En una realidad social, económica, política y hasta moral dividida en la que los partidos políticos de EUA han sido rebasados, los ciudadanos del centro se quedaron sin candidatos, pero los políticos tradicionales buscan ser la opción sin reconocer que mucho de lo que ellos representan y promueven es lo que generó los extremos que hoy dominan en los dos partidos políticos y también la narrativa de las principales empresas o centros tecnológicos.
La realidad es que en EUA muchos ciudadanos del centro se sienten poco identificados con el actual presidente Biden quien es el candidato líder en la contienda interna del partido Demócrata con poco menos del 50% de la intención del voto interno, pero lo mismo sucede en el partido Republicano en donde Donald Trump es el candidato puntero con más del 50% de intención del voto. A los temas de los ciudadanos del centro hay que sumar las divisiones internas en cada partido. Biden ha llevado a los Demócratas mucho más a hacia la nueva izquierda imperialista internacional que se identifica como supuestamente progresista, lo que muchos Demócratas tradicionales rechazan como lo hicieron en su momento en los 70s cuando John y Robert Kennedy se opusieron al Statu quo del partido Demócrata y ganaron una parte importante del electorado centro, de trabajadores y minorías.
Así las cosas, Biden es la cara de un movimiento que con base en poderosas alianzas con empresas digitales, militares, médicas y del entretenimiento promueven un nuevo orden mundial, que es bien visto por una parte importante de sus seguidores, pero no lo es por otra parte también importante de las bases tradicionales de su propio partido. La muestra de esto no solo es la candidatura de Robert Kennedy Jr. quien tiene más del 20% de preferencias internas, sino las encuestas de la elección general que indican que más de un 60% de sus electores desearían a otro candidato lo que incluye a una parte importante de los que dicen votarán por él en la contienda interna y luego en la elección general. Biden y su grupo tienen el control económico y político de su partido y de los empresarios que apoyan su agenda social y económica local y global, pero son acusados de cambiar el sentido y los principios del partido Demócrata al promover un gobierno que en presunta asociación con empresas privadas se meta en la vida privada de los ciudadanos y de otros países.
Hay una parte importante de los electores tradicionales del partido Demócrata que no desean la política que promueve Joe Biden, pero que tampoco soportan a Trump o al partido Republicano.
Por su parte en el partido Republicano fue conquistado, algunos dicen secuestrado por Donald Trump en el 2016 y los políticos tradicionales y muchos de los electores tradicionales de ese partido no soportan su forma de ser. Por su parte Trump cuenta con una alianza popular de clase popular y media que atrajo a muchos electores tradicionalmente Demócratas anti guerra y pro industria. Pero está peleado a muerte con líderes tradicionales de su partido y es muy fácil de sacar de guión lo que da la oportunidad a sus detractores para exaltar sus errores. De hecho el pleito interno de Trump vs los líderes políticos tradicionales de su partido, que en el 2020 lanzaron una organización de republicanos contra Trump a favor de Biden misma que hoy sigue lista para operar en caso de que Trump logre ser candidato de su partido.
Hace un par de meses un grupo de Demócratas tradicionales y de Republicanos también tradicionales decidieron crear una organización llamada “sin etiquetas” que busca agrupar y lanzar en el 2024 a un candidato a presidente de corte tradicional centro con un vicepresidente del mismo estilo. Uno Demócrata y el segundo Republicano. A la fecha ese movimiento ha ido generando algunas simpatías de las que destacan el actual Senador Demócrata por West Virginia Joe Manchan quien ha tratado de mantener a su partido en una postura más tradicional lo que lo ha confrontado con los aliados de Biden en especial con los que desean eliminar por decreto el uso de las máquinas de combustible y las estufas de gas en los próximos 10 años entre otras cosas. El Senador está en un estado que es ampliamente Republicano pero ha ganado desde hace décadas su reelección por ser un hombre de centro registrado como demócrata pro sindicatos que son muy importantes en su tierra porque ese estado es ampliamente minero. “Sin etiquetas” tiene de copresidente a Jon Huntsman quien es ex gobernador Republicano por el estado de Utah.
La organización “No Hables” (en inglés), están generando mucho miedo en los dos líderes pero en especial en el equipo de Biden quien como sabemos en el 2020 prometió ser un presidente de un término por su edad y ahora en su campaña de reelección se ha visto solo en eventos muy armados y poco espontáneos, en especial porque el habitante de la Casa Blanca se equivoca muy seguido al hablar y tiene algunos problemas al caminar. Los seguidores de Biden dicen que este proyecto “sin etiquetas” si logra lanzar a un candidato será un riesgo y atentado en contra de la democracia porque quitará votos al actual presidente y eso llevaría a Trump a la Casa Blanca. Pero no parecen dar crédito a los electores y a que ellos pueden votar por una tercera vía y llevar a un centralista o afectar también a Trump. Los que critican la tercera vía mixta por miedo a Trump parecen aceptar que Trump tiene una base más grande y leal que Biden lo que no se si sea verdad en especial porque los Demócratas controlan económicamente a los más grandes sindicatos de EUA.
