Yo Campesino / Rabioso
• Para el ganso como en la vida nacional, “lo mejor es lo peor que se poner”
*Miguel A. Rocha Valencia*
Si los gansos echaran espuma para reflejar su furia, el de Macuspana se vería rabioso (no le vaya a dar un infarto). Es tan grande su encamionamiento que cae en los adjetivos de siempre saca otros que ni siquiera sabe pronunciar con el de “striptease” y otorga un espacio a los opositores como nunca se vio en las mañaneras donde hasta los “periodistas de casa” tragan saliva al oír sus diatribas y lugares comunes que además, nadie le cree.
De ahí que de una vez se descubrió y como en la reforma eléctrica, intentará caminar con reformas donde tiene mayoría simple y podría modificar leyes secundarias que luego, como en lo de la guardia nacional, podrían ser cuestionadas o no ante la Suprema Corte de Justicia donde ya se avecinan cambios en los cuales la presidencia de la misma recaería en la ya innombrable esposa de José María Rioboó, Yasmín Esquivel Mossa.
Con ello y “sus otros” ministros incluyendo al lambiscón y actual presidente del máximo tribunal. Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, podría dar palo a cualquier intento opositor por sujetar por la vía legal al peje, quién afirma que por la vía de reformas a ordenamiento secundarios podría burlar la falta de mayoría calificada.
Esto luego del nuevo coraje que le hizo pasar el corruptazo dirigente del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, quien ya dio que no habrá alianza con la 4T para darle los votos que de acuerdo con el secretario de gobernación y el pelele de Morena, Mario Delgado, ya los tenían en la bolsa.
Ni modo, los médico militares deberán estar muy al pendiente del hígado y corazón del cada vez más decrépito caudillo de Tepetitán quien en las mañaneras de esta semana se nota un poco molesto, aunque con la mueca socarrona de siempre intenta disfrazarlo. Claro los epítetos y expresión facial lo traicionan.
Y mientras repetía que los “marchantes” del domingo son clasistas, racistas, fifís, corruptos, simuladores, aspiracionistas y demás, dijo que no tenían vocación democrática. Todo ello en un contrasentido que pareciera repetir en un espejo y se lo dijera a sí mismo, pues quien niega el diálogo y no acepta la posición de los demás es él.
Es decir, el profeta cuatrotero se olvida que no es líder de una facción sino presidente de México, que ahí lo pudieron 30 millones de mexicanos, aunque muchos de ellos ya no votarían por él al sentirse traicionados, y que fue el INE el que validó su mayoría aplastante en las elecciones de 2018.
Se asume como el duelo no sólo de la verdad sino también como expresión única de la democracia y de la legalidad, en una aberración que dista mucho de un gobierno del pueblo y se transforma en dictadura, en una oligarquía que encabeza con todo el poder un solo sujeto. Una expresión de maniqueísmo puro, sin duda, aunque por su ignorancia el propia tlatoani no sepa que es eso.
Por eso mismo no reconoce que en cuatro años convirtió a México en uno de los países más sangrientos donde no menos de medio millón de hogares se enlutecieron por su cómplice inacción contra el crimen que todos los días asesina y envenena.
Su ineptitud para conducir el sistema de salud donde su avaricia política (“anillo al dedo”) ordeñó los recursos públicos para dar becas, pensiones y sacar cash a cambio de 200 mil muertos “adicionales” de Covid-19 y 150 mil más de enfermedades crónico degenerativas como cánceres, cardiovasculares y diabetes que al no ser atendidas con tratamientos o medicamentos, causaron el fallecimiento de pacientes, si, por enfermedad, pero porque cancelaron gasto.
Acciones que para muchos resultan perversas pues con el dinero sustraído o regateado a salud, causa muertes, defunciones en las que cimienta su proyecto empobrecedor. En México debemos ser pobres, conformistas, no aspirar a mejorar, mientras su élite y familia, se enriquecen, convierten en práctica diaria y cínica la corrupción expresada en miles de millones de pesos en efectivo y que convierte en ricos a sus súbditos allegados. La condición es que sean leales y serviles hasta la ignominia.
Eso quiere de los mexicanos quienes esperan cada vez más irritados y preocupados, el surgimiento de un líder que tome las banderas expresadas el pasado domingo, que se asuma como responsable de la voluntad del pueblo todo. Hay quienes asoman, fijan posiciones como el morenista Ricardo Monreal Ávila, le ponen el ojo y sin duda, arreciará la persecución porque se brincó las trancas y es el único que desde “adentro” del poder, reconoció como una expresión cierta y popular la marcha del domingo e insiste en unificar a los mexicanos, estimular el crecimiento, la inversión, pero sobre todo la aspiración de jóvenes por un mejor país. Veremos si no se dobla.