CIUDAD DE MÉXICO, 13 de febrero (AlmomentoMX).- El presidente López Obrador decretó estímulos fiscales para los estados que se encuentran en la zona fronteriza con Estados Unidos, entre los que se contempla un alza al salario mínimo de 100 por ciento en 43 municipios para quedar en 176.72 pesos diarios.
Sin embargo, en la ciudad fronteriza de Matamoros, Tamaulipas, muchas industrias se vieron imposibilitadas para pagar el incremento salarial a sus trabajadores, situación que derivó en paros y huelgas en 45 maquiladoras y 27 empresas de diferente giro comercial, además del riesgo de que miles de obreros sean despedidos y la salida del país de 15 maquiladoras.
De acuerdo con La Opinión de México, el pasado 12 de enero trabajadores de diversas empresas e industrias denunciaron que NO se aplicó el aumento del 100 por ciento al salario mínimo anunciado.
Alrededor de 45 mil obreros de maquiladoras se fueron a huelga en Matamoros colocando banderas rojinegras en 44 de las 45 empresas emplazadas.
La Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCyA) de Tamaulipas dio fe de la suspensión de labores en 28 maquiladoras. En 13 de ellas, se hizo la declaratoria de incompetencia porque la autoridad laboral consideró que dichas empresas son de competencia federal.
Juan Villafuerte Morales, secretario general del Sindicato de Jornaleros y Obreros Industriales y de la Industria Maquiladora (SJOIIM), dijo que en 12 empresas se llegó a un acuerdo levantando la huelga.
Entre las demandas de los trabajadores se encontraba la aplicación del alza al salario mínimo que decretó López Obrador y el pago de un bono anual de 32 mil pesos.
Los obreros denunciaron que el incremento salarial se “disfrazó” con la eliminación de prestaciones y acusaron a los patrones de no cumplir con el contrato colectivo de trabajo que los obligaba a aumentar proporcionalmente el tabulador salarial de miles de obreros.
Villafuerte dijo que ésta es una decisión que se tomó y se comunicó desde noviembre de 2018.
En su opinión, el alza a los salarios se debería dar en función del programa de incentivos fiscales que el gobierno federal implementó en la franja fronteriza, mientras que el bono anual es una práctica que se ha implementado a raíz de que el alza a los salarios mínimos no se aplica directamente.
Ante este panorama, existe el riesgo de que se vengan en cascada acuerdos laborales similares a los que llegaron las maquiladoras de Matamoros y sus trabajadores, pero el problema es que puede ser un beneficio temporal que las empresas acepten dar el aumento salarial, pero en un futuro cercano puede generar mayor inflación en la zona y pérdida de empleos, que es lo más preocupante.
Al otorgar un incremento salarial del 100 por ciento, las industrias y empresas en algún momento tendrán que analizar cómo reducir al mínimo el personal y ver si con este aumento a los salarios pueden sobrevivir.
Y es que cuando se acordó el ajuste al salario mínimo en la zona fronteriza, hubo un compromiso entre los sectores obrero, patronal y el gobierno para que en las revisiones contractuales no se tomara como referencia el porcentaje de incremento que se otorgó a los salarios mínimos. Pero dicho acuerdo no fue respetado.
Cabe precisar que la mayoría de los trabajadores de las maquiladoras tienen sueldos por arriba del mínimo, por lo que el decreto que benefició solo a quienes tienen percepciones en este margen, no abarcó a los demás empleados (salarios contractuales), lo que generó las huelgas en decenas de empresas.
Se pretendió trasladar el incremento al salario mínimo al resto de los salarios contractuales, lo que provocó graves desequilibrios financieros a las empresas y problemas laborales.
En total, el número de obreros en huelga llegó a casi 45 mil. Se trata de la huelga del sector industrial más grande en los tres países miembros del tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá en décadas.
