ÍNDICE POLÍTICO
FRANCISCO RODRÍGUEZ
Aunque lo nieguen, ¡ya no hay diferencia entre criminales y políticos! ¡Son lo mismo!
La ejecución de los principales brazos políticos de Clara Brugada da muestra de la alianza de políticos del régimen de Cuarta… Transformación con la delincuencia organizada que la Casa Blanca, ahora ocupada por Donald Trump, no ha dudado en calificar como “intolerable”. El móvil, en el fondo, debe ser una traición por parte de la política iztapalapense. Escribo esto sin incriminar a quienes les fue arrebatada la vida.
Debe aceptarse, empero que fue el pri-panismo el que sentó las bases para que, desde 2018, Ciudad de México, como muchas otras rancherías, pueblos, municipios y entidades de la República tengan cada vez más “gobernantes” cuyos orígenes están marcados por actos delictivos disfrazados de lucha social de los que invariablemente han salido no sólo indemnes sino hasta impunes por la tolerancia que les tuvieron las administraciones del PRI y del PAN. Hay corresponsabilidad en ello.
Vea usted si no es así, cuando para empezar, Andrés Manuel López Obrador irrumpió a la escena pública tomando pozos petroleros en su natal Tabasco, un acto delictivo que le fue perdonado.
Prosiguió con marchas y ocupaciones del Zócalo de la capital nacional durante semanas, y antes de recibir siquiera una reprimenda, para desalojarlo recibió millonarios recursos con los que adquirió su heredada (sic) Casa “La Chingada”.
Luego, durante meses, cerró con campamentos el Paseo de la Reforma y también se fue de rositas, no obstante haber alterado la vida económica y la convivencia social de la capital nacional.
Con su fallida estrategia de “abrazos y no balazos”, su fracasado gobierno protegió a los delincuentes “porque también tienen derechos humanos”, liberó a Ovidio Guzmán y se mostró a los pies de la abuela de éste. El crimen creció a niveles que ya casi son imparables y, menos aún, reversibles.
Claudia Sheinbaum fue una alborotadora universitaria que dejaba de asistir a clases, organizaba paros y huelgas, y que incluso incursionó en el criminal M-19 colombiano, lo que hoy le ha festejado el también cuestionado mandatario Gustavo Petro, otro exguerrillero.
Clara Brugada proviene de los movimientos urbanos que invaden predios particulares ya no sólo en el oriente de la urbe, taxistas “pirata”, lo mismo que de causas que defienden a capa y espada los “derechos” del comercio ambulante en perjuicio de los negocios que sí están establecidos conforme a la ley, y de violentos grupos de choque que emplean para reprimir a quienes se les oponen.
Tienen razón cuando dicen que a ellos no les salgan con el cuento de que “la ley es la ley” … porque, además, siempre resultan impunes, porque nunca se las han aplicado.
Por ello los “abrazos y no balazos” a los asesinos impulsada por AMLO.
Por eso las simulaciones de un combate en favor de la seguridad del gobiernito de la Presidente formal Sheinbaum, pues nadie cree que en siete meses hayan capturado a 21 mil delincuentes, cuya ubicación se desconoce en los reclusorios donde siguen presos los 36 mil internos de siempre.
Por eso la tolerancia y hasta el empuje de Brugada a narcomenudistas, invasores de inmuebles, ambulantes, franeleros y todo tipo de delincuentes verdaderamente violentos adueñados de Ciudad de México donde apenas ejecutaron a dos de los más próximos colaboradores de esta pantomima de gobierno capitalino, y que en vida fueron miembros, como ella, “del Movimiento”.
¿Vendettas como las de las mafias a quienes los traicionan, pese a tener los mismos orígenes?, especulo como es la tónica ante la ausencia de información creíble.
Gobernanza criminal
Vivimos bajo lo que los especialistas denominan “gobernanza criminal”.
Y esta no es otra sino esta en la que las organizaciones criminales ejercen un control significativo sobre las estructuras políticas, económicas y sociales del país, a veces incluso de manera simbiótica con las autoridades como es visible no sólo en CDMX, también en Sonora, Sinaloa, Baja California, Tamaulipas y en la mayoría de las entidades morenistas donde cogobierna la 4T con la delincuencia.
Juntos controlan recursos, la regulación informal de la vida cotidiana, precios de productos de consumo básico, pago de derecho de piso, asaltos, extorsiones… y una perniciosa influencia en las decisiones políticas que acaban por perjudicar a la sociedad en su conjunto.
En diversidad de circunstancias, los grupos criminales actúan en estrecha correspondencia con funcionarios del gobierno. Y esto implica que, el Estado de derecho, la democracia y la legitimidad de las instituciones se vean diluidas por la corrupción y la ilegalidad.
Esta alianza o sociedad biunívoca entre “gobernantes” y delincuentes, como le comenté líneas arriba, fue propiciada por el PRI y por el PAN, cada uno en su momento.
Los altos niveles de corrupción y de impunidad que propiciaron ahora afectan la sociedad e hicieron posible la integración de los grupos criminales en las estructuras organizativas del Estado, incitando el surtimiento de regímenes de gobernanza criminal, con lo que prácticamente abrieron las puertas de Palacio Nacional de par en par a AMLO quien prometía a una sociedad hastiada limpiar de corruptos al país. No lo hizo. Se alió con “el pueblo”, como él llama a los delincuentes.
Ya es más que preocupante que los órdenes políticos democráticos se integren a los ámbitos criminales en la sociedad civil. La violencia producida por el crimen no sólo está correlacionada con los incrementos en índices de desigualdad social, pobreza, desempleo, ausencia de mecanismo de control, crisis de valores, la ausencia de un ordenamiento urbano que contribuyen de forma significativa a los altos índices de tasas de mortalidad.
Ximena Guzmán y José Muñoz, secretaria particular de Brugada en el “gobierno” de CDMX, y asesor en materia de seguridad, respectivamente, al final de día fueron víctimas de la alianza de la 4T con la delincuencia que opera con total impunidad y que tiene
matices que involucran relaciones de poder económico, orden político y territorial.
Indicios
Al comparecer el miércoles ante el Congreso de Estados Unidos, Marco Rubio, secretario de Estado en el gabinete de Trump dio otro martillazo a la cruz que cargamos los mexicanos al referirse al asesinato de los dos colaboradores más cercanos de la jefa de Gobierno de la capital mexicana y calificó el hecho como violencia política. “La violencia política allí es real. Tienen un interés particular y el deseo de perseguir a estos carteles, y queremos ayudarlos a equiparlos y brindarles información”, dijo el exsenador por Florida. El secretario de Estado enfatizó en que “hay partes de México gobernadas por los cárteles”. * * * Por hoy es todo. Mi invariable reconocimiento a usted que leyó hasta aquí. Y como siempre, reciba mis mejores deseos de que tenga ¡buenas gracias y muchos, muchos días!
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