Lilia Arellano.
“Saber lo que es justo y no hacerlo es la peor de las cobardías”: Confucio
• Pendientes y repercusiones en la salida de RC
• Turismo resiente la inseguridad prevaleciente
• Gestión plagada de yerros y severos fracasos
• Violencia y corrupción galopante en Estados
• Quintana Roo enfrenta coyunturas negativas
• ¿Quiénes para defender al Ejecutivo federal?
Ciudad de México, 15 de octubre de 2017.- Tal vez es este el momento menos apropiado para retirar de sus funciones al titular de la PGR, a Raúl Cervantes Andrade, aunque pueda asegurarse es la ruta merecida ante tanto yerro cometido al demostrar su impotencia para resolver los casos dejados como pendientes por Jesús Murillo Karam y los de su antecesora directa, Arely Gómez. Sin embargo, los señalamientos sobre la inseguridad existente en el país han traspasado todas las fronteras y como nunca antes se han multiplicado críticas y calificativos cuyas repercusiones se presentan drástica y dramáticamente en el único renglón fuera de las indecisiones e incertidumbres provocadas por el TLCAN: el turismo.
Las actividades de este sector han transitado por vías en las cuáles el gobierno a través de la Secretaría de Turismo ha demostrado atención, aunque con lentitudes conocidas cuando se trata de hacer gestiones en otras dependencias, una de ellas se relaciona, por ejemplo, con los trámites de ingreso al país y las facilidades para la obtención del visado. Con esfuerzos en los cuales mucho ha participado la iniciativa privada, se cuenta con servicios de primera tanto en los centros de hospedaje como con quienes completan la gama de atractivos que han hecho de muchos puntos de la República zonas de competencia para quienes tienen años, siglos, ocupando primeros lugares en la actividad a nivel mundial.
El punto negativo se centra en la inseguridad y en la corrupción galopante en los gobiernos estatales. Sobre el primer rubro, las alertas lanzadas a sus conciudadanos sobre la peligrosidad de visitar ciertas zonas, carreteras, lugares fuera de los hoteles dedicados a la diversión, ha sido la manera en la cual gobiernos extranjeros buscan protegerse. Sin embargo, han resultado las más dañinas para la actividad y, al respecto, tanto la Federación a través del gabinete de seguridad, como los gobernadores y sus respectivos séquitos y la irresponsabilidad de los alcaldes en el tema, van demostrando o incapacidad o abierta complicidad con las mafias.
Quintana Roo en este renglón ha logrado con éxito competir contra países cuya fama data de siglos y ha resultado ser esta actividad piedra angular de su economía. Siendo un estado con poco más de una cuarentena de existencia e ingreso al mapa de la República en calidad de Libre y Autónomo, cuenta con ese mismo tiempo de haber dado a conocer al mundo sus bellezas naturales, de entrar a esa ruda competencia y el éxito es innegable. Sin embargo, el presente tiene como daño mínimo el retorno a esas temporadas cuya baja ocupación resulta peligrosa en todos los órdenes.
Y, como en todo, nada surgió de la noche a la mañana, aunque lo delicado de esta actividad lleva consigo acelerados procesos cuyas consecuencias demuestran la necesidad de mantenerse en movimiento, de renovarse, de estar al día, si se trata de no perder un solo punto positivo ganado y, cuando resultan negativas, habrá que aceptarlo, resulta cuesta arriba poder retornar al punto del total éxito. Con toda su carta de frivolidad a cuestas el triunfo conlleva duplicar esfuerzos, cumplir requisitos aparentemente banales pero para quienes se desarrollan en este campo, imprescindibles, sobrecarga de trabajo y una coordinación implacable regida por la actividad sobre la cual se sustenta la economía local y en referencia a lo nacional, contemplada por los ingresos tributarios de las empresas prestadoras de servicios mexicanas, el número de empleos generados y las inversiones provocadas fuera del renglón energético.
Justo a tiempo y a través de estas líneas advertimos sobre la posibilidad de hacer cancelaciones que llevarían a lograr bajar los índices de ocupación. Dejar de asistir a las Ferias; hacer movimientos en la Oficina encargada de las Convenciones, los cuales les llevaría más de un año conseguir empezaran a funcionar de manera más eficiente; descuidar el trato con quienes tienen fuertes inversiones, acercamiento real y permanente con las líneas aéreas y una supervisión permanente sobre eventos ocurridos cada día en las zonas de mayor afluencia de visitantes, hoy están cobrando el descuido.
