Por Leopoldo Díaz Pérez
PETRÓLEO PARA EL PODER GEOPOLÍTICO GLOBAL.
Era el cambio del siglo XIX al XX y los Estados Unidos de Norteamérica abandonaban la actitud de centrarse en sus asuntos domésticos, para involucrarse en los conflictos de Europa.
Tendrían que dominar los mares para participar de la repartición de los despojos que dejó la Primera Guerra Mundial y para tal efecto su flota naval requería de combustible seguro, por lo que decidieron arrebatárselo a México; les estorbaba el General Porfirio Díaz quien se negó a darle concesiones petroleras a Rockefeller y quitárselas a los británicos, por lo que perpetraron el golpe de estado de Díaz a favor de Francisco I. Madero.
En 1911 el presidente William Howard Taft, sin dudarlo en lo más mínimo, aplicó mano dura y concentró en la frontera Sur de los Estados Unidos varias brigadas que integraron una división de maniobra. Al ver ésto Porfirio Díaz decidió exiliarse, con lo que se descarriló a la nación mexicana en una guerra civil de dos décadas.
Ya en 1914 para asegurar el petróleo mexicano Widrow Wilson ordenó a la Flota del Atlántico de los Estados Unidos invadir aguas mexicanas para garantizar el suministro de petróleo a los aliados.
Así el dramatico siglo XX desembocó en la inedulible Segunda Guerra Mundial, escenario ideal para consolidar la hegemonía global de los Estados Unidos cuando nuevamente el petróleo mexicano resultó crítico para la logística del esfuerzo de guerra de las tropas norteamericanas.
Astuto el presidente Lázaro Cárdenas negoció con Franklin D. Roosevelt un prestamo de los Estados Unidos de Norteamerica para pagar la expropiación de las compañías petroleras extranjeras en 1938, bajo la condición de vender el petróleo unicamente a los Estados Unidos. La Segunda Guerra Mundial estaba próxima por lo que en esta ocasión los ejércitos o flotas norteamericanas no amagaron a México.
La Segunda Guerra Mundial concluyó y el triunfo de Occidente se sello con un pacto genial -entre otros-; el acuerdo de Roosevelt en el Canal de Suez del Mar Rojo, donde se reunió en un barco con el rey Abdulaziz bin Saúd y crearon el petrodólar; Arabia Saudita le vendería a los Estados Unidos crudo, a cambio de que Estados Unidos le asegurara protección militar, con lo que se instituyó el intercambio financiero del petrodólar.
PETRÓLEO PARA EL TOTALITARISMO Y LA CORRUPCIÓN.
Y oh sorpresa, Lázaro Cárdenas inauguró la corrupción petrolera; primeramente formó el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), cuyo efecto siniestro fue que la producción de crudo mexicana empezó a declinar.
Amor con amor se paga. Y aquí viene el comentario “revolucionario”: en los tratos de Cárdenas con el sindicato, el STPRM decidió otorgarle, donarle o regalarle al general Lázaro Cárdenas unos centavos por cada barril de petróleo extraído; en aquellas épocas en que se extraían millones de barriles diarios.
¡Aritmética pura, eran millones de centavos diarios los que recibía el gran prócer revolucionario¡
“En 1946 se le otorgó al sindicato 2 por ciento del valor de los contratos entre Pemex y compañías privadas. Con esas nuevas ganancias, obtenidas por un grupo de poder, con el petroleo de todos, los trabajadores sindicalizados comenzaron a convertirse en empresarios que brindaban servicios a Pemex y se hacian millonarios con dinero público…” Juan Miguel Zunzunegui, Revolución de la Libertad.
Tristemente Lázaro Cárdenas en vida comprobó que su proyecto socialista no funcionó, pues buena parte de los recursos de la nación se fueron a la basura por los numeros rojos que arroja la empresa paraestatal, el robo de material y gasolina, a más de fraudes y sabotajes ampliamente documentados.
Rencillas palaciegas acabaron con la prebenda en 1996. El General o más bien la familia de Lázaro Cárdenas ya no recibiría unos centavos por cada barril de petróleo extraído en PEMEX.
El general Cárdenas tuvo magnificas propiedades y el ingeniero Cuauhtémoc vive como lord.
El Niño Dios te escrituró un establo
Y los veneros de petróleo el diablo
Ramón López Velarde.
No hay nada nuevo bajo el Sol. Al norte del Rio Bravo el oro negro significó poder imperial y al sur, decadencia, caos y dependencia.
@Leopoldiazperez