Yo Campesino / Consulta 4T
• ¿Por qué Morena y aliados quieren un proceso gansito? ¿Van por dictadura?
Miguel A. Rocha Valencia
Es obvio que el machuchón de Palacio Nacional no sólo quiere una ratificación sino una ampliación de mandato a la medida de sus ambiciones y si es necesario, al margen de las instituciones. La jugada de tres bandas está vista y con ello se acrecientan los temores de dictadura.
Aunque, además, cuenta con la oposición, esa que acepta diálogos atrás de la puerta donde dice muchas cosas, pero no le escuchan nada, pero ante los medios y la sociedad, dan una burda imagen democrática que sólo sirve al Ganso de Macuspana.
Son tan burdos o soberbios los de Morena que muestran, sin importarles, el fondo de las intenciones de su patrón y por eso la recolección de firmas no es para una consulta de revocación, sino confirmación de mandato, preludio de una más elaborada de prolongación de mandato que podría superponerse a una elección constitucional organizada por el Instituto Nacional Electoral.
Va entonces el profeta de la 4T por forzar un ensayo general revestido de democracia o sin ella, con el INE o sin él, para jugar la carta fuerte dos años después cuando deje con pasmo de narices a quienes aspiran a sucederlo en el poder o al menos ofrecerles un sexenio más, cuando menos, a cargo del país y gobiernos locales.
Por eso insiste en desprestigiar al INE haciéndolo ver como una institución que sirve a intereses distintos a los que establece la Ley, aunque ésta misma le ordene organizar una consulta, pero con casillas completas, como si fuera presidencial y no con diez mil o 30 mil como exige el caudillo de Tepetitán. Si por él fuera, haría una consulta a mano alzada, lo mismo para enjuiciar a los consejeros.
Sabían que el dinero no alcanzaría para la consulta legal, por eso el “descontón” presupuestal, con ella tal vez los morenos tendrían un revés al que no se pueden arriesgar, porque llegado el momento, la gente podría ir a votar por la negativa y entonces ¿A poco el mesías se iba a retirar?
Se trata pues de una consulta para preguntar lo que nadie quiere, que se vaya a su rancho el inquilino de Palacio. La oposición no la pidió, es más, no quiere que se realice, en cambio la piden quienes menos desean perder a su mesías, porque si eso sucede, muchos tendrían qué dejar el poder y dinero de los cuales disfrutan.
Es decir, qué caso realizar y dilapidar dinero que se necesita para medicinas y en medio de la peor crisis económica del país en una consulta que unos apoyan, pero para ratificar lo que la ley establece y otros rechazan por considerarlo un despilfarro.
Y mientras, la economía a la deriva y la inseguridad peor, aunque traten de maquillarse los números y decir que el vaso está medio lleno y no medio vacío.
Muestras, los propios números presentados por el general secretario de la Defensa: último trienio de Enrique Peña Nieto, 83 mil muertos; primero del Ganso, 107 mil asesinatos, con un “plus”.
Ahora los delincuentes se apoderaron de manera abierta y cínica de poder civil con gubernaturas del Pacífico, presidencias municipales y congresos locales.
Imponen su ley de la fuerza en zonas de diversos estados donde la criminalidad e impunidad hace huir a comunidades enteras, especialmente de Michoacán, Guerrero, Guanajuato, Sonora, Baja California, Chiapas o Morelos.
De Zacatecas, ni qué decir, las principales ciudades están a merced del crimen. En Fresnillo tan sólo apenas incendiaron y “robaron” personas, con lo que los números oficiales de desaparecidos en dos años ya superan los dos mil, de los cuales 808 personas “se esfumaron” el año pasado. En 2021, el número creció 41 por ciento más.
Pero eso sí, hay más cuarteles, más guardias nacionales, más soldados y marinos destacados a labores de seguridad. Ya son cerca de 280 mil elementos en total, pero los asesinatos y la inseguridad, crecen. ¿Por qué? No a la consulta popular, si al INE.