La imagen de quienes representan a este sector en el extranjero, su dominio absoluto de, por lo menos, el idioma inglés. resultan básicos y no han sido cuidados. Leyes, reglamentos, operatividad, fue construyéndose sobre las rodillas, con la experiencia del día a día y cubriendo los requisitos solicitados por los inversionistas. Hoy la visión debe ser otra y cubrirse en su totalidad necesidades y demandas bajo un eje rector alejado de la corrupción, de la tranza, de las dádivas, de los entres, para lograr cambio de densidades o prebendas que han convertido al lugar en un punto de identificación para la violación de normas ambientales, de depredación y de una nueva forma de anarquía ante su oficialización.
A estas cancelaciones y también con la debida advertencia sobre las repercusiones de la alerta de viaje emitida por los Estados Unidos, no se puso en marcha una estrategia para regresar la tranquilidad a ese mercado sino utilizaron todos los elementos para desmentirla, para minimizarla, recurrieron a todos los sectores, a sus representantes, para obtener y hacer públicas declaraciones sobre la nula importancia de ese mensaje y las carretadas de visitantes ajenos a ese país con los cuales contaba Quintana Roo. El argumento utilizado ya está más que escuchado, sobado, dicen algunos: no hay que hacerle daño al estado, a su imagen, no se puede alejar al turismo.
¿Acaso esos declarantes, quienes todos los días de la semana, del mes, del año, levantan la cortina y se ponen al servicio de los visitantes o de la comunidad que los atiende, portan metralleta, tienen que ver con la incapacidad de la policía municipal para prevenir el delito, con la estatal para colocar por lo menos retenes en las carreteras o frenar la aparición de transportes piratas, o andan con chalecos antibalas recorriendo los restaurantes del lugar como hacen los federales cuyo humor determina a quién detener y a quién no, o cómo unirse a un operativo conjunto en cuanto ven llegar a soldados y marinos? ¿Cuál es entonces la responsabilidad de cada quién? ¿Acaso el “calladitos son más bonitos” es la solución?
Por lo pronto, la baja en la ocupación hotelera es alarmante y nada tiene que ver con la difusión de información o con la divulgación de eventos en redes que el mismo gobierno se encargó de alimentar, de crear sus propios monstruos en un afán de difundir actividades de mínimo alcance o de denostar a los personajes del pasado, tanto en la política como en el terreno privado y ni que decir de los periodistas. Ha sido el resultado de una serie de yerros cometidos en la práctica de tareas del sector y de la incapacidad de generar seguridad en todos los órdenes.
El final de agosto tuvo como resultado ocupacional una baja del 10 por ciento. Iniciando septiembre ésta se había duplicado, a mediados de ese mes y hasta el cierre superaba el 40 por ciento y para empezar octubre ya reportaban más del 50 por ciento. Si a lo anterior se agregan las posibilidades de captar turismo nacional -originalmente el gran salvador de las temporadas bajas- a través de una opción ajena a la hotelería, la de las plataformas cuya entrada la dio Airbdb con argumentaciones relacionadas con una paga tributaria menor -aunque no obtenida de las grandes cadenas- y una gran carga de desinformación hacia quienes rentan como el aumento en sus recibos de luz al pasar del servicio doméstico al comercial, igual en el agua y en los impuestos tributarios, pasamos al escenario en donde las ocurrencias son la estrategia a seguir.
Airbdb está de plácemes, tiene 30 mil cuartos ya en su agenda con igual número de ilusos tanto propietarios como rentando. Si se checa la información internacional, se verá el gran número de ilícitos cometidos en esos lugares en donde no hay ninguna supervisión, se desconocen las medidas de seguridad o se carece de ellas, es inexistente lo relacionado a limpieza y salud, a medidas contra incendio, a todos los requisitos a llenar para obtener una licencia de funcionamiento para centro de hospedaje. Eso sí, llegarán a las arcas estatales doce millones de pesos al año y se los entregarán los plataformeros, ellos harán de recaudadores, o sea abdica el Estado del ingreso directo de sus recursos. Otra raya al tigre.
