La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Con el PRI actual hay que ir del háganme suyo al olvídense que existo
El diputado federal por el PRI, José Yunes Zorrilla, se rebeló a los truculentos designios de Alito y votó contra la iniciativa de su partido, para extender la presencia de las Fuerzas Armadas patrullando en las calles hasta el 2029.
Hay que admitir que, el peroteño, fue congruente con su posición de inicio y no cedió a las presiones, sin embargo, ante la actual dirigencia quedó disminuido, lo cual, si lo aprovecha, puede ser un punto a su favor.
No cabe duda que, la marca PRI, es una de las más desprestigiadas ante el electorado, en ocasiones presentan candidatos con buena hoja curricular, pero, al llevar en el pecho los colores del tricolor, pierden sufragios.
Una estrategia interesante, para superar esta circunstancia, fue la que siguió el sonorense Ernesto Gándara, quien, para asumir una candidatura respaldada por un bloque de partidos, decidió renunciar al ex partidazo e iniciar proselitismo, desde una perspectiva ciudadana.
El experimento funcionó muy bien, el famoso ‘borrego’ perdió por muchos menos votos (ante la aplanadora de la 4T y los programas sociales), de los que hubieran sido si se presenta como priista, es más, si MC se suma mucho antes de lo que lo hizo, el resultado pudo ser distinto. Hay que estudiar la experiencia.
Ahora, Pepe (que siempre ha sido un político moderado), podría dar un golpe de timón y construir un proyecto alterno a la partidocracia para llegado el momento, estar en condiciones de encabezar una alianza que, le puede ofrecer, mejores expectativas que continuar en el decaído instituto.
Claro está que, la opción sugerida, puede funcionar para todos los interesados en ser candidatos en el 2024, desde luego, a excepción de los suspirantes del partido oficial.