DEMOS-KRATOS
Por Vicente Moreno Aparicio
• Peña Nieto quedó como segundón con la imposición de Videgaray
• La Casa Blanca sabía meses atrás que Meade sería el candidato presidencial
• De ganar, el ex de Hacienda les cubriría las espaldas a los corruptos…
• La ambición mata al Frente que de hecho nació muerto
Al imponer a José Antonio Meade Kuribreña como candidato presidencial por el PRI, Luis Videgaray demostró que quien ha gobernado y gobierna el país ha sido él y, tan es así, que desde meses atrás los funcionarios del gobierno estadounidense, incluso Jared Kushner, el yerno de Donald Trump, sabían con toda seguridad -por boca del aprendiz de canciller- que el entonces secretario de Hacienda se convertirá en próximo presidente de México.
En varias ocasiones los funcionarios estadounidenses le preguntaron a Videgaray sí él podía ser presidente de México y respondió que lo estaba pensando, pero al paso del tiempo y ver que las expectativas no le favorecían, optó por decirles que la mejor opción para llevar las riendas del país era Meade Kuribreña.
La imposición de Videgaray dejó a Peña Nieto, ante los ojos del mundo, como un segundón, ya que por años quien “destapaba” al candidato presidencial era el propio presidente en turno. Hoy no fue así y esto tiene molestos a miles de priistas quienes no están de acuerdo con el abanderamiento de Meade.
Por ello, Videgaray buscó y logró que los líderes priístas de las cámaras de diputados y senadores, César Camacho y Emilio Gamboa, respectivamente, así como de la CTM, CNC y CNOP aprobaran cambios en los estatutos, entre ellos eliminar el requisito de 10 años de militancia para los candidatos externos, por lo que hoy un hombre alineado al panismo es postulado aspirante presidencial.
Al ver hoy la situación que prevalece ante el enojo de la ciudadanía que exige ejercer la justicia en contra de los corruptos, incluidos Peña Nieto y Videgaray, éste opta por José Antonio Meade, quien con toda seguridad, de obtener el triunfo electoral, les cubrirá las espaldas.
Y muchos se preguntan cómo va a ganar Meade las elecciones si el PRI está de capa caída con un alto porcentaje de rechazo, lo cual no asegura triunfo alguno, sin embargo, la experiencia dada en el Estado de México, donde no triunfó el priísmo y se efectuó el fraude electoral con el contubernio del Instituto Nacional Electoral, se puede ejercer algo similar el próximo año.
En cierta forma el PRI tiene en la manga un control absoluto en varios municipios donde es factible el relleno de boletas, el desfile de votantes con credenciales electorales e incluso el acarreo a esos lugares distantes donde con dinero se compran las conciencias de los representantes de casillas.
Por lo pronto, Videgaray toma la delantera con Meade para decidir cómo se llevará a cabo la campaña electoral presidencial y se habla con mucha seguridad que se tienen miles de millones de pesos para enfrentar la contienda.
E incluso, es factible que Enrique “Clavillazo” Ochoa Reza lo obliguen a renunciar como líder del CEN del PRI, pues no está al nivel de lo que debe ser un verdadero dirigente.
El cinismo y las bravocunadas de Ochoa Reza han deteriorado la imagen de lo que por muchos años fue el Partido Revolucionario Institucional. En las redes sociales se puede apreciar el rechazo generalizado por las mentiras e incongruencias que el priísta expresa sin sustento legal y falto a la verdad.
Pero también Videgaray ha abierto heridas profundas al interior del PRI, pues su pleito contra Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, se intensificó y los seguidores del exgobernador de Hidalgo, posiblemente vayan a parar a las urnas electorales a favor de Morena.
Al interior del PRI se han escuchado lamentaciones de los militantes quienes ven difícil que en el 2018 gane el candidato Meade y auguran la derrota como sucedió en el 2000 y el 2016 con Francisco Labastida y Roberto Madrazo.
Consideran también que el descontento priísta –el voto de castigo- tendrá una respuesta como la que se dio en el 2016, donde el PRI perdió siete estados: Durango, Quintana Roo, Veracruz, Chihuahua, Aguascalientes, Tamaulipas y Puebla.
Es factible que en esos mismos estados aunados con otros que guardan enojos contra el priísmo y el panismo les nieguen el voto y favorezcan a Morena, pues en lo que cabe el Partido Acción Nacional está dividido y también guarda rencores contra su dirigencia y más por haber conformado un Frente Ciudadano por México, el cual ahora está en duda que continúe.
La idea de ese frente era buscar el mejor candidato para combatir contra el PRI y Morena, pero a la hora de la verdad la ambición se apoderó y todos los dirigentes: el panista Ricardo Anaya, la perredista Alejandra Barrales y el de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, buscan lo suyo.
Anaya quiere ser candidato presidencial, Barrales, gobernadora de la ciudad de México y Delgado el apoyo para su aspirante a la gubernatura de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, mientras que Miguel Ángel Mancera la busca por el PRD y Rafael Moreno Valle por el PAN para correr como aspirantes a la grande.
Hace días todavía se escuchaban los ecos de las palabras de Delgado: “No vamos a permitir el riesgo de que el gobierno tenga intervenciones abusivas…”. El de Barrales: “Necesitamos un método que nos permita blindar el proceso” y el de Anaya: “no permitiremos que manos ajenas quieran lastimar un proyecto democrático; con contundencia, se evitará la intervención del gobierno”. Hoy están a punto del réquiem para un proyecto fallido… que nació muerto.
El PRI ha buscado por todos los medios tratar de descarrilar a Morena sin poder lograrlo e incluso a través de la Secretaría de Gobernación ha pagado a decenas de internautas para denostar a Andrés Manuel López Obrador, y cada vez que lo hacen los espacios se saturan en defensa de AMLO.
Pero también es cierto que muchos seguidores de Morena están molestos por la llegada de personalidades de la política incluso priístas nada apreciables, pero aún así se mantienen a favor de López Obrador.
Por otra parte, el líder de la CTM, Carlos Aceves del Olmo, quien tuvo a su cargo secundar la imposición de Videgaray, dijo que “no hubo destape, porque para la CTM Meade nunca estuvo tapado, siempre fue nuestro candidato”…
Pero después reconoció que apenas se había enterado que Meade iba a ser el precandidato presidencial del PRI…
Lo increíble que en las redes sociales aparecen esquelas dando el pésame a los priístas por la pérdida de sus militantes y las condolencias a Peña Nieto y Videgaray… ¿Irá usted al velorio?