Por su lado Trump y en menor medida Biden están en asuntos legales. A Trump lo están siendo juzgando en dos procesos y parece que para cuando usted lea esta nota serán tres. Uno por llevarse documentos secretos a su casa en Florida y otro por el asalto al capitolio en enero 6 del 2021. Por su parte Joe Biden también enfrenta una investigación que aún no es juicio por llevarse documentos secretos a su casa en múltiples ocasiones desde su era de Senador hasta su era de vicepresidente sin haberlos regresado en tiempo y forma. Además, a Joe se le está investigando por presuntos actos de corrupción en los que se le vincula con su hijo Hunter de la era en la que era vicepresidente con Obama.
En un descuido la elección como lo dijimos hace un año en este mismo espacio se decide por los jueces y los fiscales quienes podrían quitar a uno o hasta a dos de los punteros y dejarnos con candidatos nuevos. Pero supongamos que nadie es encarcelado o descalificado legalmente, el público podría decidir por un tercero menos quemado o al quitar votos a uno llevar al otro a la silla como ha sido en el pasado cuando un tercero logra servir de aliado accidental del segundo lugar.
Naturalmente no es la primera vez en la historia de EUA en la que un grupo de ciudadanos o de políticos de un partido se separan de sus siglas tradicionales e intentan ir por la libre con candidatos independientes. A veces lo hacen para derrotar al político que los derrotó en las internas, así como venganza. Otras veces lo hacen por estar en contra de las ideas de los principales partidos y creer que la mayoría de los ciudadanos están de su lado. Casi nunca triunfan, pero logran derrotar al más débil o al que más se les parece al dividir el llamado voto útil.
Pero en la historia sí ha habido ocasiones en las que un candidato ciudadano o independiente les gana las internas a los llamados políticos expertos de un partido o al ser independiente les gana la elección general a los dos partidos y se lleva la presidencia. Los antecedentes más relevantes son: el actor y desconocido Ronald Reagan como Gobernador y luego Presidente en los 80s quien derrotó al famoso Jimmy Carter, Teddy Roosevelt en el 1912 quien como presidente en funciones, al perder su campaña de reelección interna en el partido Republicano por estar peleado con los líderes de su partido como Trump ahora, se lanzó por la libre y aunque perdió también la elección general, hizo perder a su contrincante de partido Republicano y entregó la silla a Woodrow Wilson del partido Demócrata, en 1968 el independiente antes Demócrata George Wallace arruinó al Demócrata Hubert Humphrey Vicepresidente de Lyndon B. Johnson lo que llevó a R. Nixon a la Casa Blanca y finalmente el más exitoso de los novatos independientes es el Abogado de Illinois Abraham Lincoln que fundó un partido y ganó la presidencia de los EUA en contra de los Demócratas quienes tenían la Casa Blanca con el Presidente J. Buchanan y de los Conservadores quienes lanzaron a John Bell. Esa elección fue muy interesante porque a Lincoln no lo dejaron aparecer en las boletas de los estados del sur quienes no querían a un presidente que fuese en contra de la esclavitud. Los demócratas tenían a dos candidatos y los conservadores llamados constitucionalistas a uno, es decir hubo 4 candidatos. Pero Abraham Lincoln ganó los 18 estados del norte con amplia ventaja en contra de los 13 que ganaron los demócratas y los 3 que ganó el constitucionalista. Lincoln además ganó la mayoría del voto popular. Recordemos que solo los blancos votaban lo que quiere decir que la mayoría de los blancos más de dos a uno apoyaron al candidato novato independiente que quería acabar con la esclavitud y que de hecho unos años después ganó la guerra civil con soldados blancos peleando contra soldados blancos por la igualdad de los de piel negra.
Ya veremos en qué acaba la elección interna de los partidos de EUA para el 2024, pero lo que es verdad es que muchos políticos tradicionales se sienten traicionados por sus candidatos punteros Biden y Trump y muchos ciudadanos también. ¿Será que los políticos de siempre logren ganar a los extremistas de cada partido? ¿Será que los ciudadanos voten por políticos tradicionales que fueron derrotados en su propio juego y ahora buscan venderse como independientes? El futuro del mundo sabe que Xi gobernará China hasta que se muera o él se retire, Europa está casi de adorno, pero EUA es la superpotencia que puede cambiar de rumbo o ratificar el rumbo del llamado orden mundial.