Cualquiera pensaría que la estructura y el velamen del Pacto por México crujen, apenas casi dos meses después de signado por las dirigencias del PRI, PRD, PAN y el Presidente Peña Nieto como testigo de honor. Que porque ya son ya muchos los conflictos intra e interpartidistas que, en apariencia, podrían estar provocando que este gran paquebote reformista se fuera a pique.
Para empezar, las oposiciones internas que con motivo de la firma del documento surgieron al seno de Acción Nacional y del de la Revolución Democrática. Pero éstas se han ido zanjando al paso de los días y de las reuniones que esos organismos de interés público han celebrado a su seno, y luego, claro, de que los blanquiazules opositores al Pacto fuesen exhibidos en sus sucios negocios casineros y, respectivamente, tras de que la corriente bejaranista del sol azteca hubiese obtenido interlocución con los más conspicuos peñanietistas, cual fue el caso del muy publicitado desayuno de la señora Dolores Padierna con el súpersecretario Luis Videgaray.
La controversial resolución que el IFE dio al no menos polémico “caso Monex”, fue otro escollo que la embarcación pactista ha sorteado con relativo éxito. Cuando se pensaba que PAN y PRD llevarían el “no castigo al PRI” hasta sus últimas consecuencias, las del Tribunal Electoral, todo indica que “ahí ya murió la cosa”, sobremanera porque el PRD enfrenta ahora la amenaza de un castigo ejemplar tras haberse sobregirado en los gastos de campaña de su candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador.
La negativa de la Administración Federal a apoyar a estados y municipios en sus graves problemas de sobreendeudamiento hizo mella en prácticamente todos los gobernadores y alcaldes, pero muy en especial en aquellos surgidos del PAN y del PRD, quienes habrían movido palancas e influencias para que sus respectivos partidos endurecieran sus posiciones dentro del Pacto, lo que también en apariencia ya fue “arreglado” en el ala norte de Palacio Nacional –donde despacha Videgaray– con ciertas prebendas, no extensivas a ciertos mandatarios priístas.
Y por si lo anterior fuera poco, ahí están no pocas dirigencias estatales panistas y perredistas procurando alianzas electorales en contra del PRI, justo en aquellas entidades en las que se celebran comicios el próximo 7 de julio.
¿Cruje el Pacto? ¿Irá a pique, apenas dos meses después de firmado, el paquebote reformista? No. Al menos todavía no.
VIENTO EN POPA
Hay, desde ayer, un nuevo adherente al Pacto. El Verde Ecologista de México. A la firma del documento asistieron el timonel José Murat, coordinador ejecutivo del Pacto por México, los presidentes nacionales del PRI, César Camacho Quiroz; del PAN, Gustavo Madero, y un representante de Jesús Zambrano, presidente del nacional del PRD, Eloi Vázquez, quien proviene de la “tribu” Foro Sol, de Amalia García.
Si estuviese crujiendo, Murat no hubiese alcanzado semejante consenso –manifiesto en la presencia de los dirigentes partidistas– para dar la bienvenida a la cuarta fuerza electoral del país.
En palabras de Esponceda, el Pacto va “…viento en popa, a toda vela…”, lo que no necesariamente quiere decir que no haya visos de tormenta en el horizonte que será necesario no sólo sortear, sino enfrentar.
Las dos giran en torno a las reformas fiscal y energética. Los rayos y centellas, las enormes olas surgirán por estribor, donde el PRD tendrá que radicalizar su posición en contra para no ser rebasado por las huestes de AMLO ahora aglutinadas en el partido del Movimiento de Regeneración Nacional, ahora en construcción.
Pero, para que tales males tiempos se den, falta todavía algún tiempo. Y es que según se ha filtrado, el proceso legislativo que las sacaría adelante –no obstante la oposición perredista– habrá de darse hasta el periodo ordinario que inicia el próximo primer día de septiembre. No antes.
Aguas calmas, por lo pronto. No hay que hacer mucho caso, pues, de las señales cruzadas que mandan perredistas y panistas, ¿o sí?
Índice Flamígero: Una de las razones, la principal, por las que el Presidente Peña Nieto no enviará esta vez las dos iniciativas preferentes a las que tiene derecho cada que inicia un periodo ordinario de sesiones en el Congreso es la convicción, cada vez mayor, de que Emilio Gamboa Patrón no responde a las expectativas del grupo peñanietista ni garantiza que aquellas sean aprobadas. ¿Qué lo salva de la remoción de la coordinación de sus compañeros de bancada? Que no hay de donde echar mano, dicen en el primer círculo del poder. Gamboa Patrón tampoco se va… todavía.
— q es un Pacto don Paco ?? claramente tu me das y yo te doy. Dolores quedo contenta !!!! bejaranos habemus !!!