Don Carlos Joaquín González hizo una gira a destiempo a los Estados Unidos y quién sabe si lo suficientemente provechosa al conocerse de un crecimiento imparable de la violencia y justificado éste por ocurrir en zonas de la ciudad, no en la hotelera. Parecen olvidar que quienes allá prestan sus servicios viven en las ahora llamada “fabelas cancunenses” en su mayoría, porque justo en esas lejanías y sin exigir el ayuntamiento ningún renglón de los estipulados en los reglamentos de construcción, permitieron los grandes fraccionamientos carentes de escuelas, zonas deportivas, terrenos en donación para la instalación de casetas de vigilancia, etcétera.
Allá se sigue incubando la delincuencia y se multiplican los cadáveres. Los fines de semana dan cuenta de robos y asaltos y los bancos no son la excepción como tampoco las tiendas de conveniencia en donde están optando por el cierre igual que bares, cantinas y restaurantes ubicados en la ciudad y perjudicados no solamente por el Todo Incluido sino por encontrarse en una zona de peligro, recomendada por los empleados hoteleros para no ser visitada en virtud de haber sido ellos mismos víctimas de la delincuencia.
Hablan de la urgencia de recuperar la imagen del destino, pero nada dicen de las fórmulas, de la estrategia a seguir para lograrlo, la cual no incluye declaraciones ni buenas voluntades sino acciones. La baja de turistas en la Riviera Maya también es alarmante, tanto como el reporte de un solo mayorista, de uno de los principales, de Apple Leisure Group, operadora desde 1988, advirtiendo para el 2018 una baja no menor al 53 por ciento de no abatirse la inseguridad. El salto para atrás lleva a Quintana Roo a 1989 con una ocupación de apenas el 57 por ciento.
Si está presente una percepción de gran incertidumbre en la zona norte, ni averiguar lo que sucede en el sur, acrecentado por las declaraciones de Marisol Venegas sobre la baja participación de los sectores y de la iniciativa privada para salir de los baches, de la mala economía, de la prestación turística adecuada. En su consideración ha sido pareja la promoción, aunque lo primero a preguntar es: ¿cuál promoción? ¿Acaso se refiere a la de la corrupción, a la de las violaciones a los derechos humanos, a las ejecuciones diarias? Porque si doña Marisol y su jefe no se han dado cuenta, la prensa extranjera tiene perfectamente documentados todos los actos delincuenciales y sus esfuerzos por ocultar la realidad tienen el reflejo del avestruz.
Por lo pronto, se sabe de una fuerte aportación económica de los hoteleros para llevar a cabo la promoción turística. No pueden esperar otro año para saber qué se ha hecho con el dinero producto de un impuesto adicional para esta tarea y menos para que les dejen en blanco y negro qué se hace con el resto de esa millonaria suma. Como también tardarán en conocer a ciencia cierta el por qué cerca de 100 hoteles no han liquidado este impuesto, aunque saben de la contratación de pagadoras ligadas a un célebre personaje incrustado en el gabinete estatal, receptor junto con sus socios de muy afortunadas ganancias.
Paradójicamente, el gobierno estatal y el municipio de Benito Juárez compiten en ineficacia, oscurantismo, comisión de yerros y han resultado incapaces hasta para aclarar el asunto de las patrullas, de las rentadas y las no rentadas. Remberto Estrada será recordado y por muchas causas negativas, los grandes baches de ayer no son nada comparados con los de hoy y contarán menos al momento de describir los irreversibles daños provocados en escasos dos años de alcalde. Ni cuentas claras ni chocolate espeso, sino crecimiento de pobreza, inseguridad, asentamientos irregulares, malos servicios públicos y corrupción galopante.
Como solamente se documenta lo bueno, porque también cuenta, nada se hace por proteger a quienes llegan a tierra quintanarroense y han sido víctimas de fraudes. Es tarea de la Profeco, argumentan, pero finalmente los perjudicados son los establecidos en el lugar del fraude y no hay ninguna medida para proteger a estos viajeros y la burocracia federal sigue tan campante cobrando su salario sin tener ningún éxito en las tareas que dice desarrollar. Y eso debería ser coordinado por iniciativa privada-gobierno estatal-gobierno municipal, para evitar esas malas famas.
Con este escenario, con los números reportados, vuelve a convertirse en irreal la declaración del gobernador Carlos Joaquín González sobre la creación de empleos. Éstos no surgen ni en el ramo de la construcción y menos mil cada mes. No por lo menos en los últimos 20 meses. Y le sigue el panorama político totalmente enrarecido a nivel nacional y con sus severas repercusiones en lo local, tanto para la próxima elección de alcaldes como para definir a quién apoyan mayoritariamente los quintanarroenses para llegar a un poder con el cual, el mandatario estatal tiene que coordinar, le guste o no.
