CIUDAD DE MÉXICO, 25 de julio (Almomento MX).- Los proyectos de conservación del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) México, que se realizan desde hace siete años en el Sistema Arrecifal Mesoamericano para su rescate y preservación fueron tema de una conferencia ofrecida en la cuarta edición de la Aldea Digital por la oceanógrafa Judith Morales López.
Morales López quien cuenta con dos maestrías, una en ciencias de contaminación ambiental y la segunda en gestión integrada de cuencas, explicó que precisamente el arrecife mesoamericano es el mayor sistema arrecifal del Atlántico occidental y el segundo después del arrecife de Australia. Pues este territorio de 100 kilómetros de largo que comparten la costa de Quintana Roo en México, Belice, la costa del Caribe de Guatemala y Honduras, cuenta con un total de 65 especies de corales, 500 especies de peces y alrededor de dos millones de personas.
Entre las principales especies que habitan el arrecife mesoamericano se encuentra la agregación más grande de tiburón ballena, también es muy conocido en la zona por la pesquería de langosta y caracol rosado, las especies de coral y un mamífero importante como el manatí. En hábitats costeros se encuentran los flamencos, las tortugas marinas y los cocodrilos que habitan las zonas pantanosas. En la selva está el jaguar, el tapir, el mono araña y el mono aullador.
Dado a que este tipo de ecosistema es un gran atractivo para el turismo, el número de visitantes que las playas de Quintana Roo reciben al año supera los 10 millones de turistas anuales, lo que deja una derrama de más de ocho mil millones de dólares, sin embargo, el ecosistema es frágil.
Por ejemplo, especies como la tortuga marina, el jaguar, el caracol rosado o incluso manglares se han visto afectados y su preservación es amenazada.
Es por ello, que la WWF ya trabaja en diversos proyectos marinos, entre ellos está el manejo sustentable de la langosta, conservaciones de agregaciones reproductoras de peces, restauración de corales y caracol rosado, así como la conservación de megafauna marina que incluye tiburones, rayas y tortugas marinas.
Para la conservación de la tortuga marina se utiliza un transmisor satelital que se pega en el caparazón de la tortuga y se mandan señales al satélite para rastrearla en su zona de anidación, de alimentación y cómo migran.
Gran parte de estos proyectos se llevan a cabo de manera conjunta con diversos socios, uno de ellos la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y con éste cada agosto se realiza un proyecto para restaurar los corales. Es en esta fecha cuando se implementa el proyecto pues los corales de acropora (es el que ayuda a formar el arrecife) desovan, se captura el desove y es llevado a un laboratorio donde se fertiliza. Los investigadores de la UNAM comienzan a cuidarlas en acuarios y después son liberadas en el mar.
Es en otros proyectos donde se implementa otro tipo de tecnología como las sondas biométricas para conocer cómo es el contorno del fondo del mar, mencionó la oceanógrafa.
Una de las partes más importantes para conservar el equilibrio en el ecosistema es su sistema hidrológico subterráneo, que tiene capa de agua dulce en los primeros metros y debajo de ella una capa de agua salada.
AMN.MX/kica
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