Enrique Ochoa Reza, a quien las redes sociales recibieron a Porta gayola, desde su primera aparición con el mote de Clavillazo, ha resultado un fiasco. Sí, peor de lo que se vaticinaba. Con su figura caricaturesca recorre el país y se reúne con propietarios y directivos de medios de comunicación sólo para avergonzar y alebrestar los humores de los militantes del partidazo, los periodistas sensatos y, obvio, a algunos priístas a modo.
Era esperable, dicen quienes recuerdan que estuvo en una terna pedestre (de la que sacaron a un oso de la chistera), en la que se mencionaban para ocupar su lugar a 1) La Prima de Oro, Carolina Monroy del Mazo, ex alcaldesa de Metepec (y ex esposa del “gallo” de los tolucos, Ernesto Nemer, para ir a gobernar el EdoMex); 2) ¡Francisco Olvera Ruiz!, el pachuquita desgobernador de Hidalgo y, claro, 3) a este pedazo de fantoche.
De ese tamañito era la pobre baraja de Peña Nieto, quien desconfiado de los alcances de algún priísta destacado, o por no conocer a algún leal con figura humana, fue forzado nuevamente por el virrey Vi(rey)garay a colocar a un incondicional que se ha revelado con dotes mayúsculas de sepulturero de cualquier aspiración de sus valedores.
Vi(rey)garay hizo a Ochoa Reza portavoz anti-corrupción
Quienes lo ven, no lo creen. Es absolutamente inaudito que el ridículo no conozca límites. Es inverosímil que el sistemita Atracomulca, constreñido por su titiritero Vi(rey)garay, haya tomado la decisión de hacer a Enrique Ochoa Reza, el portavoz de la lucha contra la corrupción de los gobernadores salientes del PRI.
Un “dirigente” más perdido que un gusano en un gallinero. Ajeno a todo, presa de cualquier componenda y absurdo. El peor tiliche que pudieron encontrar entre los trapos usados de la cocina, alguien sin remedio, sin idea y sin vergüenza. A falta de tema ante los militantes, todavía tiene el morro de dedicar su discurso a presumir de sus logros al frente de la CFE, la empresa de marca mundial que destruyó y remató… cual le habían ordenado.
Su designación es, sencillamente, inverosímil. La misma manera que es increíble que, a falta de cuadros de confianza qué promover, se hayan decidido por el peor. Alguien que ni parece, ni es. Ha resultado una mezcla de lo peor de algunos personajes de la picaresca: el enano del tapanco, Tartufo y Tancredo. Todos juntos, en una botarga de caerse de risa.
Mezcla del enano del tapanco, Tartufo y Tancredo
El enano del tapanco, en cuanto a que sus bravatas y lanzadas, como las referidas a limpiar la casa del priísmo y meter al bote a los corruptos, emitidas desde el fondo del congal, no son siquiera oídas, pues los parroquianos indeseables saben que el dueño de la voz estentórea es alguien sin los arrestos siquiera para proferir sus amenazas.
Tartufo, en cuanto simulador de la honradez .Un bufón odioso y rastrero, que no duda en engañar y aprovecharse de quien crea en sus palabras, falsas e interesadas, cuyo único objetivo es promover una candidatura, la de Vi(rey)garay –o, “de perdis”, la de Meade–, que no tiene pies ni cabeza, sino un remedio que resultará más peligroso que la enfermedad.
Tancredo, en cuanto el infeliz que no puede moverse , debe permanecer inmóvil, ante la esperanza de no ser arrastrado por el burel que saldrá furioso del corral, en busca de embestir a cualquiera que se mueva en el ruedo. El auténtico payaso de las cachetadas.
Ochoa, punto negro en la tormenta que se avecina
Ochoa Reza confirma el aserto de la Ley de Murphy: “cuando las cosas van mal, siempre pueden ir peor”. Confirma la estulticia de sus padrinos de Atracomulco, quienes aparentemente le pagaron sus quince minutos de encubrimiento que protagonizó como lacayo de María del Carmen Alanís, para encubrir los despilfarros y violaciones del hoy investido, cuando fue gobernador del Estado de México.
Plaza que visita este infeliz, parece tocada por una fuerza invisible que la inmuniza contra cualquier salvación electoral. Que la convence de no volver a votar por el PRI, que la convierte automáticamente en una alarma contra los tricolores, un punto negro más en la tormenta que se avecina, inexorable y justiciera.
La actuación –de alguna manera hay que llamarle– de este mentecato, denigra e indigna. Rebasa los umbrales de tolerancia, por los decibeles de ignorancia que destila.
Los atracomulcas han convertido a México en un circo
El sistema Atracomulca ha hecho un circo de sus desvalimientos. En un momento en que necesita responder, con credibilidad, a poderosos señalamientos de pertinaz corrupción, como el que pretendió ser desmentido por el vocero Eduardo Andrade con total impericia e inmundicia, se agrega el de sus atrevidos lanceros de petate.
