DIARIO DE ANTHONY
“¿Hay algo que podría reprocharse al admirable Raymond Aron? Tal vez sí. Que todo su pensamiento girase sobre Europa y Estados Unidos y, al igual que Albert Camus, mostrara un desinterés casi total sobre el tercer mundo, es decir, África, América Latina y Asia. ¿Habría llegado, en su fuero íntimo, a la convicción de que para nuestros países enfrascados n conflictos y problemas feroces, no había ya esperanzas?”.
Todo lo anterior es parte de un ensayo sobre Raymond Aron, escrito por el peruanito Mayito. Y por qué se “preocupa” él, cuando ya pertenece a España. Ah, el tercer mundo… Un tal Aron hablando bla bla bla, pero ¡sin nunca preocuparse por el tercer mundo! Pinche Llosa. No es que ese tal Aron piense así del tercer mundo, sino que solamente -me atrevo a asegurar- que nos miraba como a alguien inferior, no dignos de su atención.
Europa, Europa y Europa. Cuando perteneces al tercer mundo, pero tu sentir y tu pensar no son de aquí, es la cosa más difícil que a uno le puede suceder. Pobre, rico o burgués… ¡La mierda!
Okay. Ese fagot de Aron “nos veía” no dignos para su estudio, okay. ¿Y luego qué? ¿Qué culpa nos teníamos “nosotros” de ser inferiores a los de Europa o USA?
Cielos. Mi dolor, el tercer mundo. Mi abandono, mi pasado, todo mi camino recorrido. Siempre sufrí mucho por ser quien era. Yo no podía ser un auto engañado, pero tampoco podía ser quien debía de ser… Hasta que… Tal vez y nunca podré contarlo. Pero cuando un latinito, como Mayito, con su novelito y todo se hace una pregunta como esta, en cierta forma, creo que me tranquiliza. Es decir que me hace ver su esencia y su espíritu de tercermundista, algo que yo jamás tuve pero, que debido a todo este dolor, me convirtió en lo peor. Por suerte que él se ha cuestionado eso, ¡algo tan simple! Y como él es él, o sea hello!, uno de “los grandes enanos” e toda la literatura “latinoamericana” ¿y del mundo?, pues toda su pregunta -creo- debería de ser analizada. Pero luego pienso, “ni tú ni él2 pueden escapar a su destino, a menos que no seas 2latino” o del tercer mundo…
Nada en mí era tercermundista (bueno, sólo mi color), pero… todo esto vino y me convirtió en lo peor… Sufrí muchísimo al verlo todo de manera clarísima. Luego entonces me preguntaba “¿por qué?” y hoy, hoy que nuevamente, maldita sea… ¡no sé cómo decirlo!
Tuve esto y tuve lo otro, mucho dolor en todo mi cuerpo. Aparte de mi enfermedad y demás. Ahora mismo, aunque quisiera no decirlo, la parte trasera de mi cabeza se me ha desinflamado, ¡otra vez y otro poquito más!
Y ahora que PUEDO ENTENDER que gracias a que lo tenía muy dañado, es decir entumido e inflamado, es que padecí el peor de los infiernos. Y entonces me perdí en la vida, en este mundo llenísimo de contrastes y confusiones, con sus diferencias y demás… Nunca pude saber quién era yo. Todo este dolor se había secuestrado a mi verdadero yo.
Y hoy, ahora, después de tanta perdición, después de tantos “traumas”, no sé qué hacer. Vivo en el tercer mundo, en un país en el que sé que NADIE más se dará cuenta de las cosas que yo sí…
Y trato de no pensar en “mi futuro2, porque NO lo tengo… Esto y todo lo demás, “siempre seremos inferiores”… es lo propio y natural. Y si estoy equivocado, pues entonces que alguien me desmienta.
Yo, por lo pronto, trato de hacerme el tonto… Okay. Sigo recuperando el movimiento y sigo “curándome”, pero… no sé qué es lo que haré con todo mi maldito pasado, con todo aquello que hizo de mí algo que yo no debí de haber sido. Ahora ya no hay vuelta de hoja. Y ahora no solamente digo “pobres mexicanos, no, sino que también “POBRE LATINOAMERICA.
A. SMART
Abril/13/2018