FRANCISCO RODRÍGUEZ
Al interior del aparato administrativo del actual régimen, si es que algo queda, se recrudece el espionaje entre todos sus miembros. Todos están pendientes de cualquier movimiento de los personajes encargados de las áreas para que no se metan en asuntos que no son de su materia. Nadie debe opinar sobre cualquier asunto que no le competa directamente, aunque sea para ayudar.
Quien lo haga se expone a ser cesado en sus funciones. Todos están pendientes de lo que hacen o no hacen los demás. Se ha convertido en una caja de chismes y delaciones que nunca han aportado nada bueno. Todos reportan los movimientos sospechosos al Caudillo. Y la verdad, actúan apanicados.
El régimen se parece cada día más a una barandilla de Ministerio Público. Nadie puede aportar una idea, una colaboración que salga de los asuntos de su competencia. Reproduce el régimen mexicano los usos y costumbres de las peores y más ineficaces dictaduras, las que dependen del estado de humor del Caudillo, las que no ofrecen ideas nuevas para avanzar.
Es un asunto de ideas fijas. Sólo tiene la razón el que manda, aunque repetidamente se equivoque. Al que se le ocurra alguna idea para mejorar o para equilibrar los desaciertos, y la comenta, desde ese momento puede irse considerando un hombre muerto para el funcionamiento del aparato. Por eso queman en el culto y en el incienso a un solo dedo.
Las mayorías camerales entre diputados y senadores ya no existen
La Cuarta Decepción se ha convertido en un islote de condenados. Hasta para renunciar deben pensárselo dos veces, toda vez que la venganza del que manda tiene los brazos muy largos, y puede alcanzarlo en cualquier lugar del territorio. El Archipiélago de Gulag, en su más aberrante expresión. Un sitio donde nadie tiene la cabeza en su lugar, y todos actúan siempre bajo la sospecha fundada o no, del dueño de sus quincenas.
Lo mismo en las sedes del Poder Ejecutivo, que en las Cámaras legislativas. Las deserciones mayúsculas en el Poder Legislativo –que se han dado desde que iniciaron las ocurrencias, y que han logrado que las mayorías camerales entre diputados y senadores ya no existan– tienden a multiplicarse, a reducir el aparato legislativo de Morena en una entelequia.
Morena: quedan golpeadores y esquiroles de todo movimiento social
Analistas serios, como el cercano al poder Alfredo Jalife, han opinado que, merced a las últimas ocurrencias del Caudillo, interpretadas a pie juntillas en su Partido, Morena, AMLO se ha suicidado políticamente. La opinión propia es que Morena es ya un movimiento sin articulación, sin estructura, sin ideología y sin bases militantes y que, al parecer, nació muerto. Lo que queda son los golpeadores, los esquiroles de todo movimiento social.
Y es que un régimen sin ideas ni estructura, y sin capacidad de interlocución con el Jefe del Gobierno y del Estado no puede subsistir mucho tiempo. Es demasiado pedir que algunas mentalidades lúcidas que llegaron a los escaños y a las curules cobijados por la avalancha de Morena puedan soportar el esparadrapo impuesto desde las alturas, que siempre se combina con el autoimpuesto por el miedo a perder la trayectoria y la chamba.
Si las elecciones no son pospuestas perderán hasta el modito de andar
Espionaje y parálisis, catatonia poblacional, producto de un régimen autoritario y sin salida ha llevado a los potenciales electores a pensar que los que se sentaron en la silla presidencial cometen los mismos errores que los de siempre. Es más, que resultaron peores que los que se fueron. Son ya los peores entre los peores.
Han sido arrastrados al basurero por la misma vorágine que consume todos los días la pobre aceptación que tiene el Caudillo entre la población. Jamás tuvieron una peregrina idea sobre el significado del gobierno, ni sobre el lugar donde están parados o sentados. Todos. Si las elecciones no son pospuestas y sí se celebran perderían hasta el modito de andar.
Los que presumían que venían de la izquierda, han confirmado que nunca han estado en ninguna parte. Los improvisados, también. Creyeron que llegaban a hacer historia, como rezaba el retintín, y han arrasado con toda genética del ramo.