Matamoros alberga más de 100 empresas maquiladoras (industrias de ensamblaje y producción en base a mano de obra barata que producen para Estados Unidos, Canadá y Asia).
Cerca de 30 empresas de diferentes giros se sumaron al movimiento huelguista que ahora se conoce como Movimiento 20/30.
Las exigencias de estas empresas son similares a las hechas por los trabajadores de las maquiladoras que de manera escalonada iniciaron el paro de labores, pues también piden incremento salarial y bono de 32 mil pesos.
La ciudad fronteriza es uno de los sectores industriales más prometedores de México debido a la presencia de las maquiladoras. Su industria automotriz es sede de grandes compañías como General Motors, Ford y Chrysler, entre otras.
Luego de las huelgas en las maquiladoras, empleados de Reinfro, Castlight, Adient, Joyson, Safety Sistem, Avances Científicos, Arkema, Rosamax, Schumex, Avant, Kasco, Kidde, VDO, Toyoda Gosei, Fisher Dinamic, Robert Shown, Tridonex, Cardinal Brands, IAI, AMPAD, y tiendas como S Mart, Walmart y Chedraui, se unieron al paro de Coca Cola, Purificadora Blanquita, leche La Vaquita y Candados Universales.
Otras empresas como Tapex Mexicana, acordaron los mismos beneficios para sus empleados, sin que hubiera un movimiento de huelga, por lo que la producción no se detuvo.
La empresa Vidrio Decorativo Occidental (VDO) ofreció un aumento laboral del ocho por ciento, mismo que fue rechazado por los empleados que se mantienen en paro.
De las 45 maquiladoras que comenzaron una huelga, en 43 de ellas ya se realizaron acuerdos para pagar el bono único de 32 mil pesos y un incremento a los tabuladores del 20 por ciento, exigido por el Sindicato de Jornaleros, Obreros Industriales y de la Industria Maquiladora (SJOIIM).
De acuerdo con el líder del SJOIIM, Juan Villafuerte Morales, han sido despedidos al menos 500 empleados desde el 12 de enero que empezaron los paros, pese a que se acordó que no serían desocupados y se pagaría al 60 por ciento el tiempo en que duró el conflicto.
La secretaria del Trabajo estatal, María Estela Chavira Martínez, señaló que tan sólo 50 trabajadores se presentaron a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje para solicitar asesoría sobre esta situación.
Ante la amenaza de que este tipo de paros y huelgas puedan ser replicado en otras ciudades, el gobierno estatal difundió un video para tratar de desanimar el estallamiento de huelgas.
En el video se llama a los trabajadores de Reynosa a no estallar huelgas y favorecer la paz laboral: “Reynosa quiere trabajar, Reynosa no quiere huelgas, Reynosa quiere paz”.
La secretaria Chavira Martínez detalló que hasta el 5 de febrero ya eran más de 30 mil obreros los que regresaron a laborar, aunque reconoció que 20 mil puestos de trabajo están en riesgo de desaparecer si se concreta el retiro de algunas empresas que han manifestado carecer de la solvencia económica para pagar mejores salarios.
Señaló que existe preocupación por los empleos que se puedan perder una vez que estos movimientos laborales concluyan.
“El pronóstico es de arriba de cinco mil y hasta 20 mil empleos que se pudieran perder; las empresas pronostican recortes dentro de seis meses en promedio”, dijo.
La situación de Tamaulipas podría replicarse en otras entidades de no conseguirse acuerdos entre sindicatos y empresarios, reconoció.
La funcionaria estatal señaló que a través de la Secretaría de Desarrollo Económico se están realizando las gestiones para que aquellas empresas que decidan abandonar Matamoros puedan optar por algún otro municipio de la entidad.
Pérdidas millonarias por las huelgas
La huelga sin precedentes en la frontera norte ha generado pérdidas millonarias en la industria automotriz de América del Norte.
Los empresarios temen que la rebelión de los trabajadores pueda extenderse a otras regiones del país, luego del aumento decretado por el presidente López Obrador.
