Laurence Peter, autor que alcanzó los más altos puestos de las listas de ventas con un libro en el que explicaba la ineficacia de las burocracias habría encontrado en el coordinador de la bancada priísta en el Senado, Emilio Gamboa Patrón, al mejor de sus ejemplos. Y es que, como seguro usted recuerda, el famoso principio de Peter dice que “en una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia”. Gamboa, finalmente, ha arribado a él.
Lleva ya más de una semana sin poder sacar adelante la aprobación de la iniciativa con la que, antes de que tomara posesión de la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto pretendía reformar la estructura de la Administración Pública para, de inmediato, empezar a gobernar bajo sus propios criterios.
Y como están las cosas, el retraso se podría alargar.
Incapaz de producir ideas –¡vaya, ni siquiera de expresarlas!–, Gamboa ha flotado y sobrevivido en los terrenos de la “grilla”, que no de la política, merced a su habilidad como publirrelacionista, siempre listo para halagar al político encumbrado y a la familia de éste. Poseedor de una inconmensurable fortuna pecuniaria, amasada en los cargos públicos que le han confiado aquellos a quienes “hace la barba”, tiene los suficientes recursos como para conseguir un avión privado, enviar al sastre o hacerse cargo del costo del catering de una comida o una cena servida en casa ajena.
¿Cómo “solucionó”, por ejemplo, el desaguisado del jueves último cuando las oposiciones le rompieron el quórum y el presidente de la mesa directiva camaral, el panista Ernesto Cordero, le asestó un KO técnico? ¡Con un muy publicitado paseo por la Alameda Central y una comida que muy seguramente él pagó… o cargó a la cuenta del PRI en el Senado!
¿Y qué? ¿Con eso ya quedó “arreglado”? ¿Tras la degustación de platillos y los vinos de rigueur, ya van a aprobarle a Peña el nuevo esquema de la Administración Pública Federal?
¿Habrá llegado el yucateco Gamboa Patrón a su nivel máximo de peterismo? ¿O aún nos esperan momentos espectaculares de grandes victorias, hasta la derrota final? Personalmente, me temo lo peor, porque hay dos cosas de este personaje que me aturden: una, su empecinamiento en errar el tiro una y otra vez; la otra, su desacomplejada autoestima, tan fuerte ella, que siempre convierte sus notables meteduras de pata en problemas ajenos.
PLATAFORMA INEXISTENTE
A propósito de esos cambios en el organigrama federal, hay quienes se mesan las barbas y rasgan las vestiduras por la evaporación de la llamada Plataforma México, mal alimentada y peor operada por la ya casi desaparecidita –Gamboa Patrón, mediante– Secretaría de Seguridad Pública.
Y es que si alguien sabe que la tal Plataforma México sirvió para una pura y dos con sal son los gobernadores. Y Peña Nieto, no se olvide, fue gobernador.
El diagnóstico del porqué debe desaparecer la citada Plataforma aparece en el documento “Breve diagnóstico sobre la seguridad pública”, elaborado por el equipo de transición del mexiquense, en el quese plantea que cambiarla, desaparecerla, permitiría facilitar la consulta de estadísticas delictivas y emprender estrategias anticrimen en la próxima administración.
“El Centro Nacional de Información y Plataforma México no han podido hacer eficiente la labor de llevar los registros en materia de seguridad pública a todas las entidades federativas, tal es el caso de que Plataforma México únicamente se puede consultar aquellos datos que han sido ministrados por la propia entidad federativa –dice el documento. Y agrega:
“La información presentada por el Centro Nacional de Información se encuentra desfasada y en algunos casos duplicada, es decir, no ha habido una depuración de aquellos datos sin calidad. De modo que resulta prudente un giro en la política para el tratamiento de los datos con el objeto de que los datos sean consultados con la calidad, eficiencia y eficacia que el tema requiere: rapidez”.
Bye, bye, Plataforma México. Otro costoso juguetito escenográfico de Genaro García Luna, que sirvió para pura… Otra razón por la cual se debería llamar a cuentas a quien algunos bautizaron como “el policía de titanio”. Y sí. No se ría, por favor.
Índice Flamígero: Despertó grandes expectativas el arribo de Manuel Velasco Coello a la gubernatura chiapaneca, sobremanera porque podría llegar a dar fin a la satrapía de su antecesor Juan Sabines. Llega sin recursos, pero eso sí, acompañado de lo más granado de la clase política y, claro, también la empresarial. + +´+ Bien. Muy bien le fue al neoleonés Rodrigo Medina como anfitrión de Enrique Peña en su primera gira nacional, ya investido como Presidente. Promete la nueva policía. Mejor entrenada, mejor pagada.