Yo Campesino / Le dolió al ganso
• Para el mesías, los mexicanos que marcharon son enemigos, no los escucha y pretende ignorarlos
*Miguel A. Rocha Valencia*
Como se esperaba, la jauría y corcholatas comandadas por el caudillo, replicaron el mensaje “uno cuantos miles”, y al mismo tiempo, el peje se encargó de descalificarlos, colocarlos en la balanza de sus enemigos y ser contrarios a la pauperización, subordinación, ineficiencia y autoritarismo que vive el país, donde los asesinatos ya se volvieron costumbre como las ofensas a quienes simplemente, pensamos.
Ocupó el ganso gran parte de su mañanera para descalificar la protesta, como se esperaba y en esa medida mostró su enojo, rencor y preocupación por una marcha, donde a la mejor “fueron unos miles”, pero son mexicanos que merecen ser escuchados como dice el también moreno Ricardo Monreal, porque más allá del número, eso sí, sin acarreados, existe una real oposición a la manipulación del INE, los institutos y tribunales electorales locales, así como la reducción de la minoría en el Congreso federal.
Y si los oye, reconoce su presencia, le preocupan y lo ocupan, porque la expresión de defensa al INE no sólo se dio en la capital de la República y las imágenes recorrieron el mundo como una acción de repudio al gobiernito de la 4T. Se le volvió pesadilla.
Se presentaron marchas en al menos 65 ciudades, algunas descalificadas por los dizque gobernadores que ahora amagan con marchas “monstruo” en favor del peje donde seguramente se verán los camiones atestados de acarreados, Lo van a hacer. Incluso llenarán el Zócalo y con su cinismo, no les importará gastarse el dinero presupuestal en la renta de camiones, regalo de playeras, lonches, cartulinas y todo lo de costumbre. Lo matraquero lo taren el origen.
Para unos, incluyendo un ex director del Cisen, la marcha sumó más de 650 mil mexicanos; otros con cálculos de los mismos morenos en otras manifestaciones afirman que superaron los 450 mil y los de a pie, 200 mil, para hacer a nivel nacional más de un millón de personas que dicen no a la reforma electoral del machuchón.
Retó a los organizadores a llenar el Zócalo, pero como una vil provocación, no subrayó la falta de acarreo, la contingencia ambiental que inhibió a miles y que no hubo ni un solo acto de violencia ni agresión al patrimonio público y privado. No hay un solo testimonio de camiones o “pago por evento”, fue gente de a pie convocada por una causa que consideran justa.
Por eso el caudillo sacó su vieja estrategia de golpeo, de dividir a los mexicanos, es lo que le gusta, es para lo único que sirve pues no hay una sola institución creada o construida por la 4T que funcione o esté exenta de corrupción, que rinda cuentas. Las obras del profeta ni siquiera funcionan, se tragan el presupuesto y carecen de transparencia, seguramente porque transfieren recursos al “fondo” para campañas de los candidatos de Morena y al de retiro del patrón. El caso es que, entre las tres, consumieron más de 800 mil millones de pesos y una, nadie la usa y la subsidian y las otras, no se terminan y como esponja, chupan presupuesto.
De los programas sociales, la corrupción es tal que no se sabe en el fondo cuántos de los pensionados ya se murieron, pero cobran, como pasa con los becarios, muchos de los cuales sin trabajar o estudiar realmente se sumaron a las filas del crimen organizado, desaparecieron o huyeron del país.
Si a eso se suma la improductividad en el campo, el abandono de parcelas para “vivir” de la limosna de “sembrando vida”, encontramos las razones de que, a pesar de tener un superávit superior a los cinco mil millones en el ramo agropecuario, importamos 40 millones de toneladas de granos alimenticios y oleaginosas.
Por eso la carestía no se contiene, por eso la inflación general ya fue empatada por la subyacente en 8,5 por ciento, lo cual revela que todo lo que no es comida, se fue para arriba incluyendo transporte, vivienda, papeles hasta de baño, frutas…
De la violencia, mientras el tlatoani olmeca estaba en La Chingada y su corcholata preferida hacía campaña en Veracruz, se registraron 225 asesinatos, el sábado y domingo más sangrientos de los últimos meses. Ya se superaron los 138 mil homicidios dolosos con un índice de impunidad de 97 por ciento.
Es decir, no hay culpables, como tampoco en los 26 muertos de la línea 12 del Metro o de las dos jóvenes hermanas que fallecieron en una coladera abierta.
Gracias señor presidente (con minúscula) con sumar a más mexicanos a la reflexión a la negativa de someternos, a insistir en un país mejor, cada vez somos más y usted, tarde o temprano, si vive, será juzgado y no por la historia.
—