Normalmente un bebé utiliza unos 4.500 pañales en los tres primeros años de vida, lo que supone unos 500 kg de residuos y 500 kg de contaminación por CO2. A decir verdad, las cifras son probablemente mayores si tenemos en cuenta toda la red de producción y los diferentes métodos de distribución.
Ayumi Matsuzaka una ecologista de Berlín, Alemania, ingenió una manera de fabricar pañales para bebés compostables que después de usar se convierten en tierra negra que ayuda a crecer los árboles.
“Como artista independiente, he trabajado en varios proyectos sobre el ciclo de los nutrientes con científicos del suelo durante los últimos 5 años. Soy un gran fan de la tierra negra (llamada sustrato Terra Preta). Y además, descubrí que hay una gran demanda por parte de los padres de hacer algo bueno por la salud de su bebé y el medio ambiente de una forma más práctica en su vida diaria”, señaló Ayumi durante una entrevista con el medio de noticias TBD.
“Los padres dedican mucho amor, tiempo y cuidados a su bebé durante los primeros 2,5 años. El cambio de pañales es una parte esencial de este tiempo. Así que, ¿por qué no materializar este momento íntimo y especial en algo realmente valioso?“.
“Así es como se me ocurrió el concepto de utilizar pañales de bebé 100% compostables y convertirlos en tierra negra, con un poco de ayuda de los bebés. Durante los últimos dos años he estado trabajando con científicos sobre cómo realizar este proceso”. DYCLE es el resultado de este trabajo. Siguió contando Ayumi en su entrevista con TBD.
¿Cómo es el proceso de reciclaje de los pañales?
“Estamos trabajando en la instalación de puntos de recogida donde los padres reciben pañales 100% compostables y entregan los usados”, afirmó Ayumi durante la entrevista.
“Los pañales recogidos se transformarán en unos seis meses en un sustrato higiénico de Terra Preta (tierra negra). La tierra negra, rica en nutrientes, se utilizará para plantar en ella árboles frutales. Unos años más tarde, cuando los árboles den sus frutos, invitaremos a los padres a recoger parte de la cosecha que han ayudado a cultivar. Así queremos cerrar el ciclo y permitir que las familias recuperen los nutrientes que nos entregaron tiempo atrás”, señaló.
El proyecto de DYCLE se centra en las redes vecinales, ya que los pañales se recogen y se retiran en ciertos puntos de reunión de los barrios afiliados al proyecto. Los padres obtienen nuevos pañales y devuelven los ya usados. Los puntos de distribución pueden ser guarderías y lugares públicos, lo que permite a los padres reunirse con otras familias e intercambiar información valiosa o prendas y juguetes usados.
Yumi afirma que se encuentra finalizando algunos ajustes de su proyecto para lograr expandir su emprendimiento sostenible por diferentes ciudades de su país y luego en todo el mundo.