, los mítines de Claudia Sheinbaum llegó a su clímax en su cierre de precampaña llevado a cabo en la explanada del Monumento a la Revolución. El mismo sitio en el que el malogrado Luis Donaldo Colosio retomó aquella frase de El Maestro de América, Justo Sierra, “tengo hambre y sed de justicia”. El mismo desde donde dentro de exactamente un mes partirá la Marcha por la Democracia convocada por organizaciones de la sociedad civil para protestar por la elección de Estado –o el “cuartelazo”– que preparan los cuatroteros. * * * “Habrá que preguntarle a la señora Sheinbaum quién (sic) es la empresa que está construyendo el Tren Interurbano. Por ahí se dice que es una empresa de Riobóo.” Tal la declaración, el martes, de Xóchitl Gálvez, quien ya tenía la respuesta a la interrogante cuando la planteó. Porque, efectivamente, de acuerdo con el columnista de El Universal Mario Maldonado, entre las constructoras a las que, sin licitación de por medio –característica corrupta de la 4T–, les asignó 6 mil 475 millones de pesos de quienes pagamos impuestos “… también está involucrado el Grupo Riobóo, de José María Riobóo, responsable de los segundos pisos del Periférico durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en la capital del país”, mismos que supervisó la ahora “corcholata” y reservó la información para que no nos enteráramos de los trastupijes. * * * Uno de los muchos escándalos de corrupción, el primero que se conoció, al menos, es el de Segalmex. La Fiscalía de Alejandro Gertz ha tenido tooodo el tiempo del mundo para fincar delitos a los responsables del desfalco que ya llega a los 20 mil millones de pesos. Ignacio Ovalle, el principal de todos ellos, sigue escondido por el propio AMLO en las cavernas burocráticas de la Secretaría de Gobernación. Y ahora, por el trabajo mal hecho de la FGR, René Gavira Segreste, presunto implicado en el desfalco millonario causado en Segalmex, Diconsa y Liconsa, quien se entregó a las autoridades en diciembre pasado, acaba de obtener una suspensión definitiva contra vinculación a proceso. ¡Tapaos los unos a los otros! * *¨* Y por hoy es todo. Gracias por leer el Índice Político. Le deseo, como siempre, ¡buenas gracias y muchos, muchos días!
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