La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
A este ritmo, los Libros de Texto Gratuitos deberán incluir la tanatología
Sí con las fosas, las ‘cocinas’ y los crematorios clandestinos, no nos habíamos asombrado lo suficiente, ahora sabemos que, al norte de Veracruz, en la ciudad de Poza Rica, funcionaba una suerte de ‘SEMEFO’ secreto, en el que los cuerpos de los ejecutados eran seccionados, emplayados y congelados.
De acuerdo al personal de la Fiscalía del estado, la forma en que fueron descuartizados y emplayados, ha dificultado que se precise el número exacto de cadáveres, por el momento, se han contabilizado 13.
Por más que se analice, es difícil comprender la lógica de los criminales, por lo tanto, la pregunta obligada es: ¿para qué congelaban ese pedacero de cuerpos? ¿estaban en turno para ser desaparecidos o darles otro curso?
En este contexto, entendemos que toda evidencia incriminatoria, para el caso restos humanos, siempre busca ser desechada por los delincuentes a la brevedad, así las cosas, al acumular tal cantidad de despojos corporales, acaso: ¿pretendían repetir el macabro espectáculo ocurrido en Boca del Río en septiembre de 2011?
No hay respuesta, por lo que han surgido otras hipótesis, de tal nivel insanas, que provocan náuseas, sin embargo, la degradación es inaudita, lo cual lleva a considerar cualquier posibilidad por más espeluznante que parezca.
Más allá de que la inseguridad va en aumento, el otro aspecto trágico del fenómeno, radica que se han rebasado todos los límites, involucionamos en términos civilizatorios. Aunque los gobernantes no lo admitan, cada día estamos más cerca del Estado fallido.