Eduardo Sadot
El reto de las elecciones más grandes de la historia de México, es que sean legales, transparentes y que no dejen dudas razonables a ninguna de las partes.
Los escenarios posibles no son ninguna sorpresa para nadie, en principio ya comenzó el presidente, secundado por su candidata – adelantando su estrategia practicada durante su vida política – que la oposición está preparando un fraude, cuando en ningún país, ninguna oposición tiene los medios que tiene el Estado para hacer fraude.
Sin duda en Palacio, la preocupación de perder es una realidad. Haciendo un poco de historia, ha sido evidente que obrador, durante su elección despertó las expectativas de esperanza con la mayoría de los mexicanos, el presidente sabe y teme que la cantidad de electores que tuvo, hoy ya no están con él. No solo electores, también en su grupo cercano, sus colaboradores y han sido bastantes, los que se han decepcionado, aunque él no lo admita, en la soledad de su reflexión, lo sabe y le molesta, por eso su expresión adelantada de que sus adversarios quieren hacer fraude, cuando también él sabe que el único que puede hacer fraude es él.
Si la candidata de obrador gana, bajo un alud de cuestionamientos, será muy difícil, que a nivel nacional e internacional, convenza que ganó, si la diferencia es pequeña también será difícil que la candidata de oposición dem.
Si la elección es muy cerrada y si la ganadora es Xóchitl, obviamente que obrador no lo admitirá, va a operar y hacer todo lo posible para desconocerla como ganadora.
El tema es que obrador será capaz de hacer todo para desconocer la elección si pierde su candidata, pero del otro lado, la oposición ahora, el pueblo de México, como dice él mismo obrador “el pueblo bueno y sabio” ya aprendió y no va a aceptar que lo engañen.
La oposición y los mexicanos que ya saben cuál será su reacción si pierde deben estar preparados para todo, porque obviamente en Palacio, también está preparado para todo, para desconocer el triunfo de la oposición y para imponer su voluntad por encima de la ley como ha sido la regla de éste gobierno. La oposición a pesar de que el INE tiene una presidente incondicional a obrador y no a México ni a la institución, debe hacer valer la verdad y respetar la ley, quienes saben, ven venir una crisis de magnitud inimaginable, inclusive si es necesario anular la elección, que tan solo con los 16 mil funcionarios del INE renunciados hace unos días, que se pretenden sustituir con los “siervos de la nación” operadores de MORENA, sería razón suficiente para declarar nula la elección, frente a los ojos internacionales.
El tema de la delincuencia en el proceso electoral también es factor de riesgo, inhibir la participación con amenazas de muerte anularía la elección y no se requiere que se amenace a muchos mexicanos en muchas casillas o que argumenten que eso no resulte trascendente para el resultado final, sería una mentira cómplice, el tema va remontando poco a poco.
Los ciudadanos y la oposición estarán preparados para hacer frente a un proceso amañado que evidencie las trampas suficientes para hacer valer su anulación, asumir la necesidad de nombrar un presidente de México interino que reponga el proceso electoral, ahora sin obrador al frente, no hay que perder de vista que los gobernadores de MORENA operarían a favor de morena en ausencia de obrador, todos esos escenarios son posibles y habrá que estar preparados.
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