Los obreros estallaron en huelga al exigir un aumento salarial del 20 por ciento y el pago de un bono anual que se incrementó de manera sustanciosa tras el decreto expedido para incrementar el salario mínimo en todo el país, pero con un mayor monto en la frontera norte.
Un bono anual que, con el aumento decretado, alcanzó los 32 mil pesos (1,680 dólares) por trabajador.
Según los huelguistas, las empresas quisieron evadir el pago del bono único al que tienen derecho desde hace más de 15 años.
En este sentido, explicaron que por ley cada año debía aumentar todo el salario mínimo, pero a través de una maniobra contractual con los líderes sindicales las empresas evadían el aumento de salarios mediante el pago de un bono único.
Dicho bono anual se fijaba multiplicando la diferencia del salario mínimo de un año a otro por los 365 días del año.
Si de 2015 a 2016 la diferencia de cuatro por ciento de aumento en el salario mínimo equivalía a 2.94 pesos, esa cantidad se multiplicaba por 365 días del año y les daban un bono de 1,073 pesos (56 dólares) al año.
Pero con el reciente decreto para aumentar el salario mínimo en la frontera norte, la diferencia entre el salario mínimo de 2018 y 2019 es de 88.36 pesos, el doble de lo que se tenía antes (al pasar de 88.36 pesos a 176.72 pesos, es decir, de 4.60 a 9 dólares por día), lo cual arroja un bono único de 32 mil 251 pesos (1,686 dólares).
Una diferencia que las empresas maquiladoras quisieron evitar a toda costa.
Es un hecho que los empresarios de la industria maquiladora nunca pensaron que iba a darse un aumento del 100 por ciento al salario mínimo, lo que generó un desajuste en el pago de nómina y prestaciones de los trabajadores derivando en huelgas y paros nunca antes vistos en la historia de Matamoros.
Es algo que jamás había ocurrido. No hay un precedente igual. Los trabajadores están haciendo historia. Están en una posición de poder ante las empresas, los tres niveles de gobierno y los sindicatos.
Muchos trabajadores señalaron que aunque líderes sindicales como Juan Villafuerte, secretario general del Sindicato de Jornaleros Obreros Industriales de la Industria Maquiladora y políticos como Ricardo Monreal, líder de la bancada de Morena en el Senado, quisieron reventar la huelga para favorecer a las empresas, los obreros no lo permitieron, lo cual generó un revuelo en toda la franja norte y los centros maquileros del país.
De las 45 empresas que se fueron a huelga, 15 de ellas aceptaron las condiciones exigidas por los trabajadores. Pero los obreros se unieron y mantuvieron el paro de actividades hasta no resolver las condiciones contractuales para todos los empleados del sector maquilero.
Actualmente van 31 empresas que aceptaron pagar un aumento del 20 por ciento y el bono único, aunque todavía existen 11 empresas aferradas a no dar el bono.
Las huelgas en Matamoros provocaron que otros colectivos de trabajadores exigieran mejores condiciones laborales en sus empresas, tal como pasó con trabajadores de Coca Cola y de otros centros industriales como Aguaprieta, Mexicali y Ciudad Juárez.
Los trabajadores de Coca Cola en Matamoros iniciaron un paro laboral reclamando aumento salarial y el pago de un bono de 32 mil pesos, como los obreros de varias maquiladoras que se fueron a huelga.
Los empresarios maquileros reportaron pérdidas diarias por 37.5 millones de pesos (1.9 millones de dólares), según el presidente del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (INDEX), Luis Aguirre.
Las exportaciones automotrices desde México representaron casi el 36 por ciento de las manufacturas vendidas al exterior en 2018, con un valor de 142 mil 177 millones de dólares. Tras el estallido de las huelgas en Matamoros, un total de 15 maquiladoras anunciaron sus intenciones para salir definitivamente del país.
AM.MX/fm
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