¿QUIÉN CUBRIRÁ LA ESPALDA A EPN?
Oficialmente, Raúl Cervantes Andrade presentó su renuncia a la Procuraduría General de la República (PGR). El presidente Enrique Peña Nieto y la dirigencia nacional del PRI pretendían aprobar en el Congreso un pase automático de Cervantes a la Fiscalía General de la Nación, con lo cual y por un periodo de nueve años, se convertiría en el guardaespaldas de los principales políticos de un sexenio plagado de acusaciones de corrupción. Tras su dimisión, dada a conocer en la Junta de Coordinación Política del Senado, la pregunta es: ¿ahora, quién cubrirá las espaldas de los peñanietistas el próximo sexenio? ¿Será posible sean llamados a cuentas sobre la escandalosa corrupción en esta administración o habrá cambio de jugada para garantizar la impunidad del círculo de poder en torno al actual inquilino de Los Pinos?
El actual sexenio ha estado plagado de gobernantes y funcionarios corruptos. En el último año se ha detenido a los ex mandatarios de Sonora, Veracruz, Quintana Roo y Tamaulipas. Pero se ha protegido abiertamente a otros como Rodrigo Medina de Nuevo León y al chihuahuense César Duarte Jaquez, actualmente prófugo. Pero la lista en verdad es larga: además del sonorense Guillermo Padrés, el veracruzano Javier Duarte y el quintanarroense Roberto Borge, destaca el tabasqueño Andrés Granier; y el michoacano Jesús Reyna. En capilla se encuentran el coahuilense Rubén Moreira y su hermano Humberto Moreira, también ex gobernador de Coahuila; el nayarita Roberto Sandoval; el tamaulipeco Egidio Torre. También deberían estar en proceso el mexiquense Arturo Montiel; el oaxaqueño Ulises Ruiz; el duranguense Jorge Herrera; y el poblano Mario Marín. Otros ex gobernadores no priístas merecedores de proceso judicial son: el perredista Ángel Aguirre de Guerrero; el oaxaqueño Gabino Cue; y el morelense Graco Ramírez del PRD.
La renuncia de Cervantes es un terremoto en la administración y procuración de justicia. Tendrá fuertes repercusiones en las entidades federativas, principalmente en aquellas azotadas por el crimen organizado. Los efectos serán no sólo judiciales, sino económicos, políticos y sociales. La lista de pendientes dejados por los últimos procuradores es larga: destaca el caso de los normalistas de Ayotzinapa desparecidos, así como otros crímenes considerados de lesa humanidad; los asesinatos de comunicadores y activistas defensores de derechos humanos; las ejecuciones de líderes de partidos políticos de oposición; la desaparición de miles de mexicanos, y de ciudadanos de Centro y Sudamérica; el avance de los cárteles del narcotráfico y la multiplicación de sus liderazgos tras la detención de algunos capos principales; la lucha por los mercados más redituables, como los centros turísticos del país, donde la disputa es a muerte y sin cuartel.
En la mayoría de los casos anteriores, la PGR se caracterizó por su inmovilidad. La sustitución de Cervantes no será fácil. El valiente quien desee ocupar la titularidad de la Procuraduría General de la República literalmente se jugará la vida. Por un lado, deberá enfrentar a las mafias, narcotraficantes, secuestradores, tratantes de blancas, contrabandistas, defraudadores, entre lo más selecto de la criminalidad nacional. Pero por otro estará expuesto a las presiones políticas, durante las investigaciones a funcionarios federales, estatales y municipales, así como ex gobernadores, ex presidentes municipales y ex legisladores, federales y locales, además de líderes de partidos políticos y dirigentes sindicales. Todo esto con un nuevo sistema penal el cual aún no cuaja, bajo la atenta mirada de organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Y, sobre todo, durmiendo con el enemigo.
DE LOS PASILLOS
De las presiones a México desde el exterior destaca por supuesto la ejercida por Estados Unidos. El presidente Donald Trump aseguró nuestro país está atravesando por muchos problemas, incluido el gran nivel de criminalidad y tráfico de drogas, lo cual hace necesaria la construcción de un muro en la frontera con EU… De acuerdo al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, México registró durante los primeros siete meses del año 14 mil 190 homicidios, el número más alto durante el mismo periodo de los primeros años del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
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