Desde Filomeno Mata 8
Por Mouris Salloum George*
¿Es normal, que la ONU y la OEA tengan en la mira -por razones político- electorales- a Venezuela? Desde el punto de vista de los intereses de Washington, sí es normal.
¿Es normal, que esas santas matronas se hayan atrincherado en el disimulo frente la operación golpista y persecutoria contra políticos de izquierda en Brasil? Si así se sirve a los designios de la Casa Blanca, es normal.
En Colombia no ha pasado nada después de recientes elecciones presidenciales, por más que esté latente la amenaza de ruptura y reversión del acuerdo de paz aún en curso.
Con la furia multitudinaria en las calles y las plazas publicas, y huelga general, en Argentina no pasa nada.
Para los amigos, justicia y gracia; para los enemigos, justicia a secas. Los organismos multinacionales nombrados bailan a dos ritmos, según toque el pandero el mandante en turno en el Salón Oval de la Casa Blanca: Que es hoy, Donald Trump.
La violencia política tiene otros detonantes
Por lo menos uno de los frentes electorales que contienden en la sucesión presidencial mexicana ha demandado la presencia de observadores de la OEA y la ONU el próximo 1 de julio y calendario siguiente. Habrá que esperar qué conclusiones sacan esos comisionados de los resultados.
Ya un ex secretario general de la ONU, en reciente visita a México declaró su preocupación por las manifestaciones de violencia política durante las campañas electorales, pero la asoció directamente a los fenómenos de desigualdad socioeconómica. Silencio del gobierno mexicano.
¿Qué hace la diferencia entre el proceso político-electoral de Venezuela y el de México?
Hasta hace unas horas, el conteo de agentes políticos y candidatos asesinados seguía corriendo, según reportes de algunos estados del sur-sureste del país.
Hasta principios de junio, se computaba en unos mil los candidatos que habían renunciado a sus aspiraciones por diversos tipos de amenazas.
El grito es: ¡Sálvese quien pueda!
Hoy se conoció en medios impresos un dato espeluznante: Desde el pasado septiembre, un mes antes de que se diera el banderazo a los comicios de 2018, hasta fecha reciente, son cinco mil 703 los candidatos que han declinado por las mismas razones. ¿Será la del domingo, una fiesta de la democracia?
El signo de terror se presenta bajo el genérico, inseguridad. Las entidades federativas que se llevan las palmas en esa electrizante asignatura, son los estados de México, Michoacán y Oaxaca.
Como sea, los consejeros del Instituto Nacional Electoral no alcanzan a ver focos rojos en el paisaje electoral. El bunker del INE no tiene atalayas para ver más allá de las cámaras de televisión, ay, tan solicitadas por los árbitros electorales.
*Director General del Club de Periodistas de México, A.C.