Claudia Rodríguez
La parálisis económica
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), informó apenas la semana anterior que, el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) creció 0.2% en términos reales en el sexto mes del presente año respecto al mes previo, con cifras desestacionalizadas.
Por grandes grupos de actividades, las Secundarias aumentaron 1.1%, las Primarias disminuyeron (-)1.7 por ciento y las Terciarias no mostraron variación durante junio de 2019 frente al mes precedente. En términos anuales, el IGAE registró un alza real de 0.2% en el mes de referencia. Tales números reflejan al final, que la actividad económica en México está prácticamente paralizada.
Caminos paralelos
Así que mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador señala que al igual que en otros rubros, en el económico vamos muy bien, no sólo las cifras lo desmienten, también las historias que por cientos y miles se acrecientan entre los mexicanos, por la apaleada económica que sufren sus bolsillos y en su caso, hasta ahorros e inversiones.
Ha fallado todo o quizá no está bien aceitada la atención prioritaria a las clases más desprotegidas en el país, mismas a las que se les prometió un sinfín de programas sociales –desde el poder no quieren llamarles por su verdadero nombre que es asistenciales—, e incluso, millones de gobernados que han engranado una vida de estudios y hasta de éxitos laborales por su propio desempeño y que hoy no tienen cerradas las áreas de oportunidad, padecen lo mismo que quienes no han tenido acceso a la educación y a un empleo remunerado.
El sismo económico no embona con el discurso de gubernamental de que todo va tan bien, que casi brincamos de felicidad.
La desesperanza al borde
Desmentir al INEGI, el mismo organismo público del que se dice mide la felicidad de los mexicanos y como resultado casi exultamos alegría por la presencia y acciones del Gobierno en turno; debe ser una encerrona difícil.
Pero incluso intentando ser desde el poder, como los de a pie; la comunicación presidencial no puede aceptar que el encendido de la máquina de los cambios prometidos está roto o de plano no saben cómo activarlo –dirían algunos que no lo encuentran y otros que seguro no lo encontraran.
El ascensor de la movilidad social está más que roto y ojo, la tasa de suicidios o intento de suicidio asociados al cerrojo puesto a las oportunidades, está al alta, y no precisamente sólo entre quienes se les diagnóstica un problema de salud mental; sino también entre miles de mexicanos que han pasado por rechazos académicos y laborales.
A marzo de 2019, se tenía al suicidio entre los mexicanos como la segunda causa de muerte, con el compás fatídico de que cada hora y media una persona se quita la vida en nuestro país.
La felicidad y la alegría en nuestro país, escasea en cuanto la respuesta gubernamental.
Acta Divina... “No es por presumir, pero soy un hombre de palabra. Ya no hay sueldos de 700 mil pesos mensuales; ya no hay pensiones millonarias para los expresidentes; ya no me cuidan 8 mil elementos del Estado Mayor presidencial”, asegura el presidente Andrés Manuel, en video, a una semana de la entrega del Primer Informe de Gobierno.
Para advertir… Ahorros que no alivian la economía del pueblo de México.
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