A la seria acusación del último entrambulique protagonizado por la infeliz Gaviota del Canal de las Estrellas, ante la evidencia de otra donación interesada de un apartamento que ocupa regularmente en Key Biscayne, con alberca y cancha de tenis, but of course, administrado por Riucardo Pierdant…
… el desvalido portavoz Eduardo ¿Andrade? contesta con algo que ni se le preguntó, ni viene al caso: ¡esta empresa no ha celebrado contrato alguno con la Casa presidencial! se atreve a espetar el infame, cuando uno de los señalamientos es que la empresa de este amigo de EPN, ha pagado los prediales del nido que La Gaviota mantiene en Miami.
Y con toda seguridad, la ex estrellita televisiva ya no podrá decir que se trata de un pago de Azcarraguita por sus brillantes desempeños, porque la última vez que quiso involucrar al badulaque, cuando lo de La Casa Blanca de Las Lomas, le salió más caro el caldo que las albóndigas.
Hasta la embajadora de EU, Jacobson, está indignada
Inaudito. Desde cualquier punto de vista. Indignante, a más no poder. Al enterarse de la nota, hasta Roberta Jacobson, la experimentada Embajadora de Estados Unidos –especialista del Departamento de Estado en Asuntos Latinoamericanos–, visitó el Senado para arremeter contra cualquier defensa ñoña: los mexicanos están hartos de la corrupción, expresó.
El desprestigiado Virgilio Andrade, que desde su domicilio en Huixquilucan sigue cobrando sus favores a las empresas que encubrió desde la Secretaría de la Función Pública, acerca su plato a la tajada: fui parte del monumental Sistema Nacional Anticorrupción. ¿Quién le preguntó? ¿Por qué nadie lo calla?
¿Estarán ya hasta la madre de ser enjuiciados por el público?
Está tan sucia esa cola del condo en Key Biscayne, que los publirrelacionistas de Los Pinos no han filtrado una sola nota de desmentido acerca del asunto. Es más, pidieron a sus loros radioeléctricos y textoservidores de la prensa infame, que ya, por favor, no hicieran un sólo comentario de este desaguisado. ¿Será que todos ya están hasta la madre de ser enjuiciados por el ludibrio público?
Con esos payasos, hasta el circo puede quebrar. No alcanzan a llenar ni el lunetario. No asisten ni los invitados a quienes se envían boletos gratuitos. Está a punto de bajar las cortinas, antes de que empiece la temporada grande. Es un fracaso hasta para distraer al respetable. Leones desdentados, contorsionistas fracturados, payasos desangelados.
Tolucopachucracia: atracos que se convierten en suicidios ñoños
Ochoa Reza, el frustrado imitador involuntario de Clavillazo, regando el tepache por todo el país, al sonsonete de que “hay que limpiar la casa”, desconociendo que las escaleras se barren de arriba para abajo; Virgilio Andrade, el mequetrefe en busca de pago a sus servicios, entre los empresarios consentidos y entre los desvalidos de Los Pinos; La Gaviota, como chivo expiatorio; la Embajadora que pone un stop a las raterías… el colmo de un atraco que se convirtió en suicidio ñoño.
Y ahora, parodiando al clásico: ¿Quién podrá salvarlos?
Índice Flamígero: Luis Vi(rey)garay, como Ochoa Reza, también recorre el país. La diferencia es que, platican, él no va a condenar a gobernadores salientes por corruptos –tapando así al llamado “primer priísta del país”–, sino muy probablemente a perpetrar actos corruptos. Hace un par de días, por ejemplo, estuvo a cenar en Zacatecas. Pidió que lo reunieron con los cinco más importantes (y ricos) empresarios de la entidad, lo que se ha repetido y repetirá en prácticamente todas las entidades. Dichos encuentros me recordaron, de inmediato, aquella cena en la residencia de la Fundación Miguel Alemán, en la que Carlos Salinas de Gortari pidió a los ricos empresarios favorecidos por el vía las privatizaciones, que le “entraran” con 75 millones de dólares, cada uno, para la campaña presidencial priísta. ¿Para eso mismo pide Vi(rey)garay reunirse con los más ricos de cada estado de la República? + + + La encuesta publicada ayer por el diario Reforma da cuenta de la vertiginosa caída de Enrique Peña Nieto en la aprobación de sus dizque gobernados. Si hace cuatro meses 3 de cada 10 ciudadanos estaban conformes con la actuación del toluco en Los Pinos, hoy sólo 2 de cada 10 dicen en ese estudio demoscópico estar satisfechos. Los lectores del diario cuestionan si está o no trucada dicha encuesta –como las demás–, pues, en sus cálculos, el 99 % lo desaprueba y el 1% se abstuvo de responder. + + + El Poeta del Nopal dedica su epigrama de este día a mi amigo y colega Francisco Gómez Maza, “quien todo lo ve negro: Agorero del desastre / que por desgracia nos sigue / le ruego no se fatigue / cargando el pesado lastre / y en esta rima fulastre / magro favor le reintegro: / una sinfonía en Allegro / para aliviar sus dolores / (píntemela de colores / o gris, pero no de negro).”
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Según el imberbe Ochoa no afecta al RIP la corrupta pareja RESIDENCIAL