Burlaron la confianza del pueblo. Hoy hay un cementerio de miserables
Lo que sí lograron fue cubrir de miasma el recuerdo de los grandes líderes sociales de la izquierda mexicana, pues con sus actitudes y vergüenzas han traicionado todo lo que se puede traicionar en éste y en cualquier país que se respete. Mataron conscientemente a todos los padres de la tradición izquierdista mexicana.
Los que en nombre de la patria, presumiendo honestidad y valentía, y la primacía de los pobres sobre cualquier otra consideración, han sepultado bajo su incompetencia supina todos los conceptos que daban credibilidad a estas posturas, en el curso de los tiempos mexicanos. Se burlaron de la confianza electoral del pueblo y han convertido la patria en un cementerio de miserables.
No sólo nos llevaron al despeñadero, nos arrojaron al abismo del presente y del futuro con absoluta mediocridad, mentira y desparpajo. Sepultaron los principios de la patria en escombros de indignidad. Y todavía pretenden reelegirse, ser honrados y loados como estadistas.
A pulso de soberbia y de rapiña, aderezados con retórica ignorante e insulsa, con premeditación, alevosía y ventaja, han demostrado ser los extraños enemigos de una patria que creyó en ellos. Jamás nos imaginamos que fueran capaces de descender hasta dónde han llegado.
Evitan referirse al hambre inminente y a la miseria provocada por ellos
Casi ninguna mención a la lucha contra el narcotráfico que presumieron llevar a cabo desde el poder. Están absolutamente complicitados con los carteles y ejercen la corrupción a los mayores niveles, con una displicencia absoluta. No hay inversión pública ni privada, ni gasto social elemental, ni obras públicas, ni empleos nuevos, vamos, ni recaudación tributaria, que no sea la cacería de brujas sobre los cautivos de siempre. Si logran arrancarles unos cuantos millones a los grandes potentados, lo celebran como ratones asustados.
No hay confianza en el gobierno para invertir, los empresarios que pudieran crear empleos desconfían de la palabra del que manda, hay incertidumbre generalizada y desde el punto de vista de los centros del dinero, se piensa que las pretensiones de los mandarines mexicanos es quedarse con todo lo que se encuentre mal acomodado. Y así no se puede ir a ninguna parte.
Evitan referirse al hambre inminente y a la miseria provocada, reprimen a todo aquél de dentro y de afuera que esté en desacuerdo, festejan y premian a los traidores, erigen la gloria para los corruptos, se complicitan en la locura de todo lo mal habido, aunque tengan que pasar sobre el cadáver de quien sea.
No hay un solo quinto disponible. En la sede del Imperio ya los midieron
El engaño presidencial cotidiano desde las “mañaneras” de Palacio Nacional enfrenta a los sectores, a los gremios, a las clases y a las regiones. Confunde metas con estrategias, principios con masturbaciones, objetivos con fantasías sin sustento alguno. El engaño presidencial es siempre el boomerang contra las cabezas de los ciudadanos.
No hay un solo quinto disponible, porque también en el extranjero y en la sede del Imperio ya los midieron. Y aunque los de aquí se arrodillen ante ellos, no tienen canicas para el juego. Los villanos vulgares que nos gobiernan creen que tienen estatura de héroes.
No entienden de socialismo, ni de república, ni de elementos del poder
El régimen chusco de los morenos no tiene idea de Estado, ni de gobierno, ni de objetivos. La tragedia mexicana se ha escenificado con ese telón de falacias. Nunca han tenido idea de nada, ni de prioridades básicas, ni de estructuras elementales para iniciar cualquier cambio. No entienden de socialismo, ni de república, ni de elementos fundamentales del poder. Sólo se espían entre ellos y se paralizan de miedo.
Más perdidos que un gusano en gallinero.
¿No cree usted?
Índice Flamígero: Y ¿dónde está el gabinete presidencial? ¿Alguien sabe qué hace Alfonso Durazo en (in)Seguridad Ciudadana? El responsable de los alimentos, de Agricultura, pues, ¿quién es? ¿Qué papel está jugando Alfonso Romo en la contención de críticas cada vez más subidas de tono del sector empresarial? ¿Recuerda alguien el nombre del titular de Salud que, una pista, no se apellida López-Gatell? La titular de Comercio ¿se llama Graciela o Margarita? ¿Cuántos gobernadores panistas, priístas y perredistas tienen contacto con la encargada de la Gobernación del país?
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