Es impugnable. Sobre la destitución o la aplicación de la 25ava Enmienda
Rubén Gallego, representante del séptimo distrito de Arizona, expresó puntual sobre el perdón grotesco e inquietante que Trump le dio a la terrible supremacía blanca encabezada por Joe Arpaio. Es fatal.
El sheriff Joe Arpaio de Maricopa, el condado más grande de Arizona, durante 23 largos años se dedicó a aterrorizar a los residentes latinos del área de Phoenix, usando su poder policial para hostigar, clasificar racialmente y abusar de la gente de color. Encarcelándolos en condiciones infrahumanas.
Un tribunal le ordenó detener la persecución. Él, desafió a la corte y continuó haciendo de las suyas, desoyéndola. El resultado previsible. Se le condenó por desacato, y permanecía a la espera de sentencia.
El perdón de Trump lo salvo de prisión, calificándolo como un gran patriota que ha servido a la nación de manera impecable. La protección del ejecutivo “al uso del poder de la policía para hacer cumplir la supremacía blanca y erosionar los derechos constitucionales básicos representa uno de los actos más racistas de su gestión”.
De acuerdo al profesor de derecho de Harvard, Noah Feldman, anticipando un posible perdón para Arpaio, “sólo hay un remedio en la constitución: la acusación.” Puesto se considera un delito impugnable.
En el otoño de 2016, los votantes de Arizona despidieron a Joe Arpaio. La victoria, que resultó aplastante enalteció a los derechos humanos y a los valores progresistas. Sin embargo, después de este demoledor triunfo de la ciudadanía, era imprescindible que el “sheriff, dueño de su propia ley”, encarara las consecuencias legales de sus acciones violentas, criminales e inconstitucionales.
El perdón de Trump a Arpaio, lo único que hace es animar, envalentonar a una minoría supremacista, que vivía en la oscuridad, “acatando a la Ley”, so pena de pagar la intransigencia de actos contrarios a esta en pleno siglo XXI.
Las acciones de Trump le dan carta blanca a otras policías en todo el país, a usar su poder para oprimir a la gente ajena al color de piel blanca. Sin descontar que con ese perdón rompe el ordenamiento jurídico, un acto ilícito en virtud de la Constitución.
“De momento, este precedente no exhibe de inmediato una crisis constitucional. Legalmente, el ejecutivo cuenta con el poder de emitir el perdón. Sin embargo, si genera grave cuestionamiento en cómo aplicar el estado de derecho. Para contener este perdón solo queda el recurso de acusación.”
Por ultimo; “James Madison señaló en la convención de ratificación de Virginia que el abuso del poder de perdón podría ser motivo de destitución. Tenía razón entonces… y sigue siendo cierto ahora.”
De la destitución de Trump, o la aplicación de la 25ava Enmienda
La semana pasado le llovió sobre mojado al desequilibrado inquilino en la avenida Pensilvania 1600. Todo lo inició una filtración que afirmaba que el líder del senado, el republicano McDonnell, comentó en privado sus dudas acerca de la capacidad del comandante en jefe de las fuerzas militares para mantener el puesto como presidente de E.U.
Después a esa nota, una serie de personajes de seguridad nacional, congresistas republicanos y demócratas continuaron el discurso sobre el mismo tema, además, de la sensible renuncia de su principal asesor económico, Gary D. Cohn, por las insensatas declaraciones del presidente sobre el caso de Charlottesville, Va.
Cuestionamientos latentes sobre la incapacidad para conducir las riendas del país, o la destitución por los constantes y autoritarios desaciertos de su pobre y corta gestión, se mantienen girando sobre la Casa Blanca.
La opción a abrazarse a la 25ava Enmienda no es tarea fácil. El pleno del gabinete y dos terceras partes del congreso deben aprobar su aplicación. En esencia, esta ley constitucional se refiere a la sucesión presidencial en caso de “vacío” por; incompetencia; enfermedad crónica o muerte.
Ante este panorama, Mr. Twitter se dio a la tarea de generar otra cortina de humo, atacando al Tratado de Libre Comercio, la retórica del Muro, el Rusiagate, Norcorea, el distanciamiento con China y Rusia, entre oros dislates. La lista diaria es larga, obscena…
Imposible gobernar a un país vía redes sociales. Lo que si queda claro es que Trump “prefiere desgarrar a su país en vez de gobernarlo.”